Iribar, referencia de las leyendas: "Fue mi ídolo como portero y es mi ídolo como persona"
Manu Sarabia y Dani Ruiz Bazán describen y cuentan anécdotas del portero, que este fin de semana recibe un homenaje por parte del fútbol español por sus 80 años.

El fútbol se está vistiendo de negro este fin de semana. Y no lo hace por estar de luto, todo lo contrario. Lo hace para celebrar. Para homenajear y ensalzar. Para engrandecer aún más, si es posible, la figura de José Ángel Iribar. Para regalarle al 'Txopo' uno de los detalles más bonitos que ha recibido en su vida. A sus 80 años y coincidiendo con el 125 aniversario del Athletic, el fútbol español e incluso internacional ha recogido el guante, nunca mejor dicho, que la entidad vasca les lanzó: los porteros vestirán camiseta negra en los encuentros ligueros de esta jornada.
"Me emociono... me cuesta hablar". Manu Sarabia, compañero y amigo suyo, tiene que parar, obligado por las lágrimas. Ha sido capaz de recordar muchos momentos que compartieron juntos, pero al referirse al homenaje hace varias pausas. "Es algo maravilloso. Se lo merece porque es único", consigue decir. Respira. "Recordar y hablar de él me emociona porque es una persona muy especial. Se lo ha ganado él, con su humildad, con su sencillez, con su cercanía. Es único".
"Me parece una idea fenomenal. Todo lo que se haga en favor de José Ángel es una idea preciosa y, además, a él le va a encantar". Dani Ruiz Bazán, delantero del Athletic entre 1974 y 1986, también lo tiene claro. "Ha sido un compañero sencillo, amable y cariñoso. Con toda la fama y siendo una figura mundial podría ser un echado para adelante, pero ha sido un hombre con una normalidad, con un cariño y una sencillez única. Eso es lo que le ha hecho grande".
"Con toda la fama y siendo una figura mundial, ha sido un hombre con una normalidad, con un cariño y una sencillez única. Eso es lo que le ha hecho grande"
Ex jugador del AthleticSarabia y Dani coinciden en todo. Como cualquier aficionado rojiblanco. Casi como cualquier vizcaíno. Iribar es una figura que ha trascendido generaciones, que se ha convertido en icono y que hoy es el mayor orgullo del club rojiblanco. "Es el Athletic", dijo Valverde. "Me sumo a esa definición", apunta Sarabia. "Fue mi ídolo como portero y es mi ídolo como persona", completa.
◼️😍 Nuestro homenaje a Iribar en el #RealSociedadCádiz #Iribar80 pic.twitter.com/bNQ4PCmxS4
— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) March 3, 2023
Álex Remiro, ex del Athletic, y Ledesma fueron los primeros en posar vestidos de negro en la previa del Real Sociedad-Cádiz del viernes noche. Les seguirán el resto de encuentros de las dos primeras categorías, pero también encuentros internacionales ya que equipos como el Celtic o el Sant Pauli alemán se han unido al movimiento ideado por el Athletic. La entidad vasca comenzó pidiendo a sus 167 clubes convenidos que vistieran de negro e invitó al resto a acompañarle. Una medida aceptada por LaLiga, que puso todas las facilidades para que este sea un fin de semana especial.
Iribar, definido por Sarabia y Dani
Comencemos por el principio. Por saber cómo era como portero y por explicar sus virtudes para todos los que nunca le vimos sobre el césped, entre ellos todos los porteros que esta jornada portarán una camiseta negra porque saben de su trascendencia. "No he encontrado ningún otro con sus cualidades. Y encima sin florituras. Las cosas difíciles y los balones complicados los resolvía con mucha naturalidad. Además era muy solvente a la hora de salir por arriba", describe Dani.
Más allá de estas cualidades, había una "mucho más especial" y de la que el ex delantero y extremo rojiblanco se aprovechó a lo largo de toda su carrera. "En cuanto la cogía con las manos, yo automáticamente salía disparado porque era capaz de lanzar el balón con la mano más allá del medio campo con una precisión de la leche", explica Dani.
"Cuando empecé a entrenar con él siempre tuve la sensación de que en los uno contra uno desaparecía la portería"
Ex jugador del AthleticManu también aprovecha su experiencia personal para definirle como portero. "Me he enfrentado a grandísimos porteros en mi carrera, pero cuando empecé a entrenar con él siempre tuve la sensación de que en los uno contra uno desaparecía la portería. Era una sensación de presencia, de elegancia y de todo... Es algo que solo he sentido con él".
Sarabia, que también tuvo a Iribar como entrenador, llegó dos años más tarde que Dani al primer equipo del Athletic, y ambos crecieron viendo al Txopo parar en San Mamés. "Era mi ídolo, además de Rojo y Uriarte". Dani coincide en los mismos referentes. "Escuchar sus nombres eran palabras mayores. Imagínate jugar con ellos". Precisamente por ello, por esa ilusión de compartir equipo con leyendas del Athletic, Dani recuerda muy bien su primer entrenamiento con el primer equipo.
Una anécdota que ejemplifica el respeto que había por los veteranos y por las leyendas. Aquel día entrenaban a las 10 de la mañana en San Mamés, aunque él llegó una hora antes por "los nervios", que incluso le impidieron pegar ojo en toda la noche. Al llegar, solo estaba Guillermo Perdiguero, utilero de la época, enrollando vendas. Él y Dani.
"Entro a la caseta, saludo y veo que está todo vacío. Colgué la chaqueta en una de las esquinas y Perdiguero levantó la vista, con las gafas que se le caían de la nariz, y me dijo: 'chaval, caguen la leche, quita eso de ahí que ese es el sitio de Iñaki Sáez'. Me acuerdo perfectamente porque había esa distancia y ese respeto, pero Ángel llegó y nos trataba con muchísimo cariño a todos. A mí me ayudó mucho".
Manu recuerda también ese respeto que era "asumido" por todos y, en su caso, además había una "veneración absoluta hacia todo jugador del Athletic". "No hay palabras para definir lo que es compartir caseta con tus ídolos. Por encima de todos estaba el Txopo, que era el capitán. Era de esas personas que no sabes por qué pero que sobresale".
Con los años, se han convertido en mucho más que ex compañeros. Los dos le definen como un amigo. De los especiales. Tienen muchas anécdotas juntos, aunque entre todas, Dani se queda con un viaje en coche desde Madrid a Bilbao tras una concentración con la Selección Española. "Entonces no había tantos vuelos y nos alquilamos un Chrysler. Venía yo conduciendo, el Txopo de copiloto, y atrás (Ángel) Villar, (Ignacio) Churruca e (Jabo) Irureta. Imagínate la tela que valía ese coche, una fortuna, y yo conduciendo... El otro día lo hablamos y nos reímos mucho".

Otra gran anécdota, aunque en su momento estaban "destrozados", es la final de Copa del Rey de 1977, en la que perdió el Athletic ante el Betis a penaltis. Dani lanzó el quinto para ganar, pero lo falló. La igualdad obligó a que Iribar también tuviese que lanzar desde los once metros. No lo pudo transformar, confirmando la derrota. "Yo siempre le echo la bronca cuando hablamos del tema: 'A ti ni dios te recuerda el penalti que fallaste y a mí me lo recuerda todo el mundo'. Y me suele decir, en plan de broma, que es que hay mucha diferencia entre él y yo (se ríe)".
Un mote, una canción y un sentimiento
Los ídolos suelen nacer de grandes victorias. De equipos históricos. Pero alguno, quizá los más especiales, son capaces de hacerlo en las malas. Iribar es uno de ellos. Una derrota forjó una de las canciones más míticas de San Mamés. En 1966, tras perder la final de Copa del Rey ante el Zaragoza jugada en Madrid, el Txopo fue manteado por sus compañeros. Y los cerca de 30.000 aficionados rojiblancos en la grada entonaron el ya célebre: "Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo, como Iribar no hay ninguno".

"Me acuerdo perfectamente. No teníamos televisión en casa y me fui a verla al bar de al lado. Lloré, lloré y lloré por perder, pero lo que mejor recuerdo es que él estuvo inspiradísimo. Ahí comencé a idolatrarle", recuerda Manu Sarabia, que presume de poder ser amigo del que considera el mayor emblema de los 125 años del Athletic.
Muchos años antes, Salvador Etxabe, ex portero del Athletic, le descubrió en Zarautz, su pueblo. Mientras un joven José Ángel estaba descargando hierba, Etxabe habló con su padre para trasladarle el interés de hacerle una prueba. Pese a que no jugó su mejor partido, Piru Gaínza aconsejó su fichaje y Etxabe, al verle levantar esos brazos largos que tiene para atrapar un balón aéreo dijo tres palabras que harían historia: "¡Parece un chopo!". Y, desde entonces y para siempre, Iribar fue el Txopo.
El portero se retiró en 1980, tras 18 temporadas en el primer equipo, dos Copas, una Eurocopa y un trofeo Zamora. Se fue el futbolista y nació la leyenda. Pasó por el banquillo, con "un estilo cercano, cariñoso, como era él", según Sarabia, que estuvo a sus órdenes. "Para entender qué clase de persona es, no le importó ser entrenador de porteros después de haber sido entrenador del primer equipo. Siempre estuvo dispuesto a ayudar".
Ex seleccionador de Euskadi y embajador del Athletic. Dos de sus últimas ocupaciones. Hoy en día, disfruta acudiendo a Lezama a diario. Aparece en lo alto del edificio nuevo de la ciudad deportiva rojiblanca, apoyado en un bastón y disfruta viendo el entrenamiento. Abraza a los jugadores actuales, les mima y aconseja. Cuando uno de ellos vive un momento complicado, es el primero en darle ánimos. Por eso es un leyenda viva del fútbol español y un emblema del Athletic. Por eso el fútbol festeja 80 años del mejor representante rojiblanco.