La impaciencia de Lamine Yamal sale a la luz con Raphinha y dibuja la estrella que quiere ser: "Un día volverá a marcar, es lo normal"

Cuando el árbitro señaló el final del partido, Lewandowski y Marc Casadó fueron los primeros que se acercaron a saludar a Lamine Yamal. Algo cabizbajo, el de Rocafonda desvió su camino hacia el túnel de vestuarios para chocar la mano con Koundé. Tuvo unas palabras con Héctor Fort y en su camino hacia la ducha se cruzó con Raphinha. La imagen del brasileño con Lamine deja dos conclusiones.

Raphinha fue uno de los jugadores que más 'sufrió' el ascenso de Lamine. En los primeros compases del canterano con Xavi, el brasileño veía en él un grado de competencia importante. Con el paso del tiempo, como sucedió con Lewandowski, aceptó el talento y la jerarquía de Lamine y su relación es difícilmente mejorable a día de hoy. Raphinha se mostró cariñoso con un Lamine que, con gesto impotente, señalaba la portería mientras se quitaba con desgana la venda de la mano.

El delantero catalán estuvo muy insistente en la segunda parte, cuando Barcelona y Real Sociedad parecían estar dispuestos a dejar morir el encuentro y pensar en la próxima semana. En la primera parte, Lamine descosió a Javi López, conectó con Dani Olmo y el mediapunta asistió a Gerard Martín en el que fue su primer gol con la camiseta del Barça. Tras el descanso, uno de los pequeños retos del equipo era que Lamine volviera a encontrarse con el gol en Liga, donde no anota desde el Clásico de octubre.

Aunque los números son algo engañosos. Desde el inicio de temporada hasta fin de año, Lamine marcó seis goles. En este 2025 lleva cinco. Pero le pesa el historial reciente en Liga. Hansi Flick, de hecho, optó por dejarlo todos los minutos en el campo. Descansaron Cubarsí, Raphinha, Pedri, Olmo y Araujo. En la segunda parte, Lamine llegó a pisar zonas poco habituales para él, acabando jugadas en el sector izquierdo. Fue el futbolista más activo del Barça.

Remató cinco veces -solo Lewandowski, con siete intentos, lo probó más-, generó cinco ocasiones y fue el jugador que más pases completó en el último tercio de campo, con 55. Lamine chuta en esta Liga 1,5 veces más por encuentro que la pasada. Ante la Real, estuvo un tiro por encima de su media. Imanol Alguacil no diseñó ningún plan específico para él -"no soy ese tipo de entrenador", justificó-, no se salvó de que fuera el futbolista que más regates completara (5). Es el futbolista de LaLiga más virtuoso en este aspecto, por delante de Lukebakio y Mbappé en el podio.

"No voy a descubrir a Lamine. A los que no somos del Barceloma, a lo que nos gusta el futbol, jugadores como Lamine nos gusta verlos", reconoció Imanol. "Si no está Lamine, es Raphinha, Casadó, Pedri, la temporada de Iñigo Martínez… tenéis un plantillón", comentó. Flick aprovechó para desviar del foco el aspecto goleador. "Todos los jugadores quieren marcar. Es importante que dé también el último pase, en eso es muy bueno. Siempre está preparado para generar ocasiones. Un día volverá a marcar, es lo normal", aseguró.

"Siempre intenta muchas cosas, pero los oponentes también lo están haciendo bien. La Real es un buen equipo, me gusta como juegan. Lamine está en el camino correcto. No importa quién marque porque somos un equipo. Cuando marcamos cuatro, todos estamos contentos", cerró el alemán. El Barça lleva 124 goles en 40 partidos. Y aunque Lamine está lejos de las aportaciones de Raphinha o Lewandowski, la autoexigencia en mejorar sus cifras evidencia que su techo puede estar mucho más alto.