El Girona puntúa en un Camp Nou que aplaude más a Messi que al líder
Los de Míchel saltaron al campo con valentía y Gazzaniga hizo el resto.
Unos buscaban sellar -aún más- LaLiga. Otros, la invitación a competir en ella la próxima temporada. Durante los últimos días se vistió el Barça-Girona de derbi. Pero la realidad es que, a pesar de que no se llegó a sacar la bandera blanca, nadie se marchó a casa con un sabor agridulce.
El Girona, lejos de acurrucarse cerca de Gazzaniga, hizo del partido del Camp Nou una muestra de valentía. Saltó al estadio sin vértigo y con el manual de Míchel en la mano: presión alta, buen trato de balón y buscó cobijo cuando ya no pudo retener el balón. Ahí el Barça chocó una y otra vez. Ansu estuvo mejor que de costumbre, pero no descifró el arco gironí.
Los partidos encallados claman por un gol de la forma que sea, son una llamada a la aparición del nueve. Y Lewandowski volvió a desvanecerse. Estuvo torpe en los controles y en las recepciones y de cara a puerta se le cayó el colmillo. El Barça lleva demasiado tiempo sin noticias de Robert y el Camp Nou aplaudió más a Messi -en el 10- y a Gavi -en el 30- que a su propio equipo. El Girona sólo había logrado dejar una vez la portería a cero esta temporada. En el Camp Nou, la segunda.
ERIC GARCIA
💯 Mis 'dieses'
Tras la apuesta de Xavi por Marcos Alonso ante el Madrid, Eric volvió a tener una oportunidad. Si en el último partido liguero en Elche actuó como mediocentro, contra el Girona regresó a la línea defensiva. Y volvió a hacer lo que mejor se le da: ser importante con el balón. Además, no vaciló en salir de zona para dar vida a la presión de Xavi.
Con un Girona tan trabajado defensivamente y establecido en un bloque medio, al Barça le volvió a faltar frescura. Sin los quilates de Pedri ni la anarquía de Dembélé, los blaugrana volvieron a responder a medias las preguntas que le presentó el rival. Fue agresivo en sus conducciones para descubrirle la pista a Balde. Y, en defensa, dejó a Araujo con Castellanos y siguió a Iván Martín, ubicado como interior, para activar la presión al hombre del Barça.
Eric fue uno de los más destacados de los culés, lo que no deja de ser algo metafórico. Si un central es uno de tus mejores generadores es que una pata cojea. El Barça tuvo arquitecto pero le faltó interioristas.
ARNAU MARTÍNEZ
😎 Me reafirmo
Coincidió con Ansu Fati en La Masia y se reencontraron en el Camp Nou. Sus caminos han sido inversos. Mientras que el delantero intenta volver a ser el rayo que fue en sus primeros días, el lateral ha probado el barro de la Segunda División y ahora brilla en LaLiga. La actuación de Arnau en la que fuera su casa fue significativa.
La mejor versión del Girona de Míchel ha llegado con su adaptación al centro del campo. Cuando llegó Míchel, Arnau era central. Lo reconvirtió a un jugador de banda -lateral y carrilero- y ahora brilla al lado de Oriol Romeu. Su partido fue una consagración.
En el segundo tiempo, le entregó un balón al Taty que tendría que haber acabado en la portería de Ter Stegen. Mandó una pelota rasa, a decenas de metros, a la espalda de Araujo y Eric. Al argentino le faltó culminarla. En defensa cerró la pista de vuelo a Balde, a quien llegó a robarle un balón poniendo la cabeza donde muchos no ponen ni la pierna. Arnau está para los grandes escenarios.
LAS PIZARRAS
💡 La decisión
El Girona saltó al Camp Nou con sus ideales por delante. Se plantó delante de Ter Stegen un par de veces. Primero fue el Taty, luego Tsygankov. El Barça les calló con avisos de Lewandowski y Ansu. Con las cartas sobre la mesa, Míchel y Xavi removieron la baraja. El duelo cambió por completo. Míchel puso una trampa por dentro, trastabilló el cuadrado blaugrana e impidió que el Barça transitara con Raphinha y Balde. El Barça respondió con una presión individual muy agresiva que cortocircuitó a los gironins.
Sin juego interior y sin desborde por fuera. Balde no llegó, Raphinha no se despegó de Javi Hernández -el flashback de Camavinga-. Fue sintómatico que al descanso Míchel diera entrada a Aleix Garcia y Kessie por Roberto. El partido lo terminó decidiendo Gazzaniga en su área. En las pizarras, el duelo también acabó en tablas.
PEDRI Y DEMBÉLÉ
✔ Un tuit que me representa
Decía Xavi en la previa del partido que al equipo no le falta desborde. Y la realidad es que los blaugrana apenas lograron activar a sus futbolistas más diferenciales. El Barça sigue pensando en Dembélé con cierta nostalgia cada vez que los partidos se tornan abruptos.
El Barça, como viene siendo habitual, cuando puede robar arriba hace pupa. Simplifica todo el juego y ahí tiene futbolistas que pueden hacer daño por los tres carriles, pero cuando no puede correr y le toca pensar no para de extrañar a quienes no están: Pedri y Dembele.
— Miguel Quintana (@migquintana) April 10, 2023
El Barça voló cuando pudo robar arriba. Xavi intuyó que el Girona querría el balón y les tiró el anzuelo. Les dejó construir, pero haciéndoles saber que una pérdida sería la caída por el precipicio con el que coquetearon en sus salidas en corto. Cuando el Barça no tiene a su mejor pelotero, Pedri, paradójicamente, el equipo crea mejor cuando no tiene el esférico. Lo hace tras robarlo.
Ni Sergi Roberto en el primer tiempo ni Kessie en el segundo fueron respuesta. Cuando el Girona se echó atrás, ni el pie de Jordi Alba, acostumbrado a asistir, logró derribar el muro de Míchel. Los gironins defendieron el área como tan bien ha hecho el Barça últimamente. Lo realmente meritorio es que el equipo haya ganado tanto sin sus dos diamantes.
ORIOL ROMEU
😉 No me ha hecho cambiar de opinión
Oriol Romeu abandonó su sueño. Se despertó cuando menos deseaba hacerlo y no logró recuperarlo. Marcharse del Barça es algo así. Es dejar la gran pantalla para convertirte en un espectador. "La vida no es como la has visto en el cine", decían en Cinema Paradiso. Muchos años después, el canterano regresó al Camp Nou. Oriol, escudero de Aleix Garcia, es el encargado de poner luz al juego del Girona y de ensuciar el del rival.
El Girona no supo encontrar a Oriol y el equipo sufrió. El conjunto de Míchel no se desnaturalizó, quiso ser protagonista. Pero cuando el rival bloquea a Romeu, el Girona es menos Girona. Xavi le puso encima a Gavi y del duelo saltaron chispas. En la segunda, le sumó músculo a su zona con Kessie. Oriol, curtido en mil batallas, salió indemne. Es uno de los principales motivos por los que los de Míchel volverán a competir en Primera el próximo curso.