Iñigo Martínez es la solución para acabar con la maldición del central zurdo
Los últimos futbolistas que ocuparon esa demarcación tuvieron buenos tramos pero poca continuidad.

Iñigo Martínez tendrá un reto complicado: espantar los fantasmas del central zurdo. Durante los últimos años, la mayoría de centrales con los que ha contado el Barça son diestros. Lo son todos los de la plantilla actual -Araujo, Kounde, Christensen, Eric García-, con el asterisco del reconvertido Marcos Alonso. Los precedentes no son positivos.
Los últimos centrales zurdos con los que ha contado el Barça han sido Samuel Umtiti, Thomas Vermaelen, Clement Lenglet, Jeremy Mathieu, Eric Abidal y, remontándonos un poco más atrás, Gaby Milito. Entre lesiones, bajones de rendimiento y por ciclo natural del futbolista, pocos pueden colgarse la etiqueta de haber sido fichajes exitosos.
Hace algunos meses, le preguntaron a Xavi si necesitaba un central zurdo. "Sin Piqué -que acaba de retirarse-, igual sí", respondió. Con la sensible baja de Christensen, encargado principal de ocupar el perfil izquierdo de la zaga durante esta campaña, Xavi probó de reinventar a Marcos Alonso. El hecho de ser zurdo, y tener salida de balón natural por la izquierda, y sus centímetros fueron los valedores de los minutos que ha tenido como jugador azulgrana.
Gaby Milito y las lesiones
Es el primero de los últimos centrales zurdos que ha tenido el Barça. Llegó al Camp Nou en 2007 y fue en su primer curso cuando tuvo más protagonismo. Una lesión en el ligamento cruzado de la rodilla le dejó fuera de combate más de un año y medio. Regresó a las canchas la temporada 2009/10. La campaña del triplete con Guardiola la vivió desde la enfermería.
En la 10/11, dos lesiones musculares no le permitieron tener la continuidad deseada. En la zaga ya se había afianzado la pareja de Puyol y Piqué. Mientras que en el banco aparecieron los jóvenes Bartra, Muniesa y Fontàs. Estos dos últimos, también zurdos.
La alternativa de Abidal
El francés llegó al Camp Nou como lateral y Guardiola lo reconvirtió a central. Eric es uno de los defensas de quien los culés guardan un mejor recuerdo. Terminó en el eje de la defensa por accidente. Se perdió las finales de Copa del Rey y de Champions de la 08/09 por sanción.

En Wembley, dos años después, se redimió tras ganar el partido más importante de su vida, el cáncer. En el imaginario culé se instaló la imagen de Puyol dejándole a Abidal levantar los trofeos ganados. También los goles. Únicamente marcó dos. Eligió buenos escenarios: San Mamés y el Santiago Bernabéu. Abidal no llegó para jugar como central y, aun así, fue la pieza de la zaga que mejor rendimiento dio durante un periodo de tiempo prolongado.
Mathieu y los goles importantes
Como Abidal, llegó para reforzar el carril izquierdo y terminó jugando como central. De hecho, fue en la zaga donde disfrutó de los mejores momentos como futbolista del Barça. La salida con el pie y la potencia en la conducción, que le permitían dividir y hacer progresar al equipo, fueron sus aspectos más destacados.
Y, también como Eric, Mathieu ayudó al equipo con goles clave. LaLiga 14/15 del Barça de Luis Enrique -el año del segundo triplete blaugrana- lleva su firma. Marcó en las victorias ante el Madrid en el Camp Nou y en Balaídos para sumar seis puntos importantísimos en dos jornadas consecutivas.
Vermaelen, el espejo de Iñigo
De toda la nómina de centrales zurdos que ha tenido el Barça en los últimos años, el traspaso que más asemeja al de Iñigo es el de Thomas Vermaelen. "Es un fichaje de rendimiento inmediato", dijo Andoni Zubizarreta en su presentación. la frase le perseguiría por las lesiones que sufrió el belga, accidentes que no le permitieron tener continuidad.
Vermaelen llegó al Barça con 28 años, en plena madurez futbolística. Iñigo lo hará con 32, cuatro más, pero también con la misma sensación de haber alcanzado su techo y no ofrecer atisbos de que su rendimiento podría comenzar a disminuir. Es el rendimiento inmediato y la pulcritud en la zurda que esperaba Zubizarreta de Thomas.
La maltrecha rodilla de Samuel Umtiti
Los dos primeros cursos de Umtiti como futbolista del Barcelona fueron asombrosos. Piqué encontró la pareja de baile ideal: le complementaba en salida y sin balón, con el francés nada intimidado a la hora de tener que defender hacia delante. Y tras el Mundial inició una caída que aún no se ha detenido.
El francés desoyó los consejos de los médicos e hipotecó su carrera para poder jugar el Mundial de Rusia, que terminó ganando. También Bartomeu, que le ofreció una renovación que condenó el futuro del club. A día de hoy, Umtiti sigue siendo futbolista del Barcelona, pero no continuará como blaugrana la próxima campaña. Está cedido en el Lecce, con el que ha jugado algo más de la mitad de los minutos de esta Serie A.
Clement Lenglet se difuminó
Lenglet tomó el puente aéreo de Barcelona a Sevilla, como tantos otros hicieron antes. Siguiendo el mismo curso que Umtiti, sus inicios fueron muy positivos con el Barcelona. Llegó a consolidarse al lado de Piqué y elevó el nivel competitivo del Barça de Ernesto Valverde.
Sin embargo, Lenglet quebró mentalmente. En su última temporada como futbolista blaugrana se hundió. Le acompañó la sombra de haberse convertido en un jugador con tendencia al error y fue protagonista de varios penaltis cometidos. Está cedido en el Tottenham. En Londres ha disputado minutos pero ha estado lejos de ser un central indiscutible.
Además de los mencionados Fontàs o Muniesa, los últimos productos de La Masia en acercarse a la élite han sido Mika Marmol y Chadi Riad. El primero se encontró las puertas del primer equipo cerradas y decidió probar suerte en el Andorra. En el conjunto de Eder Sarabia lo está jugando prácticamente todo. Por otro lado, Chadi Riad está cerca de cerrar un acuerdo con Osasuna y jugar cedido en El Sadar la siguiente campaña.
Los precedentes de los últimos centrales zurdos del Barça no son redondos. Todos ellos comparten que tuvieron tramos certeros en el Camp Nou. Pero por un motivo u otro, su camino les terminó llevando lejos de Barcelona.