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Horacio Gaggioli contesta a Minguella por la 'guerra' de la servilleta de Messi: "Falta a la verdad, nunca fue suya"

El que fuera intermediario del fichaje del argentino por el Barça se defiende de las acusaciones tras subastar el preciado documento.

La servilleta de Messi. /AFP
La servilleta de Messi. AFP
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Todo lo que rodea a Leo Messi se sale de madre. Sus actuaciones futbolísticas forman parte de la mejor videoteca de cualquier coleccionista, así como su vida, sus amigos, sus decisiones, sus contratos... Incluso los que se firmaron en una servilleta cuando él apenas tenía 13 años y no sabía todo lo que le depararía el fútbol. Ni la vida. Esa famosa reliquia, que lleva en manos de Horacio Gaggioli, intermediario de la operación por aquel entonces, desde aquel diciembre del 2000 y ahora sale a subasta, ha sido el centro de la guerra entre el argentino y el representante Josep Maria Minguella.

"Las versiones de Minguella son contradictorias y faltan a la verdad", se arranca Gaggioli, quien contacta con Relevo para contestar las acusaciones de Minguella en distintos medios de comunicación durante las últimas semanas. "Ahora está aprovechando la visibilidad mundial de la venta para mantener y aumentar su caché en radio y televisión a costa de la verdad", añade, antes de relatar la famosa historia de la servilleta que se puede adquirir en Bonhams, casa de apuestas americana, por unos 300.000 euros de punto de partida.

Después de aquella firma entre Carles Rexach, Minguella y Gaggioli, el intermediario se quedó la servilleta. Y ha estado en su poder desde entonces. Primero, en una caja fuerte en Barcelona y luego en Andorra. "Varias veces he aparecido en prensa públicamente como propietario de la servilleta y nadie me ha desmentido nunca, ni Minguella ni nadie. Por ejemplo: en Marca el 11 de enero de 2012 o en Sport el 30 de agosto de 2020, entre otras muchas", explica el argentino afincado ahora en Andorra.

Minguella se había posicionado públicamente en contra de que se subastara la servilleta porque considera que la propiedad recae sobre los tres y no solo sobre Gaggioli. Además, el representante desea que esta se exponga en el Museu del Barça, situación que se negó en la etapa de Sandro Rosell de presidente porque no se llegó a un acuerdo. Gaggioli considera que "las versiones de Minguella son contradictorias y faltan a la verdad. Un día dijo que la servilleta "estaba en su despacho en una carpeta y no le dio más bola". Otro día dijo: "yo guardé la servilleta tras el encuentro (en el Pompeia) y me la llevé a casa". Es decir, la servilleta nunca estuvo en su despacho en una carpeta. Cae en versiones contradictorias porque Minguella no ha sabido nunca donde estaba la servilleta, porque la servilleta no ha sido nunca suya".

«Respeto mucho la profesión de conductor, pero no lo fui»

Minguella y Gaggioli se pusieron en manos de abogados para poder resolver este litigio, incluso Minguella despreció a Gaggioli al considerarle simplemente el chófer de los Messi. "Respeto mucho la profesión de conductor. Que Minguella diga que yo fui el chófer de la familia Messi me halaga, a pesar de que él use un tono despectivo del que se debería disculpar. Pero tampoco es verdad, no lo fui", recalca.

Mientras la subasta se efectuará, Gaggioli argumenta que tiene la razón en este asunto al ser el poseedor de la servilleta desde el mismo día que se firmó, mientras que Minguella no ha sido capaz, según explica, de contestar de forma oficial a lo que le requirieron sus abogados. "Minguella ha sabido siempre que la servilleta estaba en mis manos. Nunca me la ha reclamado desde diciembre del 2000. He respondido al burofax de Minguella el 18 de marzo de 2024 y Bonhams también lo ha hecho (el dia siguiente). Le hemos exigido que mantenga ante notario lo que dice en radio y televisión y no ha sido capaz de hacerlo".

En los próximos días se vivirán nuevos capítulos. Seguramente cuando alguien se haga con uno de los valores más simbólicos en la carrera de Leo Messi.