Quique devuelve en un día el arrebato al Sevilla y hunde al Granada
El técnico se estrena con victoria y convenciendo. A su equipo le salió todo. Ramos marcó y se besó el escudo. Exhibición de Pedrosa y Suso.

Nuevo técnico, victoria segura. El Sevilla ha cumplido el tópico de los tópicos. Quique Sánchez Flores se ha estrenado con una goleada 0-3 que ha recordado al Sevilla de antaño y que ya tiene un aura similar al de José Luis Mendilibar. Es pronto, pero llegó a Nervión un entrenador habituado a competir en el barro, a pelear en la parte baja y con menos caché que otros y acabó convirtiendo al equipo en campeón de la Europa League. Sin Europa y con sensaciones algo peores, el nuevo técnico llega con el objetivo de respirar más pronto que tarde y, por qué no, llegar a pelear por la Copa del Rey o los puestos europeos. Para ello, deben mantener el ritmo que han mostrado ante el Granada y ese toque mágico de las primeras veces, cuando todo es perfecto.
Y lo fue desde el minuto 1. Quique Sánchez Flores, ante el extenso carrusel de bajas, alineó a cinco atrás, a Soumaré con Oliver y Suso y a Ocampos y En Nesyri en busca del gol. Empezó mandando, con internadas de un pletórico Pedrosa. Solo Suso le compitió el MVP. ¡Qué futbolista! Agarró la brújula, su nuevo entrenador le dio libertad y su paseo por Los Cármenes resultó triunfal. El Granada trató de calentar en el partido sin noticias de Bryan Zaragoza y dos intentos dóciles de Gonzalo Villar y Antonio Puertas.
Suso tenía otros planes. Quique mandó a los suyos a la presión arriba y recuperaron decenas de balones traducidos en hambre de victoria. Una pérdida de un horrendo Granada le entregó el balón a Suso, acto de riesgo. Este condujo, abrió para Pedrosa y su centro impactó en Ricard para acabar en el fondo de la red. No midió bien André Ferreira, tuvo mala suerte el lateral y tampoco conectó En Nesyri con el balón, pese a que la realización se empeñó en darle el gol.
El primero en el casillero del Sevilla acentuó la ansiedad del Granada y Quique Sánchez Flores lo explotó al máximo. El hambre de sus jugadores les llevó a presionar de forma asfixiante a su rival, a generar un miedo escénico en Los Cármenes, como si fuera territorio enemigo. Mientras, Suso era el alma libre, el creador, escoltado por un Soumaré que es mucho menos técnico que valioso. Otra presión alta, en este caso de En Nesyri, generó un nuevo error granadino que aprovechó Ocampos para chutar a la escuadra. Cuando el viento sopla a favor... Media hora y la sensación de que los Bulls de Jordan, el Dream Team, el Ajax de Cruyff, la Brasil de Pelé o el Barça de Guardiola también hubieran sucumbido ante los de Nervión.
El Granada se desmorona
El duende de uno y la maldición del otro. Tanto mérito como desdicha. Antonio Puertas, en el descuento del primer tiempo, hizo un magnífico autopase en el interior del área, recortó y se encontró con un Dmitrovic que es otro que ha pasado de flaquear a marcar diferencias. Algo de mala fortuna se le contagió provisionalmente al Sevilla y a un Pedrosa que ya le faltó que no le contaran el primer gol. Un jugadón de fuera a dentro acabó en zapatazo a la madera. Para colmo, botó casi en la línea.
En las buenas y en las malas. SIEMPRE. ⚪️🔴#GranadaSevillaFC pic.twitter.com/GO8HXUWHRT
— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) December 19, 2023
Podría haber sido el psicológico, aunque la psicología ya había impuesto su ley. El Sevilla llegó al descanso volando. El Granada, tocado y casi hundido. El casi se acabó con un soberbio cabezazo de Ramos a envío todavía mejor de Suso. Perdón que insista: ¡qué futbolista! Y el central, que estaba deseando resarcirse, se besó el escudo. Una vez. Y otra. Y otra.
El 0-3 facilitó a la zona de prensa escribir la crónica. Ni el Sevilla quería hacer más sangre, que demasiado tiene con lo suyo, ni el Granada gastar balas extra y sobrecalentarse en un partido del que ya apenas podía sacar nada. La recta final, aun así, se empeñó en demostrar que al Sevilla le hubiera tocado el Gordo y el segundo premio si el sorteo hubiese sido este martes y que los del 'Cacique' Medina serían los compañeros de empresa que no han comprado el décimo mientras el resto descorcha el champagne.
Dmitrovic realizó otra parada sobresaliente. Todo sale bien. Si hasta Quique Sánchez Flores le pudo dar la oportunidad a Manu Bueno, que vio roja directa por un pisotón a Lucas Boyé. Antes había tocado el balón, por lo que el VAR avisó al colegiado, que anuló la expulsión y la dejó en simple amarilla por temeridad. Así que, ya saben, si hoy tienen la fortuna de pasar por Los Cármenes, busquen chocar la mano con un integrante de la expedición sevillista. Quique ha espantado el 'mal bajío'. Ahora, le toca mantenerlo. Y Medina... Medina se aferra al otro tópico por excelencia. "Año Nuevo, vida nueva".
La ficha técnica del partido:
0 - Granada: André, Ricard, Ignasi Miquel, Torrente, Carlos Neva (Álvaro, m.64), Sergio Ruiz (Petrovic, m.64), Gumbau, Gonzalo Villar (Uzuni, m.46), Bryan, Antonio Puertas (Callejón, m.78) y Lucas Boyé.
3 - Sevilla: Dmitrovic, Juanlu, Gudelj, Sergio Ramos, Kike Salas, Pedrosa, Soumare (Marcao, m.86), Oliver Torres, Suso (Manu Bueno, m.71), Ocampos (Rafa Mir, m.71) y En-Nesyri (Januzaj, m.81).
Goles: 0-1, m.23: En-Nesyri. 0-2, m.32: Ocampos. 0-3, m.49: Sergio Ramos.
Árbitro: Busquet Ferrer (C. Balear). Mostró cartulina amarilla al local Gumbau (m.39) y al visitante Manu Bueno (m.73)
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 18 de LaLiga disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante 16.534 espectadores, varios cientos de ellos aficionados del Sevilla.