La historia de Lewandowski y Lamine en dos fotografías que explican el ascenso de la joya de La Masia

Lo primero que hizo Robert Lewandowski al anotar el 1-0 contra el Rayo Vallecano fue buscar a Lamine Yamal. El canterano le había puesto un centro precioso al segundo palo que el delantero remató para convertir en el primer gol del partido. El polaco le abrazó para felicitarle. A mediados de noviembre, un feo gesto de Lewandowski sobre Lamine por una jugada idéntica en la que el catalán no le buscó generó una polémica que él mismo apaciguó. "Es una situación normal", justificaba. El tiempo, en cierto modo, le ha dado la razón.

Contra el Alavés, en Montjuïc, faltaban pocos menos de 20 minutos para acabar el partido y el Barça no lograba despegarse del empate. Lewandowski se peleaba cerca de Antonio Sivera con Rafa Marín y Abdel Abqar, decepcionado al ver que no le llegaban balones. Pasado el 70 de juego, en una acción desde el pico del área, Lamine vio como Robert atacaba el segundo palo, pero prefirió optar por otro camino. El polaco se lo recriminó e incluso le apartó la mano cuando Yamal se la quería chocar.

Horas más tarde, el propio Lewandowski quitaba hierro al asunto y desde el entorno de Lamine aseguraban que no había problema alguno. "En los que respecta a mi relación con él, le ayudé mucho y le di consejos. Incluso en ese partido", explicó el polaco. "Es normal decir o gritar algo en el campo, pero toda la situación fue un accidente total. No tiene nada más ni ningún significado", cerró.

La protesta de Lewandowski estaba motivada porque Lamine no leyó su gesto, un movimiento que Robert repite con insistencia. Ataca la zona entre el lateral y el central para sorprenderle apareciendo por la espalda de este. En la secuencia del Alavés, con Balde arrastrando al lateral, Lewandowski se presentaba solo en la zona del segundo palo.

Con el tiempo, Lamine ha ido aprendiendo qué zona debe alimentar cuando Lewandowski está dentro del área. El canterano lo busca con asiduidad. Ante la Real, se pudo ver en un par de ocasiones. No hace falta ni mirar: sabe que estará en el segundo palo.

En la recta final del partido se repitió una acción idéntica. Lewandowski atacó la zona entre Traoré y Le Normand y Lamine le encontró. Normalmente, la zona del primer palo la visitan los interiores, siendo Fermín el más incisivo a la hora de presentarse en la zona de los hechos. Es el mismo recorrido que durante tantos años ha trazado Kevin De Bruyne y que todavía hoy le sigue dando resultados al Manchester City. El espacio que un día Pep Guardiola describió como "la zona indefendible".

Ante el Rayo, la conexión acabó en gol. Fermín se desmarcó a la espalda del Pacha Espino, que defendía a Lamine, mientras que en el costado opuesto Lewandowski esperaba detrás de Mumin. Poco a poco, esta jugada se ha ido volviendo un clásico entre Lamine y Robert. El delantero incluso tuvo tiempo para controlar el balón.

"Tengo una conexión con él. Desde el principio de temporada a ahora, puedo decir que ha dado un paso adelante. Ahora veo muchas cosas que al principio no veía, y no solo por él, sino también pensando en el equipo", comentó recientemente Lewandowski en una entrevista para Mundo Deportivo. "Tengo experiencia y quiero ayudarle con la mentalidad. Es muy importante tener los pies en el suelo pensando en el largo plazo. Lamine tiene un gran futuro", aseguró.

Hasta en siete ocasiones un pase del delantero catalán ha acabado en disparo de Lewandowski. Las mismas veces que Fermín y solo por debajo de Gündogan, con ocho. Le hacen la competencia dos excelentes llegadores. Además, dos de las seis asistencias que el de Rocafonda lleva este curso se las ha entregado a Robert. Lewandowski siempre ha sido partidario de jugar con dos extremos naturales que puedan alimentarle de balones, por lo que la presencia de Lamine le estira la carrera. Ahí están los resultados.