La reacción impecable del Rayo al lío arbitral, con quejas incluidas: "Es la única persona que cuando entra a un estadio no tiene quién le anime"
Íñigo Pérez, técnico del Rayo, prefirió no opinar de las decisiones de Melero López. Martín Presa, presidente rayista, declaró sentirse perjudicado pero no montó incendios.

El ajustado triunfo del Barça ante el Rayo Vallecano (1-0) dejó dos jugadas muy parecidas dentro del área, pero que tuvieron distinto desenlace. Ni Melero López ni el VAR vieron el agarrón de Héctor Fort a Mumin dentro del área de Szczęsny pero sí que, minutos después, señalaron pena máxima a favor de los de Flick por otro agarrón de Pathé Ciss a Íñigo Martínez que esta vez sí que fue revisado por el colegiado en el monitor. Además de esas dos acciones que desataron la polémica en redes, un gol de Jorge de Frutos tampoco subió al marcador.
"No me gusta hablar del arbitraje. Todavía no lo vi (el tanto anulado a De Frutos). Hay acciones... Dije que no voy a hablar. No por las consecuencias, sino por una cuestión de respeto. Hoy no tengo ganas de hablar", señaló Augusto Batalla, guardameta del Rayo, haciendo alusión a una jugada que, aunque en un principio parecía dudosa, no dejó lugar a dudas. El gol de De Frutos, que habría supuesto el tanto del empate, fue bien anulado porque su compañero Randy Nteka obstaculizó a Íñigo Martínez cuando el '19' se disponía a armar el remate. El francés, que estaba en clara posición antirreglamentaria, pero que no tuvo intención de tocar el balón, sí que intervino en el devenir de la jugada. El '19', sin embargo, no lo entendió así. "El balón de Pathé me viene con rosca y al hacer el control con el pie es cuando se me va a la izquierda. Creo que defino rápido para que hubiera llegado un rival. Es interpretación que han hecho ellos, pero para mí tendría que haber sido gol legal", señalaba De Frutos en el micrófono de Movistar +.
Íñigo Pérez, por su parte, prefirió guardar silencio. El entrenador del conjunto madrileño no quiso entrar en polémicas y sus palabras fueron dirigidas hacia la perspectiva de qué complicado es ser árbitro. "Entiendo la dificultad de la profesión del árbitro. Es el único que entra a un estadio y, quitando a su familia, no tiene a quien le anime. Tengo una opinión respecto a lo que sucede en cada partido, pero me mantendré en la línea de no pronunciarme", confesó el técnico.
"No voy a hablar del árbitro...".
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) February 17, 2025
❗️ Batalla, portero del @RayoVallecano, tras la derrota en Barcelona.#LALIGAEASPORTS #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/QnJPW1CZKR
Preguntado sobre si entendía que un área sí hubiera sido penalti y en la otra no, con la elegancia que le caracteriza, Íñigo volvió a esquivar la polémica. "Si digo ahora que sí o que no lo entiendo, el titular sale solo. No opinaré de ninguna decisión arbitral". Sí lo hizo su presidente, Martín Presa, en El Partidazo de Cope.
"Yo estoy a favor del VAR, pero entiendo que tiene que entrar en todas las jugadas. El primer penalti de Héctor a Mumin... Esta jugada es una jugada en la cual Mumin tiene opciones reales de hacer gol y en el penalti que se pita es una jugada intrascendente porque el balón ya está despejado. Es una jugada pasada. Es que no sabemos los criterios para entrar en una sí y en otra no. Es un desconocimiento de la legislación. No tengo dudas de que los árbitros son profesionales. Siempre pienso que lo hacen de la mejor manera, pero hoy en esas acciones no han estado tan acertados como debieron de estar", señaló.
"Han tenido un error. No tengo dudas de que la persona tanto de la sala VOR como la de aquí son profesionales y pueden equivocarse. Para mí se han equivocado no entrando en las dos acciones y para eso está el VAR. No vamos a hacer comunicados", zanjó.
Con la sensación de que habían merecido más, "nos vamos jodidos a casa", señaló Álvaro García, desde el Rayo prefirieron no entrar demasiado en las decisiones del árbitro y optaron por quedarse con la gran imagen que dio un equipo que a punto estuvo de amargarle la noche al Barça.