Jugar desde atrás, un 'problema' para los equipos de LaLiga

Marcar un gol lo es todo en el fútbol. Puede ser con un remate de cabeza tras un saque de esquina, de libre directo, en jugada personal o, cada día de forma más habitual, tras una recuperación en campo contrario. Porque en la última década, y sobre todo en el último lustro, los equipos españoles arriesgan mucho más a la hora de iniciar las jugadas desde atrás. Ya no se dan tantos pelotazos ni se producen excesivos pases directos entre el portero o los centrales y los delanteros, sino que la tendencia es la de crear juego a base de toques, algo que si sale mal penaliza bastante por la cercanía de la portería propia.

Las estadísticas muestran claramente la caída de juego directo en LaLiga: en la temporada 2018/2019 se realizaron 64,13 pases largos por partido de media, pero en la 2022/2023 ese número ha disminuido a 56,4, ocho menos. La competición doméstica ha evolucionado y muchos equipos apuestan por un juego de posesión, tanto los grandes como los más pequeños.

¿Qué efectos tiene este cambio de tendencia? Más recuperaciones cerca del área rival y también más goles tras ello. Que los equipos empiecen su ataque por el portero y los centrales acentúa la estrategia de los rivales en torno a esto: una línea de presión más avanzada para recuperar la pelota en los metros finales y más ocasiones rápidas para dejar al conjunto contrario sin margen de reacción. Los datos demuestran esta realidad: en la temporada 2018/2019 se registraron 6,74 recuperaciones en zona de ataque por partido, y ahora llegan a las 7,4.

Y es en este punto cuando aparecen las oportunidades de gol. Los defensas de LaLiga se arriesgan más en la salida de balón y los equipos rivales aprovechan estas ocasiones para marcar más tantos tras recuperaciones en zona de ataque. En los últimos 5 años, este tipo de goles se ha vuelto cada vez más común, lo que demuestra la importancia de la presión alta en el fútbol moderno y el curso 2022/2023 marca un hito: un gol de cada ocho proviene de una recuperación en las inmediaciones o dentro del propio área del rival. (0,12 por partido).

En el acumulado del último lustro son los equipos grandes los que más han aprovechado este cambio de tendencia en el estilo de juego que se vive en LaLiga. FC Barcelona y Madrid encabezan las clasificación de los conjuntos que más goles han marcado tras recuperar la posesión en su zona de ataque, con el Atlético de Madrid quinto. Por el medio se cuelan Getafe y Celta.

Los rojiblancos son los mejores este curso con siete tantos logrados de esta manera, mientras que Osasuna, flamante finalista de Copa, todavía no lo ha conseguido en la competición doméstica.

Los datos no dejan lugar a las dudas. Los equipos en España apuestan por el toque más que por el físico. Crear el juego desde atrás puede generar muchas ventajas en ataque, aunque si se hace mal, penaliza mucho más, ya que los delanteros que roban el balón se suelen encontrar a pocos metros de la portería. Lo que queda claro es que los defensas ya no solo defienden y los porteros ya no solo paran, sino que también juegan un papel importante en el ataque.