Iñigo Pérez tiene alergia a Europa, pero su lema es de un Rayo de Champions: "Ya no vienen a ser mejores que nosotros"
El técnico rayista lamentó enérgicamente el empate ante el Sevilla, lo que evidencia que los suyos se han ganado el respeto de todos.

Cómo serán las cosas por Vallecas que parece que todo sale al revés. El Rayo encadenó una racha inmaculada de nueve partidos sin perder, pese a tener días mejores y días peores. Y ahora, tras jugar contra Barcelona, Villarreal y Sevilla sale con un balance de solo un punto sobre nueve posibles, pero la sensación de haber merecido muchísimo más. Tanto que ni siquiera sería de extrañar que ese único punto hubiera sido en realidad siete o incluso nueve. Casi la mayor representación de esta sentencia se dio en el partido frente a los de Nervión en el barrio. Un auténtico baile de los de Iñigo Pérez, que erraron una y otra y otra y otra ocasiones claras y se encontraron con un maradoniano gol de Lukebakio para echar por tierra todo su esfuerzo.
Casos así son los que llevan a Iñigo Pérez a no querer pronunciar bajo ningún concepto y sin excepciones el término "Europa", como si le tuviera alergia. Sin embargo, en su discurso hay un claro vínculo no tanto con las competiciones en sí, sino más bien con llevar a los suyos a la parte alta de la clasificación y ahí asentarse. Llámenlo ambición, optimismo o pasión por lo que uno hace. Tanto es así que el entrenador del Rayo supo definir a la perfección lo que iba a ocurrir en la previa del partido, aunque siempre con la sencillez que le caracteriza: "No es por echarme méritos".
"En la previa nos preguntaban cómo serían los derroteros del partido y conté lo que ha sucedido. Los equipos ya no vienen a Vallecas a ser mejores que nosotros ni jugarnos de tú a tú, sobre todos los grandes, saben que aquí somos muy fuertes. La primera parte ha tenido que ver con su protección, han esperado a pérdidas nuestras para atacarnos. Nuestro ritmo más elevado se ha ido imponiendo y poco a poco hemos visto a un Rayo mejor. Nos va a tocar martillear para tener ocasiones como en la segunda parte", reflexionó tras el empate del Rayo Vallecano ante el Sevilla.
No hace falta pronunciar la meta del equipo o esa palabra que tanto gusta a prensa y afición, "Europa", para delimitar dónde está el techo de este Rayo. Las palabras de Iñigo ya hablan por sí solas y marcan que su equipo, más allá de las brillantes sensaciones que dejó ante el Sevilla, ha conseguido hacerse respetar, da igual la categoría del rival. No hay más que ver ese "ya no vienen a Vallecas a ser mejores que nosotros ni jugarnos de tú a tú".
“¿Europa? La ambición es estar molesto”
Ante esto, la pregunta estaba clara: ¿qué ha cambiado para que antes el Rayo pudiera dar por bueno un empate ante el Sevilla y ahora Iñigo tuviera un evidente enfado de no haber sacado los tres puntos? Nadie como el entrenador para responder: "Cuando me preguntáis por Europa… Yo no hablo de ideas abstractas. No es falta de ambición. En los tres partidos hemos merecido más puntuación, la ambición está en no dejarte llevar por el qué bien juega el Rayo, sino ir a lo que realmente nos va a hacer mejores. O qué acción arbitral… Para mí la ambición es estar molesto y dolido porque merecemos más puntuación. Se me pasará dentro de dos horas, pero si queremos dar pasos adelante, está en esos detalles".
Tampoco conviene sobredimensionar y entender el empate como un fracaso, en especial vistas las circunstancias. El Rayo no pudo contar ni con Isi, ni con Sergio Camello, ni con De Frutos, ni con Unai López... Y para colmo cayeron por el camino otros dos titulares como Mumin y Nteka. Un círculo vicioso. De estos últimos, el técnico no supo dar un parte médico exacto, pero sí pronunció bien alto y claro que no servía como excusa: "El punto no me sirve, estoy muy muy dolido. Toca digerir esto y seguir hacia adelante".
Una prueba más de que aunque no medie competición europea, la ambición de este Rayo Vallecano es grande, a la vista del juego y los resultados obtenidos. Las excusas jamás: "Las bajas que tengo son las que son, pero toda la gente que ha participado hoy ha estado a un nivel muy alto. No es por la ausencia de nombres lo de no ganar este partido. Tiene que ver más con una falta de eficacia. Es algo con lo que debemos convivir, pero hoy ellos merecían llegar a los 38 puntos".
Y entre ese horizonte y un "disfruto mucho viendo a estos jugadores jugar, por eso tengo tanta rabia", Iñigo Pérez se plantará en el Bernabéu con la meta de sacar adelante el escenario de tres partidos consecutivos sin conseguir la victoria. Lo hará, eso sí, con Etienne Eto'o y Sergi Guardiola como únicas referencias de ataque, ya que RDT sigue fuera de combate: "El caso de Raúl es lo suficientemente delicado para frivolizar con esto, aunque no tuviéramos ningún delantero. Ha estado un tiempo fuera".
No están en plenitud de condiciones, desde luego, pero en el diccionario del rayismo ya no existen las pegas. Desde dentro del Rayo tienen alergia a la palabra Europa, pero su discurso parece de Champions: "Ya no vienen a ser mejores que nosotros".