Indagando en la campaña electoral del primer mandato de Joan Laporta: "No estaba previsto que pasara las firmas"
Toni Rodríguez, el actual presidente de Intermedia, dirigió la comunicación de la campaña de Laporta.
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Han pasado 22 años de las primeras elecciones que ganó Joan Laporta. El actual presidente presentó candidatura en 2003 con un equipo muy fuerte, rodeado de gente influyente en sus sectores y con un potencial que daba miedo. Xavier Roig, asesor del exalcalde de Barcelona Pasqual Maragall (1982-1997), fue el director de la campaña. A su lado estuvo Toni Rodríguez, jefe de prensa y actual Presidente ejecutivo de Intermèdia, que se encargó de dirigir la comunicación de la campaña.
"Cuando nos propusieron dirigir la campaña nos presentaron a un candidato que no estaba claro ni que fuera a pasar las firmas", recuerda Rodríguez en una entrevista con Relevo. Toni acompañó a Laporta durante sus dos primeros mandatos al frente del FC Barcelona (2003-2010). "Nuestra idea inicial era la de pasárnoslo bien. Personalmente es la experiencia profesional y vital más importante de mi vida. Se generó una eclosión de energía, felicidad, compañerismo y con gente muy diversa, especial", rememora.
Detrás del equipo de comunicación de Laporta existía un mecanismo engrasado a la perfección. "Cerramos el acuerdo en 30 minutos", explica Rodríguez. "Primero nos presentaron a Ferran Soriano. Quedamos en La Oca y media hora después ya conocimos a Joan Laporta y nos pusimos de acuerdo muy rápido. Nos lo queríamos pasar bien", insiste. Precisamente Soriano, vicepresidente económico y director general del Barça entre 2003 y 2008, fue el jefe de operaciones de aquella campaña electoral. "Teníamos un equipo de campaña potentísimo. Me di cuenta del potencial que había. Era una mesa con cuatro patas. Estaba el carisma de Laporta, el conocimiento del mundo de la empresa de Soriano, el conocimiento en el sector industrial del deporte de Rosell y el conocimiento de la ciudad que tenía Albert Vicens, que conectaba el proyecto con la sociedad civil catalana. Era atómico".

Fueron meses de mucho trabajo que arrancaron en la sede de Intermèdia, antes de alquilar la suite del hotel Calderón en Rambla Catalunya. "Queríamos que todos conocieran el proyecto. Invitamos a gente importante para explicarles el proyecto. Siempre estaban Laporta, Soriano y Marc Ingla. Laporta hacía un discurso inicial y luego con unos PowerPoint se explicaba el proyecto. Ferran Soriano comparaba los grandes clubes europeos y su evolución histórica para lograr estar arriba como ellos. Era un estudio espectacular para ver como estos clubes acababan en lo más alto, y el Barça hacía la propuesta para que el club también estuviera en primera línea", explica uno de los responsables de comunicación de la campaña electoral.
A estas primeras reuniones acudían los responsables de las secciones de deporte y economía de los medios de comunicación. Se quería conocer también el impacto económico del club en la ciudad. También venían los directores de las principales empresas e instituciones de Barcelona. "La idea de la campaña era que el Barça era más que todo. Que la imagen internacional de Barcelona tenía relación con la del club. Si la imagen del Barça era mala afectaría la de la ciudad. Caló esa idea de que nos afectaría a todos", recuerda Toni Rodríguez.
La capacidad de seducción fue máxima en un momento delicado para el FC Barcelona después de la etapa de Joan Gaspart. Las adhesiones crecieron de manera exponencial. "El día de las elecciones ya sabíamos que ganaríamos", cuenta el presidente de Intermedia. "Laporta y Soriano eran muy distintos, pero se complementaban perfectamente. Era un proyecto superpotente. Lo más complicado fue la gestión de los egos con gente tan fuerte y eso es lo que acabó con aquel equipo directivo antes de las elecciones de 2006". Primero se marcharon cuatro: Sandro Rosell, Jordi Moix, Jordi Munné y Josep Maria Bartomeu. La segunda ruptura tuvo lugar como consecuencia de la moción de censura de 2008 impuesta por Oriol Giralt, que Laporta superó por los pelos.
"Los egos acabaron con la fuerte directiva de Laporta en 2006"
Exresponsable de campaña de Joan Laporta en 2003El poder de seducción de Laporta
"Se lo prepara muy bien. No falla nunca. Se lo estudia, no improvisa y se alarga y dice todo lo que tiene que decir. No es superficial. Cuando salía en una rueda de prensa, antes pedía 30 minutos para estar solo el despacho. Se aprendía lo que quería decir y luego daba una lección. Es muy disciplinado", detalla Toni Rodríguez sobre el modus operandi del máximo mandatario azulgrana.
La evolución de Laporta en estos 22 años es lógica. "Le veo más mayor (ríe) pero tiene mucho carisma y energía. También una gran capacidad intelectual y de análisis. En una cena con él delante, conté que una persona que tiene grandes virtudes acostumbra a tener grandes defectos. Nadie es perfecto en todo. Laporta tiene grandes virtudes y grandes defectos y lo aceptó. Él conoce sus defectos y los tiene que gestionar, pero eso no es fácil. Si le eres fiel y buen amigo, lo tendrás para toda la vida", subraya. "Lo que sí era un poco impuntual", añade entre risas.
"Si lo tuviera delante le pediría más autocontrol. Es polémico e impaciente, pero también especial y único"
Exresponsable de campaña de Joan Laporta en 2003Durante su primera etapa a los mandos del club, Jordi Badia se erigió como el director de comunicación. Rodríguez rechazó el puesto por incompatibilidad con supuesto como presidente y director de Intermèdia, puesto que debía atender a otros importantes clientes y se quedó como asesor. "Cuando fue elegido presidente, nosotros nos reuníamos después de cada junta y alguna vez acudíamos a ellas. Ahora hemos perdido la relación. Yo también era crítico con él si era necesario. Cuando nos vemos nos saludamos, pero es verdad que no tenemos ningún proyecto en común".
El Barça de los seis títulos logró lo que logró por el rendimiento deportivo de un equipo entrenador por Pep Guardiola, pero también por el potencial de una de las mejores directivas que se recuerdan en la historia de club. "Si lo tuviera delante, le diría a Laporta que tuviera autocontrol. Ya se lo decía hace 22 años. Es impaciente y a veces polémico, pero eso es difícil de cambiar. De todas maneras tiene una personalidad muy especial y única. Es amigo de sus amigos y enemigo de sus enemigos", finaliza.