FC BARCELONA

La historia del abuelo de Gerard Martín: "Estuve cuando pusieron la primera piedra del Camp Nou y ahora veré a mi nieto jugar en el nuevo"

El lateral renovó a mediados de enero y su familia le acompañó a las oficinas del Barça. Su abuelo le contó la anécdota a Joan Laporta.

Gerard con su padre, Francesc, su abuelo, Paco, y su hermano, Arnau, el día que el Barça de Guardiola celebró el triplete./RELEVO
Gerard con su padre, Francesc, su abuelo, Paco, y su hermano, Arnau, el día que el Barça de Guardiola celebró el triplete. RELEVO
Jordi Cardero

Jordi Cardero

En apenas 12 meses, Gerard Martín pasó de jugar en el Cornellà a recibir la llamada de Hansi Flick, pocos días antes de la gira, para hacer la pretemporada con el primer equipo en los Estados Unidos. Su llegada a la élite se entiende por su forma de ser. "Es un profesional desde que era un niño", aseguran aquellos que lo conocen. A base de trabajo se ha ganado un puesto en la primera plantilla del Barcelona. Todo ha ido muy rápido. A finales de enero lo celebró renovando hasta 2028, lo hizo acompañado de su familia.

Lo normal es que los futbolistas que acuden a las oficinas del club a renovar lo hagan acompañados de sus representantes y algún familiar. Gerard quiso compartir aquella mañana con su círculo íntimo. Invitó a sus padres, su hermano mellizo y sus abuelos. Paco, uno de sus abuelos, guardará para siempre el recuerdo de aquel 24 de enero. "Que mi nieto pueda jugar en el nuevo Camp Nou es un orgullo enorme porque veo como las ilusiones de Gerard se cumplen y está donde quería estar de pequeño", cuenta a Relevo.

La familia Martín es del Barça de toda la vida, un sentimiento que han ido heredando distintas generaciones hasta que Gerard ha debutado con el primer equipo. Siempre que pudieron asistieron al Estadi. El avi Paco, "muy, muy culer", ya vivió hace medio siglo un evento histórico del club: estuvo el día que pusieron la primera piedra del Camp Nou. Y dentro de unos meses verá a su nieto jugar en el remodelado templo blaugrana.

Una anécdota con Laporta

"Acompañamos la piedra desde el campo de Les Corts hasta el actual Camp Nou [a unos dos kilómetros]. Yo tenía 14 años y soy culer desde siempre. Entonces ya iba a ver al Barça, antes de los años 50", recuerda Paco. El abuelo de Gerard aprovechó la ocasión para contarle la anécdota a Joan Laporta. "La relación con el presidente fue muy cordial, tiene un carácter sencillo y cercano. Hablamos del Barça, que tanto quiere, y nos enseñó la maqueta del nuevo estadio", explica.

Nacido en Barcelona -y no en Esplugues, como aparece en algunas páginas-, la familia se mudó a Sant Andreu de la Barca cuando los hijos eran pequeños. Y allí siguen viviendo todos juntos. Antes de fichar por el Barça, el lateral jugó en el Cornellà o el Sant Gabriel y muchas veces era Paco quien le acompañaba a los entrenamientos. Aquellos que le han visto crecer coinciden en que desde pequeño siempre ha sido mentalmente muy fuerte. "Hay pocas cosas que le puedan desviar del camino", explican. No le despistan ni los elogios ni las críticas.

Arnau, Paco y Gerard en los aledaños del viejo Camp Nou. RELEVO
Arnau, Paco y Gerard en los aledaños del viejo Camp Nou. RELEVO

El consejo de su padre

Es un chico familiar que se mueve con los amigos de toda la vida. "Céntrate en disfrutar. El día de mañana, si ya no estás aquí, no pienses que no pudiste disfrutar por la presión, los nervios... Lo único que quiero es que disfrutes", le aconsejó una vez su padre, Francesc. Y así lo está haciendo. Su carrera ha sido un constante 'estar en el lugar correcto, en el momento adecuado'. El Cornellà lo descubrió "por accidente" y debutó con el primer equipo de los verdes contra el Barça de Koeman para defender a Dembélé. Fue un partido de Copa del Rey que los culers tuvieron que sudar para avanzar de ronda. Ahora defiende la camiseta blaugrana, que ya ha intercambiado con Iñaki Williams o Lo Celso, recuerdos para toda la vida.

Gerard se pasó la infancia y parte de la adolescencia observando a Jordi Alba. Y en cómo el de L'Hospitalet asistía a Leo Messi. En su primer partido con Flick, al que convenció durante la gira, dibujó un pase como los que trazaba Alba, conectó con Pablo Torre y este marcó el segundo gol al Manchester City. En la grada del Camping World Stadium lo celebró su familia, que también estuvo en Mestalla el día que debutó en partido oficial.

Los últimos meses de Gerard son un premio a la constancia. La temporada pasada solo se perdió un partido -fue por acumulación de amarillas- y acabó con 3.343 minutos en las piernas, solo superado en la Primera Federación por un jugador de campo, Dani Perejón, del Linares. No hubo ningún caso igual en LaLiga. Rafa Márquez le dio un impulso, como a tantos canteranos, y Flick acabó de confiar en él. El día de la renovación se hizo una foto que su familia guardará para toda la vida. Vivió uno de los momentos más especiales con los abuelos, que deberían ser eternos. "Me emocionó verle feliz, a él y a toda la familia. Todo esto se lo ha ganado con su esfuerzo", cierra Paco.