FC BARCELONA

La fórmula Hansi Flick acaba los deberes que dejó pendiente Xavi en el mismo Barça de hace un año

Hansi Flick ha conseguido cambiarle la cara al equipo y que aspire a lograr el tercer triplete de la historia del club.

Hansi Flick se ha convertido en el mejor fichaje del pasado verano. /AFP
Hansi Flick se ha convertido en el mejor fichaje del pasado verano. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El Barcelona de esta temporada no se parece en nada al que terminó la pasada. Y el principal culpable es Hansi Flick. El entrenador alemán no será recordado especialmente por hacer ninguna gran revolución a nivel táctico, pero sí por construir equipos muy competitivos y con un sello personal. En muy pocos meses lo logró con el Barça, un equipo más fresco, vertical y dominante. Una de las claves, por simple que parezca, es que ha logrado sacar la mejor versión de muchos futbolistas. Algunos de ellos tenían un pie fuera del club hace no tanto.

Los dos futbolistas que mejor evidencian este cambio de tendencia son Robert Lewandowski y Raphinha. Flick, que ya coincidió con el polaco en Múnich, le convenció en verano de hacer un cambio en su preparación física y defendió siempre ante la prensa que, en el área, no hay ningún delantero más determinante. Sus cifras goleadoras -mantiene la cuarta mejor marca de su carrera en relación a minutos disputados y goles- hablan por sí solas. Muy discutido en el tramo final de Xavi, con Flick ha vuelto a sacar su mejor versión.

El tridente es una de las mejores formas de explicar el Barça de Flick. Mientras Lamine Yamal sigue su línea ascendente y Lewandowski se hace fuerte en el área, Raphinha se ha reinventado en un rol completamente nuevo para él. Tras una primera temporada notable en Barcelona, en la segunda no pudo seguir con la línea ascendente. En verano, Flick le pidió un voto de confianza y le cambió la carrera. Pasó de ser un extremo a tramos estéril, a la hora de encarar, a convertirse en una pieza difícil de explicar por su movilidad. Es indetectable para los rivales.

Una defensa con un líder sólido, Iñigo Martínez

Al otro lado del campo, en la defensa, Iñigo Martínez ha logrado romper la crisálida. Las continuas lesiones del curso pasado le impidieron mostrarse con continuidad, aunque llegó a tener un tramo como titular con Xavi. Flick pidió a la directiva su inscripción en verano y junto a Pau Cubarsí se encargó de perfeccionar una defensa que muy pocos han sabido cómo atacar. Recientemente se ganó volver a la Selección española, pero tras sentir una molestias priorizó descansar y centrarse en el club.

El rendimiento de la línea defensiva sostiene al equipo en su defensa agresiva. Las bandas también han jugado un papel clave. Alejandro Balde irrumpió en la élite para hacer menos dolorosa la marcha de Jordi Alba. Aunque su campaña pasada, entre lesiones, le estancó. Este año, sin embargo, ha explotado definitivamente. Es más seguro en defensa, ha mejorado en el último pase y ya tiene jugadas marca de la casa. Al otro lado, Jules Koundé pasó de 'discutir' con Xavi no querer jugar como lateral a aceptarlo la temporada anterior y seguir creciendo durante esta. No se pierde un partido.

El mago Pedri

El centro del campo titular también lleva la firma de Flick. No solo por la estructura, marcando tres alturas distintas, sino también por los protagonistas. El cuerpo técnico cambió la filosofía de trabajo con Pedri. Optan porque juegue de inicio y descanse con un cómodo marcador y él se siente así más fresco. Sin él, el invento se desmonta. A su lado, Flick ha convertido a De Jong en una pieza valiosa. Unos meses atrás, durante la lesión, el club presionó al neerlandés para que renovara o se buscara un destino y el entorno del futbolista quiso desmarcarse. Está en el mejor momento de su carrera como blaugrana.