SEVILLA FC

"Platos rotos", trincheras y bolsillos vacíos: la cruda realidad del Sevilla

La entidad de Nervión afronta un verano de cambios en el banquillo y la plantilla, entre recortes en el límite salarial y líos accionariales.

El presidente del Sevilla, José María del Nido Carrasco./EFE
El presidente del Sevilla, José María del Nido Carrasco. EFE
Samuel Silva
Alonso Rivero

Samuel Silva y Alonso Rivero

El Sevilla pasa por tiempos convulsos. Al fracaso deportivo de la temporada se añaden la delicada situación económica y una guerra de trincheras en el apartado institucional. Tres patas que se retroalimentan y que generan una enorme incertidumbre en el club de Nervión de cara a la temporada 24-25 para la que todavía no se tiene decidido ni quién será el entrenador que se siente en el banquillo. Toda la polémica generada con Jesús Navas, con ese anuncio de despedida y su posterior contrato vitalicio, sólo fue la punta del iceberg de un desconcierto de imprevisibles consecuencias.

La primera incógnita responde al inquilino del banquillo. El adiós de Quique Sánchez Flores, que ha pasado por vaivenes en estas últimas semanas que pudieron dejarlo en la entidad, llevó a los dirigentes a retomar los contactos con esos entrenadores con los que se había dialogado en este tiempo. Un nuevo intento por Jagoba Arrasate se encontró con el compromiso adquirido por el técnico vizcaíno con el Mallorca, lo que también amplía de nuevo el casting en busca de esa figura que genere consenso entre la cúpula ejecutiva y la dirección deportiva.

Pero existen más problemas. La reducción de ingresos tras quedarse sin competición europea por vez primera en una década y las pérdidas acumuladas en los años anteriores condicionan la planificación de los dirigentes, que tendrán que reducir drásticamente el presupuesto y también el coste de la primera plantilla. De los 152 millones de euros que LaLiga otorgó el pasado mes de febrero al Sevilla como límite salarial se pasará a los poco más de 75 previstos para comenzar el verano. Aunque las salidas de jugadores que finalizan contrato y que no seguirán en la entidad, como Óliver Torres o Lamela, ayudarán a rebajar el coste de la plantilla, los dirigentes tendrán que buscar otras operaciones para cuadrar los balances.

El asunto de Jesús Navas no era el único encima de la mesa de la entidad. A la espera de lo que suceda también con Sergio Ramos, que ahora mismo escucha propuestas de Estados Unidos y Arabia Saudí, el Sevilla necesita realizar una revolución en la plantilla para adecuarse a sus nuevos parámetros económicos, lo que supondrá también el adiós de algunos de los futbolistas de los últimos éxitos. Jugadores como En-Nesyri, Acuña o Suso, que finalizan sus contratos en 2025, también se encuentran en el foco pese a que han sido importantes en esta temporada; otros como Rafa Mir, Januzaj, Joan Jordán, Nianzou o Marcão están en la rampa de salida, pero sus vínculos de larga duración y con fichas elevadas dificultan encontrarles un destino.

La tarea para Víctor Orta será mayúscula, aunque cuenta con la confianza de los dirigentes, comenzando por el presidente, José María del Nido Carrasco, que siempre lo ha defendido en sus comparecencias públicas. "Está pagando los platos sucios o rotos de un proyecto que no era suyo", señaló recientemente el máximo dirigente sevillista. Eso sí, decisiones desacertadas de esta temporada, como la contratación de Diego Alonso, tampoco ayudaron a mejorar los resultados deportivos y económicos. Eliminado de la Champions en la fase de grupos, el Sevilla acumuló un enorme desfase con el plan previsto, lo que también supuso recortes en los ingresos.

Del Nido Carrasco comunica el adiós de Quique Sánchez Flores.

A esos desajustes económicos y deportivos se añaden la voz siempre presente desde la oposición de José María del Nido Benavente, el máximo accionista de la entidad y que aprovecha cualquier excusa para arremeter contra los actuales dirigentes. Lo peor es que en los últimos tiempos las actuaciones del Sevilla otorgan la razón al expresidente, lo que alimenta los debates, sobre todo, en unas redes sociales donde la polarización también se vive en clave sevillista.

"Feliz por la renovación de Jesús Navas, pero triste por la manera de gestionarla, como todo lo que hacen los actuales okupas. Aunque dice el ilegítimo que todo funciona como un reloj. Ha dicho en la rueda de prensa que la afición es soberana. Pues la mayoría de la afición y del accionariado del club está en contra de la actual directiva, pero se agarran a un clavo ardiendo para seguir cobrando salarios fuera de mercado y varias veces por encima de lo que ganarían en sus trabajos ordinarios. El sentir del aficionado es que la directiva actual ha cumplido su ciclo. Nosotros seguiremos haciendo oposición para que este Consejo ILEGÍTIMO salga cuanto antes del Sevilla FC dado que no lo quiere absolutamente nadie", fue el último mensaje de Del Nido en las redes sociales y que ejemplifica ese ambiente bélico que envuelve a los accionistas de la entidad.