La generación del Atlético de Madrid que 'apadrina' Álvaro Morata gana LaLiga Promises

El Atlético de Madrid es el campeón de LaLiga Promises. El conjunto rojiblanco se impuso al Espanyol por 2-0 en una apretadísima final que no se decidió hasta los últimos minutos. Los rojiblancos repiten título por segundo año consecutivo en Orlando tras un torneo en el que han demostrado estar a la altura de la generación rojiblanca anterior.

Y si hay alguien que ha creído y que conoce bien a esta generación, ese es Álvaro Morata. El delantero es el 'padrino' de la generación del 2011 del Atlético de Madrid hasta el punto de que es un habitual como espectador en los entrenamientos del equipo que dirige Iván Trapero.

Los propios padres de los chavales, desplazados al ESPN Wide World of Sports lo explican así en Relevo: "El primer equipo entrena antes que nuestros chicos, justo en el campo de arriba. Normalmente, cuando acaban todos pasan por el campo y se quedan mirando, pero Morata se suele quedar a verlos un rato, habla con ellos e incluso les 'vacila' de forma jocosa", explican.

¿En qué ha derivado eso? En que los chiquillos lleguen "como locos a casa" cada vez que les ve Álvaro. "Cuando está Morata mirando lo saben y procuran entrenar mejor porque saben que les está mirando todo un internacional. Además, normalmente, cuando entrenan los sábados y los chiquillos tienen partido, Álvaro se queda a verles en la Ciudad Deportiva", continúan.

Que Morata sea un habitual de los entrenamientos ha provocado que otros compañeros se queden con él... Y el correspondiente vacile a los jóvenes atléticos: "A veces se quedan De Paul y Nahuel Molina con Álvaro y este último vacila a nuestros hijos diciéndoles que lleven cuidado, que están tratando con dos campeones del mundo", explican entre risas.

Pero no todo son vaciles, claro, Álvaro es un Atlético más y de hecho los padres de los niños están encantados con él: "No hay jugador que trate mejor a nuestros hijos, se nota que tiene la cultura de club interiorizada", comentan. "Un día, cuando el primer equipo estaba en una crisis de resultados, Morata les dijo a los chavales que para mejorar tenía que aprender de su mentalidad y volver a divertirse como ellos, que son niños", cuenta el padre de uno de los infantes. "Ese día, mi hijo llegó a casa eufórico", finaliza.