El infarto que paró el fútbol español en 2022, desde el recuerdo del protagonista y su hija

El Barça vencía cómodo al Cádiz en el Nuevo Mirandilla. El partido estaba resuelto, con los tantos de Lewandowski y Frenkie De Jong. 0-2. El encuentro acabó antes de lo esperado. El fútbol se detuvo de repente. Un estadio entero dejó de pensar en goles y pasó a la acción: salvarían una vida.

Antonio Zumaquero, un aficionado del Cádiz de 70 años, contemplaba en la grada un partido más de su equipo, hasta que su corazón se paró de golpe. El balón también se quedó petrificado. El fútbol cambió de foco: del césped a los asientos del Nuevo Mirandilla. Los futbolistas del Cádiz y del Barça rezaban a pie de campo, Del Cerro Grande detuvo el reloj, Ledesma corrió a entregar un desfibrilador que ayudara a Antonio, el personal médico trabajaba a destajo.

Lo consiguieron. 23 minutos de silencio, con el corazón en un puño. Los médicos del Nuevo Mirandilla reanimaron al aficionado cadista y lo pudieron trasladar al hospital más cercano. Allí, Antonio Zumaquero confirmaría su recuperación. Su infarto había parado el fútbol español.

Silvia Zumaquero, la hija de Antonio, recuerda aquel 10 de septiembre de 2022 como uno de los peores días de su vida. Unas semanas después del percance, confesaba en Relevo que era ella quien sentía a su Cádiz con más nervios en el campo. Fue una casualidad que Antonio sufriera el infarto en el Nuevo Mirandilla. "Mi padre vive el fútbol muy tranquilo. Su infarto no fue por la tensión del partido; el destino hizo que lo sufriera en el campo. Y hay días que pienso que menos mal que fue allí. En el estadio le pudieron atender con la máxima rapidez".

Silvia pasó casi dos horas sin saber muy bien cómo estaba su padre. Estos días, antes de final de año, volvió a repasar aquel momento. "Lo pasé muy mal, todo ese tiempo sin tener noticias, sin saber si mi padre iba a salir. Ya al día siguiente fue un subidón al ver que despertó y se encontraba mejor". Ahora puede disfrutar de la bendita normalidad en las Navidades. "Hasta ahora mi padre está muy bien, aunque no hay día que no se me venga a la cabeza lo que pasó, y a veces me da el bajón por lo mal que lo pasamos. Pero miro a mi lado veo a mi padre y digo gracias a Dios por dejarnos seguir disfrutando de él".

Antonio ha regresado felizmente a su vida normal. Y también reúne fuerzas para recordar el episodio de su infarto en el mes de septiembre. Al contrario que su hija, él habla de su infarto con una sonrisa; solo se acuerda de los buenos momentos. "Recuerdo estar tan bien viendo el partido y despertar en un hospital sin saber qué hacía allí. No fui consciente de todo hasta tres día después. No me creía lo que estaba pasando, no me conoce nadie y de un día para otro están hablando de ti en la tele y recibiendo llamadas de mucha gente. Me quedo con el cariño que he recibido y estoy muy agradecidos por todo y a todos".

Los mensajes de apoyo de Vizcaíno, José Mari, Ledesma, Laporta e incluso un vídeo de 'Mágico' González le hicieron especial ilusión a Antonio. Nunca lo olvidará. Como tampoco dejará de recordar el día que volvió al Nuevo Mirandilla. El pasado 29 de octubre fue invitado por el presidente del Cádiz al palco del Cádiz - Atlético de Madrid.

 

Allí recibió un homenaje de su club. Además, Vizcaíno bajó a Antonio y a su hija Silvia a vestuarios, a que conocieran a los futbolistas de la primera plantilla del Cádiz. Iza Carcelén les regaló una camiseta y el equipo andaluz venció al Atlético de Madrid, con Antonio y su hija en el Nuevo Mirandilla. Una historia con final feliz.