Expediente Hazard: todos le quieren... pero ya nadie le tiene fe
"Es muy buen chico", dicen de él en Valdebebas. Sin embargo, no le ven para jugar. El miedo al choque le condiciona.

"He sido un líder en la selección y en el Chelsea; seguramente aquí, en el Real Madrid, será lo mismo". Con esta declaración de principios, ambiciosa, se presentó Eden Hazard en el Santiago Bernabéu, el 13 de junio de 2019. 1.296 días después, la realidad del jugador la verbalizó Carlo Ancelotti en la sala de prensa del estadio José Zorrilla: "Hazard jugará contra el Cacereño". El futbolista que fue al Madrid por 100 millones para heredar el dorsal, el espacio y la trascendencia de Cristiano sólo está para la Copa del Rey. Un contexto insostenible en cualquier figura, pero en el que el belga está logrando sobrevivir gracias a su carácter.
"Es muy buen chico, implicado y esforzado", dicen en Valdebebas quienes le observan entrenarse a diario. Eso le está 'salvando' de una cruz permanente. Aseguran en el vestuario que es una delicia verle completar los ejercicios individuales, tanto de circulación de balón como regates y remates. Sin peligro de choque, Hazard parece reverdecer. En este parón tras el Mundial lo ha vuelto a demostrar. Todo cambia cuando llega el trabajo de presión. Ahí, el belga se encoge, temeroso de una colisión que le pueda lesionar de nuevo. Ese miedo le convierte en un jugador que se aleja de su estatus y le descabalga de los planes de Ancelotti.
El Madrid disputó 17.020 minutos oficiales desde el fichaje de Hazard; el belga sólo jugó el 20,9%...
El resumen de la situación de Hazard en el Real Madrid es el siguiente: todos le quieren, pero ya nadie le tiene fe. Otro botón de esta muestra se expuso en Valladolid. No jugó ni un solo minuto en el triunfo por 0-2 mientras que sí lo hicieron, aunque fuera de manera testimonial (cuatro minutos), mundialistas con más kilómetros y cansancio acumulado como Tchouameni y Modric. El suyo no ha sido un derrumbe súbito sino progresivo hasta convertirse en un elemento residual. Tanto con Zidane, entrenador que le veneraba, como con Ancelotti. La estadística es fría, pero también reveladora. El Real Madrid ha disputado 17.020 minutos oficiales desde el fichaje de Hazard; el belga sólo ha jugado 3.573, el 20,9%...
Hazard aterrizó en Madrid en verano de 2019 con el cartel de fichaje galáctico, de jugador diferencial. Sin embargo, no ha ejercido como tal. De blanco, nunca ha jugado un Clásico contra el Barça (se perdió cuatro por lesión y no disputó ni un minuto en otros cuatro por decisión técnica) ni una final (suplente en la Decimocuarta y en la Supercopa de Europa), sólo un derbi ante el Atleti (el primero de su primera temporada)... En los días clave, el belga nunca ha aparecido. Por cuestión médica o por decisión del entrenador.

Asumir la realidad es el primer paso para que deje de doler. Hazard ya tiene digerido que nunca volverá a ser el de antes de aquella lesión en el tobillo que sufrió tras una entrada de su compatriota Meunier (ante el PSG, en noviembre de 2019). Aunque es cierto que aterrizó en el Real Madrid pasado de peso, aquel contratiempo no sólo le quebró la articulación; también la seguridad en sí mismo. Desde entonces no levantó cabeza, con recaídas, varias operaciones, achaques y temores. Aunque esta temporada (2022-23) no era una temporada más para Eden.
Se presentó el pasado verano en Valdebebas aún con los ecos de su promesa a la afición blanca en Cibeles, después de ganar la Decimocuarta ("Llegué hace tres años, pero pasó la lesión, muchas cosas... ¡El próximo año voy a dar todo por vosotros!") y con el desafío de reencontrarse a sí mismo para renacer en el Mundial de Catar. Pero ni está cumpliendo su juramento con los blancos y de Catar salió por la gatera. Tanto que anunció su retirada de la selección.
Con contrato hasta 2024, Hazard tiene fecha de caducidad en el Real Madrid. Del Mundial llegó espoleado y herido en el amor propio. Cuando se incorporó en los entrenamientos, se le vio ágil y afilado. Eso sí, en los amistosos ante Getafe y Leganés volvió a palidecer. Sin un milagro que lo remedie, el belga saldrá el próximo verano de Chamartín. El mediapunta insiste en que quiere cumplir lo firmado y quedarse un año y medio más, pero en el club, donde le tienen en muy alta estima, no le ven más recorrido.
Con 229 minutos, es el 20º madridista en minutos disputados esta temporada. Sólo Mariano (25'), Vallejo (17') y Odriozola (inédito) han jugado menos que Hazard. El próximo martes, volverá a tener una nueva oportunidad para intentar demostrar que aún es reciclable. No será en Champions, ni en una final. Será en Copa, contra el Cacereño, de Segunda RFEF. Su realidad.