El primer curso en Montjuïc marcado por los turistas y tres derrotas con consecuencias: "El año es positivo"
Ante el Rayo se cerró la primera temporada en el Estadio Olímpico. En agosto, el Barcelona tendrá que volver a Montjuïc.

El Barça pone punto y final a su primera temporada en el exilo debido a las obras de remodelación del Spotify Camp Nou. Con la victoria ante el Rayo Vallecano, que certificó la segunda posición, "el objetivo de mínimos" marcado por Xavi las últimas semanas, se cerró la persiana del Estadio Olímpico. No ha sido una temporada sencilla. El traslado ha implicado cambios, reajustes, incomodidades, pérdidas económicas... y un paso atrás en el proyecto deportivo azulgrana. Cierto es que los resultados de este curso no distan tanto del pasado en el Camp Nou en el que el Barcelona consiguió alzarse con el título de Liga.
El conjunto de Xavi ha jugado 24 partidos en casa con un balance de 19 victorias, cuatro derrotas y un empate, con 56 goles a favor y 28 en contra. La temporada pasada en el Camp Nou, los culés disputaron 25 encuentros, entre Liga, Champions, Europa League y Copa, con 17 triunfos, 3 tropiezos, cinco empates, 48 goles a favor y 17 en contra. Unos números bastante similares. Cierto es que las tres derrotas en el Lluís Companys fueren extremadamente dolorosas. La primera ante el eterno rival, el Real Madrid, en el que el Barça fue superior durante 60 minutos. La segunda llegó ante el Villarreal y supuso el adiós de Xavi, que tras dar marcha atrás aún no tiene clara su continuidad. Y la tercera y última la encajó ante el PSG, y significó la eliminación de la Champions League.
A pesar de que los números sean parejos, la sensación es que Montjuïc no ha logrado intimidar a los rivales como hace el Camp Nou. A pesar de ello, los futbolistas se han sentido como en casa a nivel logístico, pero la comunión entre los aficionados y el equipo no ha sido como la del Estadi. "Hacemos un balance positivo en líneas generales. Sabemos que tenemos cosas por mejorar, pero ha ido según lo previsto", apuntan desde el club a Relevo.
Una media de 40.000 espectadores
Fuera de casa hace frío, tanto en lo deportivo como especialmente en lo económico. La venta de entradas se ha resentido. Con 17.064 abonados, el Barcelona buscaba comercializar el resto de asientos vacíos, cerca de 33.000, pero la realidad ha sido otra, aunque los números no hayan sido del todo malos. El club apostó por una estrategia distinta a lo habitual, con descuentos y promociones para atraer al socio no abonado y al turista. En cada partido ha habido códigos de descuento, packs familiares o promociones para residentes en Catalunya.
LA VUELTA CONTRA EL PSG FUE EL PARTIDO CON MÁS ESPECTADORES
En 13 de los 24 partidos se han superado los 40.000 espectadores. Ante Nápoles, PSG o Madrid incluso se llegó a superar los 50.000 seguidores en las gradas. Y en los cinco partidos de Champions hubo más de 40.000 espectadores. A pesar de estos datos, el 'ticketing' se ha resentido. Desde el club esperaban ingresar cerca de 80 millones de euros durante toda la campaña. Una cifra a la que no se ha llegado, aunque ante el Nápoles y el PSG se percibieron cerca de 6 millones de euros por encuentro. La Directiva del Barcelona ya tenía calculado que la pérdida de ingresos de la temporada en Montjuïc sería de 79 millones.
983.616 espectadores han pisado el Estadio Olímpico en los 24 encuentros oficiales que ha jugado el Barcelona, con una media de 41.000 en un campo con una capacidad para poco menos de 50.000. Además, el porcentaje de asistencia ha sido de 81,90%. Unos datos muy similares a los del pasado curso en Liga. Esta temporada ha sido habitual ver el coliseo azulgrana repleto de turistas. Ante el Mallorca y el Valencia, por ejemplo, y con empate en el marcador, los aficionados hicieron la ola, algo que hubiera sido impensable en el Camp Nou.
La mejor entrada fue en el partido de Liga de Campeones ante el PSG con 50.309, mientras que la peor fue en la antepenúltima jornada del campeonato de Liga ante el Valencia con 30.167 en un partido que se jugó un lunes muy lluvioso y frío después de la semana fatídica del PSG y el Real Madrid que dejó la temporada culé en blanco. Montjuïc cierra la persiana, pero no es una despedida, sino un hasta luego.