El gran momento del Athletic confirma que Nico Williams acertó con su 'no' al Barça
Los rojiblancos están 'volando' en LaLiga, a la estela de los grandes, con 16 partidos sin perder y sueñan con el primer título continental de su historia.

"Si algún grupo, de entre todos en los que he estado, puede conseguir el sueño que me queda es este equipo". Las palabras de Óscar de Marcos a sus compañeros cuando les anunció que colgará las botas a final de temporada, queriendo impulsarles a nivel emocional de cara al tramo final de temporada, resonarán en los próximos meses. No solo por ser los últimos del capitán como futbolista profesional, sino porque marcó el listón de la ilusión muy alto. El vestuario cree y quiere soñar con levantar la Europa League, el que sería el primer título continental en los 126 años de historia del Athletic Club.
Y no se conforman con eso porque en LaLiga mantienen el pulso a los grandes en LaLiga, a seis puntos del Barça, y defienden con uñas su plaza de Champions League. Cada día es una nueva demostración de madurez. La goleada al Valladolid, una exhibición de su potencial para mandar un mensaje muy claro al resto de competidores. Los rojiblancos no pierden en el torneo doméstico desde el 6 de octubre: 16 partidos (nueve victorias y siete empates) que suponen la segunda mejor racha de su historia, solo superada por el famoso equipo dirigido por Mr. Pentland en 1930.
Ernesto Valverde ha conseguido lo más complicado. Tras un éxito histórico como el del curso pasado, ganando la Copa del Rey después de 40 años, se podía llegar a pensar en un equipo relajado y que había tocado techo. Pero la ambición del grupo y del entrenador, que desde verano les viene convenciendo de que tienen potencial para seguir haciendo historia, ha derrumbado cualquier atisbo de duda. Creen en sus posibilidades y lo están demostrando con registros casi calcados, sumando 48 puntos en 25 jornadas, solo uno menos que sus mejores números del siglo, los 49 de hace un año.
Para entender esa confianza máxima que hay en el vestuario son clave varias situaciones. Los mencionados mensajes de Ernesto Valverde han tenido continuidad con varias charlas de los pesos pesados, que desde septiembre ya fijaban la Europa League como un reto por el que podían luchar. La Champions League también. Y, estos último, está ligado con otra clave muy importante: Nico Williams.
Si el pequeño de los hermanos decidió continuar un año más en Bilbao fue por la ilusión que le hacía competir en Europa de rojiblanco junto a su hermano, convencido de que el proyecto bilbaíno no había tocado techo y aún podían llegar muchas noches de gloria. Ahora, encabezando la lucha por la Champions League y con la final del 21 de mayo en el calendario de todo athleticzale, se abre también otro argumento de peso para intentar convencer al menor de los hermanos de que siga otro año más deleitando a San Mamés. Poder escuchar el himno de la Champions con el club de su vida no es algo que se pueda vivir cada año.
⭐️ Habla el 𝗠𝗩𝗣 del partido.
— Athletic Club (@AthleticClub) February 23, 2025
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Precisamente, la decisión de Nico de desestimar la oferta del Barcelona significó también un impulso anímico muy importante en el grupo. Hubo momentos en los que llegaron a asumir que saldría, tras su explosión en la Eurocopa, y cuando regresó a Lezama todos respiraron. Con la continuidad del extremo internacional el conjunto vasco era mucho más fuerte pero, además, mandó un mensaje de fortaleza al proyecto deportivo, que se ha demostrado que está en absoluto crecimiento. Sus compañeros así lo entendieron.
Y Nico no se equivocó en su decisión. Iñaki y los suyos le dejaron pensar tranquilo, y aunque en los primeros meses le costó digerir la presión que sentía cada vez que pisaba San Mamés por las altas expectativas que había sobre él, hoy disfruta. Está plenamente orgulloso de la decisión que tomó y afronta este tramo final con la ilusión de poner el broche a una excelente campaña en lo colectivo. "Ganar la Europa League sería la guinda. Somos conscientes de la responsabilidad que tenemos, pero sabemos que somos muy buenos, nos lo creemos y ojalá poder llegar a la final y ganarla", lanzó el extremo tras su doblete al Valladolid.
Por el momento, todo va sobre ruedas. El equipo ha demostrado a nivel continental poder mirar a los ojos a cualquiera, acabando la fase de liguilla como colíderes, con seis victorias, un empate y una sola derrota. En Liga, partidos como el de ayer ante el Valladolid demuestran el potencial de este equipo. De hecho, hay que remontarse hasta 1994 para encontrar un encuentro con siete goles rojiblancos en LaLiga, cuando superaron al Sporting de Gijón por 7-1. En todas las competiciones, los bilbaínos si celebraron siete goles en 2004, ante el Standard de Lieja, precisamente con Valverde en el banquillo.
Un doblete para mejorar sus números
La temporada del propio Nico Williams está siendo un tobogán de sensaciones y futbolístico. Es cierto que ha pasado algunas etapas a un nivel bajo respecto al rendimiento del curso pasado, pero ha respondido siempre en noches grandes. Suma ya seis goles y siete asistencias entre todas las competiciones, cerca ya de sus números como rojiblanco en la pasada campaña. "Esta temporada me está costando un poco más, todo lo que ha pasado en torno a mí no es fácil de llevar para un chaval de 22 años", reconocía ayer en sala de prensa.
Por eso, precisamente, celebró con tanta rabia el doblete anotado al Pucela. "Es muy importante para mí este doblete. Tengo que meter goles, dar asistencias y ayudar al equipo. Me sirve para coger confianza y poder hacerlo mejor en los próximos partidos". Él mismo se exige el máximo y no quiso ni siquiera dejar alguna duda sobre cómo ha sentido la exigencia de su público durante los meses en los que no brilló tanto: "El Athletic siempre me ha ayudado en todo lo posible, siempre me han dado la mano, ha sido muy importante para mí salir así del campo. Me quieren mucho, yo también les quiero mucho a ellos y quiero darles lo mejor".