Gavi, el trofeo Kopa que no dudó en romperse la nariz para marcar un gol
En su primer torneo de F7 con el Barça, el canterano tuvo que ser operado tras recibir una patada en la cara mientras cabeceaba a gol.

Muy pocos dudan de la profesionalidad de Pablo Páez Gavira, más conocido por Gavi. El centrocampista del Fútbol Club Barcelona se ha dado a conocer al fútbol mundial gracias a su calidad y a su entrega, que le ha llevado a conquistar el trofeo Kopa. Un galardón que le coloca como el mejor jugador del mundo menor de 21 años. "Significa mucho para mí, la recompensa ha llegado ahora y ojalá vengan muchos más", decía el andaluz tras recibir el premio de las manos de Ronaldo y Pedri.
El trofeo, que en anterioridad lo habían ganado Mbappé, De Ligt y Pedri, sale de la suma de las votaciones de todos los ganadores vivos de la historia del Balón de Oro. Aún más mérito para el joven de Los Palacios, que se ha convertido en una pieza básica en los esquemas de Xavi Hernández a pesar de tener 18 años.
Gavi, que también es un habitual en las convocatorias de la Selección de Luis Enrique, está llamado a hacer historia. Renovado hasta el 2026, el centrocampista vive un idilio con el Barcelona, equipo que lo reclutó en edad alevín y con el que ha demostrado con creces su compromiso desde el primer día.
⚠️🔵🔴 La renovación más esperada en la Masia. Pablo Páez ‘Gavi’ seguirá de azulgrana. Estará en el Juvenil A. Jugador espectacular #fcblive pic.twitter.com/qKRkAFZs0j
— Albert Rogé (@albert_roge) September 7, 2020
Un debut con sangre
En su etapa en el primer equipo, Gavi ya ha enseñado sus credenciales. Mentalidad ganadora, no se arruga ante nadie y lo da todo por sus compañeros. Cada balón es importante y así ha sido siempre. En la Masia, donde lo han disfrutado muchos años, aún recuerdan alguna de sus hazañas.
Gavi, que llegó en edad alevín procedente del Betis, no pudo jugar los primeros meses por la sanción FIFA. El canterano tuvo que esperar al mes de febrero para vestirse de azulgrana y en su primer torneo ya enseñó su carácter competitivo. Fue, concretamente, en el torneo de Sant Cugat, a primeros de febrero.
El club azulgrana estaba disputando las semifinales ante el Espanyol, el rival por excelencia en Catalunya. En un balón que parecía perdido, Gavi no dudó en meter la cabeza para introducir el balón a gol. La mala fortuna para él fue que el defensor ya tenía la pierna cargada para despejarlo y su bota impactó en la nariz del azulgrana, que tuvo que ser sustituido.
El gol subió al marcador, pero Gavi ya no pudo jugar más. Rápidamente, le tuvieron que mandar al hospital y las pruebas detectaban que había fractura. A la mañana siguiente, tenía que pasar por el quirófano. Por suerte para todos, la intervención fue bien y al mes y medio Gavi ya estaba compitiendo de nuevo.
Garra ante 'su' Betis
Pau Moral, que fue su segundo entrenador en esa etapa, recuerda que "a la semana de ser operado ya quería entrenar. Es un animal competitivo. Recuerdo que en el siguiente torneo, hubo una situación parecida y volvió a meter la cabeza. Él solo estaba preocupado por si había marcado o no. Sí que lo hizo".
Ese segundo gol de cabeza fue ante el Betis, en el Torneo de Burriana, y también fue clave para su equipo. Además, en la celebración (como se puede observar en la imagen de abajo), Gavi lo celebró muchísimo, aunque los que tenía delante eran sus compañeros la temporada pasada. Así es él, un ganador que se desvive por y para su equipo.

El premio Kopa reconoce una irrupción que pocas veces ocurre. Gavi siempre había sido catalogado como una de las estrellas emergentes procedentes de la Masia. Lo difícil es estar a la altura de las expectativas. Él las ha superado y aún tiene toda una carrera por delante para seguir añadiendo hitos a su palmarés.