El Girona se acuerda del fichaje que no llegó en el mercado de invierno

Míchel siempre ha controlado el relato del Girona. Aun con el equipo proyectándose al infinito en los primeros compases de Liga y su obsesión por "hacer historia" tatuado en el vestuario, el vallecano nunca apuntó más arriba de lo que lo hacía el positivismo y la ilusión de la afición gironina. Durante los últimos días, puso sin tapujos por primera vez la Champions League en la balanza. "Si ganamos en San Mamés, será el objetivo". Pero el Girona perdió. Y en rueda de prensa, en la enésima demostración de cómo gestionar narrativas y mandar mensajes, viró su discurso: "No digo que somos un equipo Champions pero no vamos a estar fuera de la pelea", aseguró.

El Girona tenía tres partidos marcados en rojo en el calendario: Real Sociedad, Real Madrid y Athletic Club. Los de Míchel han terminado el 'tourmalet' con un punto sobre nueve posibles. Se les atragantó el conjunto de Imanol con la ayuda de un VAR que les impidió hacerse con los tres puntos y un Gil Manzano que les prohibió ir al Bernabéu con Yangel Herrera -por una clara falta-, Blind -por decir why only two minutes? al colegiado- y Míchel. El Girona empezó a perder ante el Madrid días antes y los de Ancelotti, como en la ida, les desnaturalizaron. En San Mamés, el planteamiento de Valverde les ahogó.

Y en el primer 'bajón' de la temporada, porque el Girona todavía no había estado más de dos partidos consecutivos sin ganar, Míchel dobla su apuesta y ubica a su equipo en la pelea por la Champions. En el club ya hace semanas que trabajan en un futuro con el balón de las estrellas, pensando en cómo sustituir unas gradas supletorias por unas convencionales. En lo deportivo, el mercado de invierno era clave y la secretaría técnica quería reforzar el eje defensivo, el lateral izquierdo y el centro del campo. No llegó nadie y solo se marchó Bernardo, que había tenido una presencia testimonial en Liga y disputado dos partidos de Copa.

"Lo mejor del mercado es que no salió ningún jugador y para mí era muy importante. Tenemos un equipazo, el vestuario es muy top y es muy importante para mí la atmósfera de trabajo", señaló Míchel al cerrarse. "No necesitamos nada, solo que el equipo tenga salud para aguantar hasta el final de la temporada", añadió. Sin embargo, en una plantilla corta pero moldeable, la lesión de David López -que no ha jugado en 2024- y la baja de Blind -además del sancionado Couto-, desnudaron al Girona en San Mamés. El Athletic-Girona, por cierto, fue el partido más visto en abierto en lo que va de Liga, con más de 1,2 millones de espectadores.

Hay pocas cosas que Míchel trabaje y quiera perfeccionar tanto como la salida de balón. Y sin dos protagonistas como David López y Blind, además del impulso de Couto desde la banda, el puzle perdió color en Bilbao. El Girona quería sumar un central a sus filas y al final tuvo que acabar jugando con un segunda espada como Juanpe. El central limitó los inicios de jugada del Girona. Pero no fue el único que falló. De una pérdida de balón de Miguel -fruto del exceso de confianza y la gran presión del Athletic- nació el segundo gol de Berenguer. "Los errores son del equipo, es nuestra manera de jugar. Esto nos ha permitido venir aquí para estar en los puestos de arriba, no queremos perder eso", subrayó un Míchel que se marchó lamentando la falta de profundidad en ataque.

Aun teniendo una plantilla relativamente corta, el Girona lo está compensando con una preparación física difícilmente mejorable. Su proyección la define la derrota en San Mamés. Lo que en otras temporadas habría sido algo esperado, en esta el aficionado gironí no se marchó a dormir resignado. El Girona cierra la jornada segundo, siete puntos por encima de los bilbaínos. Y el calendario rebaja la exigencia: Rayo, Mallorca, Osasuna, Getafe y Betis antes de visitar el Metropolitano.