REAL MADRID

Así se gestó el fichaje de Camavinga por el Real Madrid

El Real Madrid fichó al francés en 2021, tras varios años de seguimiento y la oportunidad de mercado después de una discreta temporada en el Rennes.

Camavinga, en un partido con el Real Madrid./EFE
Camavinga, en un partido con el Real Madrid. EFE
Rodra P

Rodra P

Camavinga es la sensación del Real Madrid. Contra el Manchester City volvió a jugar un partido fantástico, siendo el futbolista merengue que más ocasiones creó (3), el que más balones recuperó (7) y el que más veces intervino (78). Además, le dio la asistencia a Vinicius en su gol. De lateral o de centrocampista, Camavinga se ha coronado como un jugador imprescindible para Ancelotti. En el club están asombrados con él.

Su fichaje no estaba en el plan del verano de 2021. El gran nombre del mercado era Mbappé. Camavinga llevaba en la lista del club blanco varios años, y en 2019 estuvieron muy cerca de incorporarle, pero finalmente se decantaron por no cerrar su compra. El fichaje fallido de Mbappé abrió una nueva oportunidad en el verano de 2021.

Camavinga debutó con el Rennes en Ligue 1 el 6 de abril de 2019 con 16 años, y firmó una irrupción espectacular. El futbolista francés de orígenes angoleños ganó el premio a mejor jugador del mes en la liga francesa ya en septiembre de ese mismo año, con una exhibición frente al PSG desde la posición de pivote.

Sus primeros partidos al máximo nivel ya despertaron el interés de los mejores equipos de Europa, y Camavinga cerró una temporada 2019-2020 con el 'hype' disparado. Sin embargo, al volver del parón de la pandemia, el rendimiento del centrocampista galo cayó. Su siguiente curso en el Rennes fue muy discreto, jugando de interior, perdiendo su plaza en el once titular y también el foco de los grandes clubes.

La historia de su fichaje por el Real Madrid

Ahí apareció el Real Madrid, que nunca se olvidó de él. Verano de 2021. En el equipo blanco sabían que Camavinga tenía condiciones físicas y técnicas para ser un jugador de élite absoluta, y sólo podían ficharle en un contexto: tras una temporada en la que no tuvieran que entrar en una puja con otros clubes por el francés.

Camavinga no hubiera venido al Real Madrid si su contexto de salida hubiera sido como el de Bellingham o Tchouameni, en el que todos los grandes de Europa les querían. En el club tenían claro que no iban a pagar 80 millones de euros por él, pero siempre le guardaron un hueco en su agenda.

El Madrid decidió acometer una operación de futuro tras no poder fichar a Mbappé en los últimos días de mercado, y el equipo de Juni Calafat se lanzó a por Camavinga. Con el riesgo que suponía tras una temporada de dudas en el Rennes, aún con 18 años, y con la ventaja de no tener que pelear con el poderío económico de sus rivales en Europa. El club blanco volvió a acertar.

Una cifra cercana a los 30 millones de euros que ahora ya es considerada como una de las grandes operaciones de estos últimos años. Un movimiento que casa con la política de fichajes del club, y que vuelve a salir de manera exitosa. La dimensión de Camavinga ya es la de un futbolista que se acercaría a los 100 millones de euros en el mercado.

En el Real Madrid no esperaban que el francés llegase a un nivel tan alto en tan poco tiempo, aunque apostaron por él cuando otros no lo hicieron. Camavinga siempre tuvo estrella; marcó gol en su debut con el Real Madrid y caló en el vestuario blanco por una personalidad que contagia de carácter y buenas vibraciones.