REAL SOCIEDAD

Gaby Schürrer: "Me reconocieron en un bar de Donostia y me recordaron la Liga que perdimos; fue muy fuerte"

El ex de la Real, que todavía lamenta el título de Liga perdido en la temporada 02/03, ha pasado unos días en San Sebastián y se deshace en elogios hacia el equipo blanquiazul.

Gaby Schürrer y su hijo Bastian estuvieron el sábado viendo a la Real en Anoeta. /Relevo
Gaby Schürrer y su hijo Bastian estuvieron el sábado viendo a la Real en Anoeta. Relevo
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Gaby Schürrer Peralta (Rafaela, Santa Fe, Argentina, 1971) ha regresado a Donostia 12 años después de su última visita. Lo ha hecho acompañado de su mujer y su hijo Bastian de diez años, un enamorado del fútbol y seguidor de Lanús, club en el que se formó y jugó su progenitor. El excentral de la Real acudió a Anoeta el sábado para ver el duelo ante el conjunto culé y, como el 100% de los aficionados realzales, lo hizo de mal humor. Al término de la contienda emprendió el camino de regreso a Atenas, donde reside de manera circunstancial. Seis partidos después de iniciar su aventura en la Super Liga griega, los dirigentes del Panetolikos decidieron destituirle.

No ha podido comenzar de una peor manera tu andadura en los banquillos europeos. ¿Cómo estás?

Sí. Hemos estado muy poquito. Sabíamos que iba a ser un poco difícil. Había cosas que podían pasar y el hecho de no conseguir resultados era una de ellas. Teníamos la necesidad de lograr resultados de una manera rápida, algo normal cuando inicias un proyecto, pero no vinieron y solo estuvimos seis partidos. Y dejamos el cargo. La experiencia, pese a todo, fue buena. Uno siempre trata de sacar conclusiones más allá de los resultados, sobre todo en lo relativo al aprendizaje. Es lo que tiene el fútbol, que no dejas de aprender.

Sabía dónde venía. Lo hacía a un club pequeño en el que íbamos a tener bastantes inconvenientes. Teníamos que rearmar al equipo, que no iba a ser fácil, pero uno siempre confía a que los jugadores que se incorporen ayuden rápido. Al traer jugadores de fuera a una liga que no conocían, también requerían un periodo de adaptación y les costó. Son las cosas que pasan cuando estás armando un equipo nuevo. La experiencia fue negativa por los resultados, pero me permitió ver y entender otro tipo de situaciones. Claro que me hubiera gustado cumplir el contrato, pero bueno, lo tomo como un aprendizaje. Aquí estamos para seguir trabajando en esto, que es lo que nos gusta.

¿Cuál es tu idea ahora?

Nos habíamos mudado toda la familia. Cuando estuve en Ecuador, me fui yo solo, pero decidimos, en esta ocasión, estar todos juntos, por lo menos con el niño más pequeño. Mis otras dos hijas están estudiando y trabajando en Argentina. Nos mudamos a Atenas nosotros tres. Estamos aquí, bien, y con Bastian en el colegio. Mi idea ahora es estar tranquilo hasta diciembre y empezar a ver opciones para seguir trabajando.

Ya conocías Atenas de tu época como jugador del Olympiakos. ¿Qué te has encontrado?

Más o menos lo mismo. No he podido ver a los equipos grandes ni nada, no he tenido tiempo. Te puedo hablar de lo que nos pasó a nosotros, de los partidos que vivenciamos. Me encontré lo que ya había vivido. Yo ya había trabajado fuera de Argentina, en Ecuador, aunque fuera en Sudamérica, y uno va viendo la idiosincrasia de los jugadores que tienes, con diferentes nacionalidades, y encontrar esa compatibilidad es la herramienta que hay que buscar para llegar al jugador y armar un equipo. La locura que caracteriza al futbol griego es lo que vi y eso puede explicar también mi adiós tan temprano.

¿Qué te ha traído de nuevo a Donostia?

Le había prometido traerle a mi hijo a ver un partido de la Real y se dio la situación perfecta. Hacía como 12 años que no venía. No conocía el nuevo campo y me pareció increíble. Lo había visto en imágenes, cuando lo inauguraron, pero en vivo es otra cosa, la gente tan cerca y luego el equipo, que está como está. Da gusto verlo. Fue algo impresionante. Se te pone la piel de gallina ver el estadio de esa manera, cómo alienta la afición y lo cerca que está del jugador.

Me imagino que se te acumularían muchas imágenes en la cabeza cuando entraste al campo, ¿no?

La verdad es que sí. Mi niño estaba enloquecido. Son muchos recuerdos. También sentí tristeza por no haber conseguido ese título que lo merecimos y lo trabajamos tanto. Se te pasan tantas cosas por la cabeza… Son los momentos de tu vida como futbolista, los gratos recuerdos que tienes; el trato de la gente, la manera de funcionar del equipo...

¿Sigues teniendo la sensación de que esa Liga se os escapó de las manos?

Fue increíble cómo se nos escapó después de la temporada que hicimos y de cómo había jugado el equipo. Por merecimiento, lamentablemente, no se gana una Liga, pero sí que la teníamos que haber ganado nosotros. Los recuerdos son grandes y siento mucha satisfacción de haber pertenecido a ese equipo y a esa institución. A la Real la tengo siempre en el corazón por todo lo que significó en mi carrera.

Schürrer lamenta la Liga perdida ante el Real Madrid. Relevo

Te queda un poco de rabia. Estuve por Donostia caminando y me reconocieron en un bar. Estaba comiendo un 'pintxo' y me comentaban lo de aquella Liga que perdimos. La gente se acuerda porque fue muy fuerte lo que se vivió en esa época. Si nosotros como jugadores lo tenemos presente, el hincha que lo vivió se acuerda y te hace recordar también lo fuerte que fue para todos, para Donostia. Para nosotros, que lo tuvimos tan cerquita, es imposible no lamentarlo, pero sí para recordarlo como algo muy lindo.

¿Qué es lo que nunca olvidarás?

Todo, cómo jugó el equipo, los compañeros... Veo a la Real ahora y veo eso, que va a jugar a cualquier campo y quiere ganar. Recuerdo esas cosas y nosotros éramos igual. No respetábamos al que estaba enfrente por más que fuera un equipo grande. Veo esta Real y se planta en Champions jugando de la manera en la que juega. Recuerdo todas esas cosas y, sobre todo, a la gente. Es imposible no recordar todas esas cosas. La gran campaña que hicimos, los compañeros, los entrenadores, todas las cositas que se fueron dando para vivir eso que nos tocó vivir a pesar de que no consiguiéramos el título, pero la gente se lo tomó como si así fuera por la manera en la que lo celebró.

Si te digo la verdad todos nos creímos que podíamos ganar la Liga a pesar de que el que venía por detrás era el Real Madrid. Estábamos muy bien, con esa confianza, con ese juego, con esa idea de ganar, con esa actitud positiva…

¿Se puede establecer alguna similitud entre este equipo y aquella Real?

Esta Real ya ha ganado un título de Copa con la pena de que nos agarró en pandemia y no se pudo celebrar con la gente. Esto viene en crecimiento, el juego del equipo, ver cómo se van acomodando las piezas, la verdad es que da gusto velos jugar. Tuve la suerte de estar en el campo y verlo en vivo y en directo cambia mucho. Ves todo. En la televisión ves cosas, pero en el campo, uno que es entrenador, ve tantas cositas buenas... Imanol y su cuerpo técnico vienen desde hace mucho afianzando una idea.

¿Qué es lo que más te gusta de esta Real?

La identidad de juego que tiene. Lo estuve hablando un ratito con Roberto (Olabe), los jóvenes que han aparecido como Barrenetxea, Zubimendi, Aihen Muñoz... Esa política de cantera es muy buena y da sus frutos. Lógicamente, luego tienes que tener jugadores que sostienen a esos jóvenes que vas metiendo en el primer equipo. Cuando salen estos jugadores y entran los jóvenes, el equipo no se resiente. Todo eso es muy positivo. Cómo se mueve Oyarzabal en una posición que no es la suya. Es increíble cómo lo hace, el desequilibrio de Barrenetxea por una banda y el de Kubo por la otra… Hay tanto que a uno que es entrenador le gusta ver. No solo al hincha de la Real, sino al que le gusta el fútbol, ver a la Real da placer. El hecho de poder jugar de la misma manera de local y de visitante, incluso en Champions, es algo digno de mención. Lo que hicieron, por ejemplo, en casa del Benfica, jugar con esa templanza, con esa actitud. Detrás de todo eso hay mucho trabajo.

Gaby Schürrer habla de lo que le gusta de esta Real Sociedad. Relevo

Pese a todos los elogios que se ha llevado el equipo por su puesta en escena ante el Barça, Imanol Alguacil estaba muy enfadado. ¿Lo entiendes?

Claro. Tú fallas y sabes el potencial del equipo que tienes enfrente. A veces pasa lo que pasa. Parecía que el partido ya estaba terminando, pero el Barça ya había avisado en la anterior. Imanol, incluso, no dejaba de hacer gestos para que el equipo saliera de atrás. Y llegó esa jugada en la que, con mucha calidad, Gündogan filtró un pase y entró Araujo de esa manera. Es lo que tiene cuando juegas ante esa clase de equipos. Hay que golpearlos porque te pueden golpear en algún momento. La Real tuvo el control del juego en todo momento, el control de tener situaciones de gol, pero no las materializó y lo sufrió. No se merecía, perder el partido.

Los Barrenetxea, Zubimendi y Aihen de ahora son los Xabi Alonso, Mikel Aranburu de tu época…

Soy entrenador y sé lo que es trabajar con la cantera y lo veo como algo fundamental, sobre todo en equipos como la Real Sociedad, que la política del club sea tener jóvenes promesas. Ojalá sigan por ese camino. Yo creo en ese camino. Estuve un poco en Zubieta y vi lo que hacen, lo que es, en lo que se ha convertido. Ese es el camino y ojalá no se aparte de esto. Lógicamente vas a tener que traer a futbolistas que no puedas formar y que te ayuden en esa inserción de los jóvenes al primer equipo, pero es fundamental para una institución como la Real seguir sacando jóvenes. Es increíble en lo que se ha convertido Zubieta. Hay una gran apuesta por todo esto, la cantidad de campos que se han hecho, las instalaciones... Es el camino y contar a la gente, darles a entender que con ellos puedes conseguir cosas. A veces hay que tener un poquito de paciencia. El hincha es el hincha, pero hay que tenerla porque estos futbolistas que están formados darán alegrías.

Schürrer se deshace en elogios hacia la Real. Relevo

¿Quién es el Xabi Alonso de este equipo?

Xabi era la prolongación de Denoueix en el campo por la posición que ocupaba. Él nos ponía en ataque y se insertaba en defensa. Ese pase largo, corto, filtrado, la gran técnica que tenía, el gran golpeo de balón... Era un jugador que se veía que marcaba la diferencia. Lógicamente, en la posición que ocupaba, miraba a Zubimendi en el campo y era lo mismo: se mete entre los centrales cuando lo necesita el equipo, sale, juega, rompe en ataque. Es un jugador que marca diferencias. Ver otra vez un jugador de esta jerarquía en el club es muy positivo. Y la gente que lo formó estará más contenta aún. Da gusto verle jugar.

Ese segundo puesto en Liga le dio la oportunidad a la Real de jugar la Champions League. ¿Qué recuerdos tienes?

Quedamos fuera en octavos, pero fue una experiencia muy buena. Quizá nos fuimos con la sensación de que podíamos haber avanzado un poco más. Éramos un plantel un poco más corto. En Liga no fue lo mismo que la temporada anterior. El equipo se resintió jugando la doble competición, pero me quedó, a mí por lo menos, la sensación de haber hecho algo más con ese equipo en Europa nos hubiera gustado a todos.

Viendo cómo ha empezado la Liga de Campeones la Real, ¿la ves con recorrido largo en la competición?

Yo es que a la Real la veo muy bien y muy a gusto con lo que hace. Es un equipo que se planta tanto en casa como fuera y sigue manteniendo esa idea y esa identidad de la que hemos hablado antes. Si logran mantener eso en el tiempo, que es lo más difícil, se puede soñar. A mí me da la sensación de que no solo lo están manteniendo sino que lo están mejorando. Se han ido jugadores importantes, como fue el caso, por ejemplo, de Isak o de Odegaard, y el equipo sigue respondiendo. Tener una identidad es vital y la Real la tiene. Hay jugadores, hay entrenador y hay una afición que te empuja. Hay ingredientes para que se puedan obtener objetivos más altos. Ojalá sea este año.

Schürrer se deshace en elogios hacia Igor Zubeldia. Relevo

Como central que fue, ¿le sorprende ver el rendimiento que está dando Zubeldia?

Tengo que decir que sí me está sorprendiendo. Es una decisión que viene por el hecho de salir desde atrás con el balón jugado. Pero además de eso, no falla en los duelos, es agresivo, tiene juego aéreo, no es un jugador que vaya a fallar en una situación porque esté en otra posición en la que él no se había formado. Jugar ahí le ha sumado cosas a favor que antes no tenía. Se le ve muy bien y te aseguras un inicio de jugada muy buena.