La gestión del derbi deja tocado a García Pimienta... pero con oportunidades para redimirse

Una derrota en un derbi siempre genera una complicada digestión y así ocurre también para el Sevilla y para Xavier García Pimienta. En el caso del entrenador sevillista, además, llueve sobre mojado, ante el foco que se ha depositado en los últimos sobre su figura y unas dudas que se han acrecentado con la gestión del duelo ante el Betis. Con todo, el puesto del técnico catalán no se pone ahora mismo en duda y la primera reválida llegará el domingo ante el Atlético de Madrid en un Ramón Sánchez-Pizjuán que exigirá una imagen bien distinta de los suyos.

Dos derrotas seguidas, ante Athletic y Betis, han rebajado el suflé europeo del Sevilla, que ahora necesita reencontrarse antes de pensar en objetivos más elevados. "Somos un equipo en construcción, con mucha gente joven incluida el cuerpo técnico", aseguró el propio García Pimienta tras el partido, aunque eso no le ha evitado las críticas por ese paupérrimo segundo tiempo de su equipo. Tras la remontada bética en el primer acto, el cuadro sevillista se mostró incapaz de generar fútbol y tampoco los cambios del entrenador le dieron más mordiente para intentar alcanzar al menos la igualada.

García Pimienta apuntó primero a la debilidad defensiva para dejarse remontar. "No tuvimos contundencia", dijo en la sala de prensa, para luego poner el acento en la falta de fútbol. Precisamente, esta cuestión también fue puesta sobre la mesa por Loïc Badé, uno de los pesos pesados del equipo. "Nos faltó creatividad, intentamos jugar pero para nada. Hay que trabajarlo en los entrenamientos y mejorarlo en los próximos partidos", dijo el francés en DAZN, donde volvió a insistir en esa necesidad de trabajar los conceptos ofensivos en el día a día. "Hay que trabajarlo, defensivamente en general tenemos buenas cosas, pero nos faltan muchas ofensivamente y se trabajan en los entrenamientos", añadió Badé con un mensaje que apunta al cuerpo técnico y que evidencia un cierto distanciamiento que no se expresaba hace unas semanas.

Si el planteamiento inicial de García Pimienta sí encontró premio, el Sevilla no supo reaccionar ni el entrenador lo ayudó con sus movimientos de piezas. La temprana sustitución de Isaac Romero o esos cambios finales que dejaron a Peque como organizador han generado debate sobre ese manejo del derbi que realizó el técnico catalán y su cuerpo técnico. La misma falta de ambición que se le ha achacado a su discurso apareció en un momento tan inoportuno como el derbi, cuando el técnico no encontró soluciones para que sucedieran cosas con el marcador en contra. Si la presión de mirar a Europa ha frenado al equipo en algunos momentos, el duelo ante el Betis dejó sobre la escena la peor versión del equipo como visitante.

Esas cuestiones ya estaban sobre la mesa de manera interna en la entidad. Aunque a principios de temporada se renovó al entrenador apuntando a su manera de trabajar, las voces discordantes han ido apareciendo con el paso del tiempo. La cercanía del coach, Richi Serrés, al vestuario tampoco ha sido acogida de buen grado por todos los integrantes del mismo, que lo consideran un elemento extraño, por más que sea de plena confianza de García Pimienta. Un cóctel de elementos que ya empezaron a generar runrún con los tropiezos en Nervión, pero que alcanza mayor trascendencia con la imagen de equipo perdedor en el derbi.

Todas estas circunstancias colocan sombras sobre el futuro de García Pimienta en Nervión. El pensamiento en el club era el acabar la temporada con el técnico y abrirse a un diálogo sincero al final, según las sensaciones que dejase el equipo. Varapalos como el del derbi, no sólo por el resultado sino por la gestión durante y después del mismo, dejan tocada la figura del entrenador, que, eso sí, tiene partidos por delante para demostrar que puede levantar al equipo. "Tenemos que mostrar nuestro carácter", concluyó el propio García Pimienta, consciente de lo que se juega en los próximos encuentros, comenzando por el domingo con la visita del Atlético del Cholo Simeone.