La 'masterclass' de Míchel tras los dos goles anulados por milímetros que meten al Girona en un lío: "No, no, no... 'asume tu error como yo asumo el mío'"
El conjunto catalán cayó derrotado en el Sadar y se queda a cinco puntos del descenso.

No da con la tecla el Girona para regresar a la senda del triunfo y cayó otra semana más en Liga, en este caso en el campo de un Osasuna que también necesitaba una victoria como el comer. Lo cierto es que los de Míchel mejoraron sus prestaciones e hicieron todo para vencer en el Sadar, pero ni tan siquiera salvaron un punto, lo cual complica mucho el final de temporada de los rojiblancos.
Con la victoria de Las Palmas, el Girona se queda a cinco puntos del descenso. El margen es importante, pero los números del equipo, que hace no tanto se planteaba luchar por Europa, es lo que preocupa en Montilivi: los gerundenses no ganan desde el 3 de febrero y acumulan apenas nueve puntos en lo que va de 2025. Claramente, son números de descenso.
En el Sadar lo que condenó a los rojiblancos fueron dos goles anulados por fuera de juego por cuestión de milímetros, vía VAR. El primero, obra de Arnaut Danjuma con 0-0 en el marcador tras un saque en largo de Gazzaniga y una prolongación de Yangel Herrera. Y el segundo, con 1-0 en el electrónica, fue obra de un Stuani que cazó un rechace a disparo de Arnau Martínez.
Todo les sale mal a los de Míchel, al que se le vio visiblemente enfadado en su área técnica, como es habitual en él. En uno de esos cabreos, las cámaras de televisión le pillaron abroncando a Yáser Asprilla, fichaje más caro de la historia del club, tras una acción que el cafetero finalizó con un disparo lejano, cuando, al parecer de Míchel, la jugada pedía otra cosa. Con el partido ya prácticamente decidido, en el 96', el propio Asprilla, con un chut desde fuera del área, marcó el 2-1 intrascendente en Pamplona.
«Cuando las cosas van mal tienes que agarrarte a tus orígenes»
"Todo el mundo tiene que levantarse. Más allá de perder, hemos hechos cosas bien. La realidad es que hemos hecho el partido que queríamos. Es que Osasuna ha estado continuamente defendiendo Osasuna. Pero hay situaciones a mejorar, claro. Un balón en saque de banda no puede ser gol. Llevamos ocho partidos sin ganar, pero creo que saldremos de esta situación", se arrancó Míchel, que en su primera respuesta en castellano, explicó porque está tan convencido de que su equipo se salvara.
Lo hizo a modo de contestación al periodista que le preguntó, pero, por lo que dijo y como lo dijo, también de arenga a los suyos, como las que graban las cámaras de LaLiga en las pausas de hidratación que le hicieron viral. En su día ya en Relevo nos adentramos en las charlar del vallecano, auténticas clases magistrales por lo mucho que transmite en el cara a cara.
"Serán jornadas duras y sufriremos. Mira, esto me lo dijo mi mujer, 'cuando las cosas van mal tienes que agarrarte a tus orígenes porque es lo que te va a dar la fuerza'. En los más de tres años y medio que llevo aquí hemos hecho muchos entrenamientos que siempre les he dicho de máxima exigencia, de máxima mentalidad para venir con la ilusión de volver a hacerlo bien. No puede caer en saco roto todo esto. Los jugadores tienen que sacar y están preparados para sacarlo adelante. Si viera un equipo derrumbado te diría 'tengo un problema', pero es al contrario. Llevo mucho tiempo que veo que están sufriendo, pero sé que tienen la capacidad para superar esta situación. Anímicamente les he dicho que no quiero ninguna cabeza baja porque a pesar del buen partido nos merecemos perdsr por nuestros errores, y esos detalles los tenemos que controlar", comenzó su respuesta.
"Y no podemos mirar para abajo. No, no, no, 'asume tu error como yo asumo el mío'. Hostia, Budimir no puede rematar. En un saque de banda no nos pueden hacer gol. Y lo sabéis. Y no es lamentarse, es decir 'joder, con el partido que hemos hecho, ¿me tengo que ir jodido? Porque dos situaciones controlables no las hemos controlado'. No valen lamentaciones ni cabeza abajo. Es lo que nos merecemos hoy. Es duro... también les digo las cosas buenas, como que venir aquí, dominar, ir a campo rival... y seguimos creyendo. Es muy difícil lo que hemos hecho. Pero también les digo la parte negativa", prosiguió.
"Me agarro a eso, a esos tres años y ocho meses. Y a las pautas de entrenamiento top que tiene muchos de los jugadores. Están preparados para competir y ganar a cualquier rival. No te puedes ir a la inmediatez del resultado... no, no, no. Hemos hecho tantas cosas bien en tres años y medio que no podemos decir que la cosa no se va a solucionar. Estoy convencidísimo de que vamos a salir", lo cerró el vallecano en una respuesta que duró más de tres minutos.