Jagoba Arrasate y el ejemplo de Raíllo y Abdón Prats: "A veces hay que tocar fondo para darte cuenta de algunas cosas"
El entrenador se ha sincerado en una entrevista en EFE.

Aunque parece que cada fin de semana apenas se disputan un puñado de partidos en España si tenemos en cuenta la repercusión que tienen, lo cierto es que nuestro país celebra miles y miles de encuentros. Los que lucen son los de Primera y Segunda División, pero por debajo hay infinidad de categorías y todas tienen su importancia. Y de eso habla Jagoba Arrasate en una entrevista concedida a EFE.
El entrenador del Mallorca está completando una gran temporada en la isla, con el equipo en séptima posición a falta de diez jornadas del final. Ahora mismo ocupan puestos que darían acceso a Europa League y aunque no era el objetivo inicial, no pierden la ilusión por lograrlo. Pero lo hacen sin perder la perspectiva de lo que son y de dónde vienen, con los ejemplos de Antonio Raíllo y Abdón Prats, que jugaron con el equipo en Segunda B.
"A veces hay que tocar fondo para darte cuenta de algunas cosas, coger carrerilla e ir hacia arriba otra vez. Ellos han vivido lo que era estar en Segunda B y por eso quizás valoran más lo que estamos viviendo", señala Arrasate, que no quiere perder la oportunidad de abordar la mala experiencia de su equipo y afición en la pasada Supercopa de Arabia.
"Cuando vas a un país, donde no hay esa cultura futbolística, no hay ese respeto hacia el rival. No nos sentimos respetados y se cruzaron algunas líneas que no se deben cruzar. Nos sentimos ninguneados, como éramos el Mallorca no tuvimos la repercusión que había que tener. Nosotros denunciamos aquello pero no tuvo tanto eco", comenta el técnico vasco.
Arrasate también se sincera a nivel personal de lo que es su día a día en casa. Casado y con hijos, a veces no es sencillo sacar tiempo para conciliar a nivel familiar y mantenerse al pie del cañón en un equipo de Primera División que está compitiendo tan bien en LaLiga. El técnico reconoce que no es sencillo, pero agradece la 'ayuda' que le proporcionan sus hijos en este sentido.
"Vemos mucho fútbol y ahora con los críos aprovecho para engañar a mi mujer, porque quieren verlo. Siempre he sido muy de pelota vasca porque lo inventamos nosotros, me gusta ir al frontón y también el fútbol sala. En Pamplona iba a ver a Osasuna Magna y ahora aquí he ido varias veces al Palma Futsal. Es otro deporte y me gusta porque desconectas, lo pasas bien y sacas alguna conclusión", reconoce.
Por último, también se posiciona sobre el camino hacia el que se está dirigiendo el fútbol con herramientas como el VAR y pone como ejemplo lo sucedido en el último partido ante el Espanyol. "No me gusta hacia donde va el fútbol porque se pierde la naturaleza del juego, ya no convivimos con el error. Lo que no me gusta es parar tanto el juego, que un tío desde Madrid diga la intensidad desnaturaliza el juego y prefiero el fútbol de antes. Como pasó el sábado, no concibo que alguien que paga su entrada no se entere de lo que pasa, algo se nos está escapando".