El caso Iñigo Martínez se calienta con otra suplencia

Iñigo Martínez tiene pie y medio fuera del Athletic. Es un secreto a voces y estas cada vez suenan más alto. En la vuelta del conjunto vasco a LaLiga en Sevilla se vivió un nuevo episodio del Caso Iñigo Martínez, suplente en detrimento de Vivian y Yeray. No es novedad, ya que también tuvo que ver desde el banquillo el último partido liguero antes del Mundial ante el Valladolid, además del copero ante el Sestao, pero esto no hace más que alejar las posturas con la nueva directiva del Athletic Club. 

Aun así, desde el club aseguran que estas suplencias son puramente deportivas y responden a decisiones de Ernesto Valverde, que apostó por la continuidad tras el contundente triunfo ante el Valladolid en noviembre. De hecho, otro ejemplo de esa decisión continuista es la alineación de Gorka Guruzeta, que como Vivian se ha ganado la titularidad en estos partidos desplazando a Berenguer. Incluso Muniain viene siendo suplente.

Más allá de las razones, la actual situación complica aún más una hipotética renovación del zurdo con el Athletic. Iñigo finaliza contrato el próximo mes de junio, por lo que a partir del 1 de enero es libre para negociar y firmar con cualquier otro club. El pasado verano, el Barcelona mostró interés e incluso se puso en contacto con el club bilbaíno, pero la negativa del club a escuchar cualquier oferta alejó toda opción de salir.

Además del interés del club azulgrana, que no tiene intención de moverse en el mercado invernal, el jugador ha recibido ofertas de varios clubes extranjeros de nivel Champions de cara a la próxima temporada. Un torneo que disputó cuando militaba en la Real, pero desde que llegó a Bilbao no ha podido celebrar ninguna clasificación a competición europea.

La versión oficial desde la entidad rojiblanca es que van a intentar renovar al central hasta el último momento, aunque matizando que son conscientes de las dificultades. A nadie se le escapa que las suplencias y la distancia con el entorno de un central que en las últimas campañas fue el mejor jugador del equipo significan una brecha con difícil solución a día de hoy.

En el entorno de Iñigo están sorprendidos y molestos por estas últimas alineaciones. En un jugador que siempre ha sido titular y que es tan competitivo como Iñigo, es lógico que esta situación no ayude en nada a acercar posturas de una hipotética renovación que todas las partes ven como prácticamente imposible a estas alturas. 

Cabe recordar que los últimos episodios en Bilbao con jugadores que no renovaron sus contratos terminaron con problemas. El caso más mediático fue el de Fernando Llorente, que en su última temporada no tuvo muchos minutos, superado por Aritz Aduriz y con una relación complicada con la afición rojiblanca. Alex Remiro, por su parte, se pasó su último año de contrato fuera de la convocatoria para finalmente confirmar lo que intuían en el club: firmó con la Real Sociedad como jugador libre.

Jon Uriarte, presidente del Athletic Club, ha repetido en varias ocasiones que el club no apartará en ningún momento a Iñigo Martínez, destacando su importancia tanto en el grupo como sobre el campo. Solo el tiempo dirá lo que sucede en el Caso Iñigo Martínez, pero cada vez está más caliente.

Más allá del asunto contractual, el rendimiento de Vivian y Yeray está siendo muy alto. Comenzaron la temporada formando como pareja de centrales por una lesión de Iñigo y únicamente encajaron un gol, ante el Espanyol, en los primeros cuatro encuentros ligueros. También han compartido zaga ante Valladolid, Sestao y Betis, manteniendo la portería a cero en todos ellos.

Es decir, en los siete encuentros que los dos canteranos han sido titulares como centrales solo han recibido un gol. Por su parte, Iñigo ha sido de la partida en nueve partidos de Liga y uno de Copa (Alzira), recibiendo 13 goles. Solo en tres encuentros no recibieron gol. En su defensa hay que matizar que estuvo en el campo en enfrentamientos tan complicados como el del Atlético de Madrid, la visita a Sevilla y, sobre todo, la goleada recibida en el Camp Nou, donde todos los jugadores estuvieron por debajo de su nivel.