FC BARCELONA

Una fotografía de 268 millones y un pinganillo infalible son el verdadero triunfo del Barça: "Funcionó como nunca"

Hansi Flick tiene enchufado a todo el equipo y anoche jugó sin Araujo, Íñigo, Gavi, Olmo o Frenkie de Jong.

Dani Olmo se dirige a abrazar a Ferran Torres, después del 0-2 con Araujo también en la imagen. /FC BARCELONA
Dani Olmo se dirige a abrazar a Ferran Torres, después del 0-2 con Araujo también en la imagen. FC BARCELONA
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Si la temporada es una carrera de fondo, como un maratón, el Barça llega desde esta semana a lo que se conoce como el muro, ese kilómetro 30 donde los corredores pueden experimentar una fatiga extrema y un descenso del rendimiento. Y eso se traduce en unas semifinales de Copa ante el Atlético de Madrid, donde cada partido es un parto, y la vuelta de la Champions con los octavos de final y los teóricos cuartos en el horizonte. Si los títulos se ganan en mayo, se pierden normalmente en marzo y abril, por lo que cómo se llega a esos meses determinantes es la clave de todo gran equipo. Y el Barça de Hansi Flick llega de una forma inmejorable.

Lo demostró en Las Palmas, donde la imagen no fue ni la sonrisa recuperada de Dani Olmo ni las gambetas de un Lamine Yamal que acabó con pie ensangrentado. Tampoco las paradas de Szczesny. La verdadera victoria del Barça estuvo en el banquillo, en una fotografía que vale 268 millones en el mercado -según los datos de Transfermarkt- y que evidencia la buena salud de la plantilla. No hay lesionados, hay pocos titulares indiscutibles y todos están enchufados. El propio Flick lo resumió así tras el encuentro: "Los cambios funcionaron mejor que nunca. Han salido bien, con Olmo y Ferran. Nuestro banquillo tiene calidad".

A medida que pasan los meses, Flick alcanza un mayor grado de conocimiento de la plantilla y de cada jugador, y no tiene reparos en romper estatus o jerarquías para ganar otros matices que se adaptan mejor a los partidos. De esa manera, el técnico dejó en el banquillo a Dani Olmo, para dar entrada a Fermín López, situó a Eric Garcia en lugar de Ronald Araujo o le dio entrada a Marc Casadó y no a Frenkie de Jong o Gavi. Ha sido capaz de convencer al andaluz, impulsivo y con un gen competitivo que le hace querer jugar siempre, para que salga del césped al descanso para el bien del equipo como pasó en Sevilla, incluso el propio Gavi ha preferido que juegue Pablo Torre en su lugar como ante el Valencia. El fondo de armario le crece a Flick sin necesidad de haber recurrido al mercado de enero.

Todos los jugadores tienen alternativa salvo los laterales, con Héctor Fort y Gerard Martín un escalón por debajo de los Koundé o Balde. Pero los cuatro centrales que están jugando -y a la espera de Christensen- podrían estar en un equipo ideal, mientras que en el mediocampo hay dónde escoger entre Olmo, Fermín, Casadó, De Jong, Pedri y Gavi, con Marc Bernal de baja hasta el próximo curso y Pablo Torre como único futbolista sin apenas minutos. Y, en ataque, Flick ha conseguido que el mejor Lewandowski (32 goles) sea el más irrelevante, con Ferran Torres con un promedio de un gol cada 87 minutos y convertido ya en tercer máximo goleador del equipo. Solamente Ansu Fati pierde el ritmo.

@relevo_deportes 🔐 El secreto del golazo de Lamine.  El segundo tanto de Yamal contra el Girona fue uno de los más celebrados por el cuerpo técnico y todo gracias a un pinganillo escondido en la grada.  🧐 Está claro que el sistema de comunicación del Barça es muy bueno. #tiktokfootballacademy #deportesentiktok #tiktokdeportes #lamineyamal #barça #barcelona #girona #laliga ♬ sonido original - Relevo

Una interpretación del partido que le da al Barça una victoria más

Si el Barça tiene el material para darle la vuelta a los partidos como ante Las Palmas, el entrenador alemán está dando con la fórmula para utilizarlo y cambiar guiones. En este 2025, el equipo azulgrana no ha perdido en los 13 encuentros que ha jugado y ha levantado la Supercopa. Y, cuando ha estado cerca de la lona, los cambios al descanso han conseguido darle la vuelta. Antes de Las Palmas, había ocurrido en otros tres encuentros recientes.

Antes el Alavés, con 0-0 en el marcador y con un Barcelona atascado, Flick dio entrada a Frenkie de Jong, Eric Garcia y Dani Olmo para mejorar el juego por dentro y darle más velocidad a la circulación, y finalmente los azulgrana acabaron ganando por 1-0. Más impactante fue el cambio que dio el equipo ante el Sevilla, cuando el 1-1 al finalizar el primer tiempo se convirtió en un 1-4, con Fermín López anotando a los dos minutos de estar en el verde. La locura de Lisboa también se resolvió con 4-5 después de que el equipo de Flick fuese perdiendo por 4-2. En esa ocasión, no solo las sustituciones le dieron otro aire al Barça, sino que el técnico se atrevió a cambiar el sistema y le salió cara.

La interpretación del partido se hace conjuntamente entre el banquillo de Flick y una cabina de prensa en la que se encuentran varios de sus ayudantes, que están conectados en todo momento a través de un pinganillo y le van advirtiendo al técnico de todo lo que perciben desde las alturas, donde se ven mejor los aspectos tácticos. Heiko Westermann y Toni Tapalovic son los ayudantes más próximos y de confianza, y están en contacto permanente con Marcus Sorg, su segundo. Junto con Arnau Blanco forman el núcleo que toma estas decisiones, aunque Flick siempre tiene la última palabra.

Al descanso se producen también estas conversaciones en las que se analizan los matices: si el Alavés juega muy encerrado será mejor un Eric García que un Araujo, de la misma forma que para el tramo final de los partidos puede ser más efectivo un Ferran Torres, como ocurrió en Dortmund (2-3), que un Lewandowski, porque el partido se convirtió en un correcalles y el valenciano es más rápido y ve mejor los espacios. Y Olmo abriría mejor la defensa cerrada de Las Palmas con su habilidad, en lugar de Fermín, que es más un llegador. Unas decisiones que, unidas al fondo de armario, hacen que los azulgrana lleguen al muro de la temporada en perfectas condiciones y oteando en el horizonte la meta exitosa.