GETAFE 3 - CELTA 2

Jaime Mata, el último discípulo de Bordalás que volvió a nacer en el césped: "Solo con verle..."

El delantero fue el héroe de la victoria del Celta y continúa siendo el soldado más fiel del técnico tras la marcha de Damián o Unal.

Jaime Mata celebra un gol ante el Celta./EFE
Jaime Mata celebra un gol ante el Celta. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

En la lista de los milagros de Pepe Bordalás falta tan solo el de los panes y los peces, reservado para la Biblia. Pero ha obrado uno casi a la altura de ese o cualquiera que un seguidor sea capaz de imaginar. Tiene, además, nombre y apellidos: Jaime Mata. 35 años en su carnet de identidad, una carrera que se daba casi por concluida y un renacer con la seña de identidad del técnico y del esfuerzo para no darse por vencido. Todo comenzó con Quique Sánchez Flores y acaba ahora con una evolución insospechada.

El Getafe de Quique dejó un trabajo firme, pero no tan buen recuerdo en la afición por casos como el del '7'. Jaime Mata, con él, vivió en el más profundo ostracismo. Hasta la llegada de Bordalás sumaba un total de 81 minutos en la temporada y ninguna titularidad, ni siquiera en las primeras rondas copera. Y el técnico, ahora ídolo del Coliseum, se empeñó en recuperar a otro héroe para la causa. Por ello, le alineó en su segundo partido en el cargo ante el Celta de Vigo… ¡tras un año y medio fuera del once titular!

Del 9 de enero de 2022 al 4 de mayo de 2023 sin aparecer en el once, hasta que Bordalás creó. Y cuando lo hace, rara vez no sonríe todo Getafe. Desde entonces, Jaime Mata es titular habitual, pelea y corre como si continuara siendo aquel que llegó a la Selección española contra todo pronóstico y vive los partidos con la garra que impregna su técnico hasta a un recogepelotas.

Ante el Celta fue el héroe con un doblete, el segundo de ellos con un remate con el hombro con más corazón que otra cosa. El Coliseum se rindió a un jugador cuyo físico no le permitía apenas jugar al máximo nivel un partido completo en Primera División y que ahora no solo resiste, sino que marca las diferencias con dos goles clave para que el Getafe se aleje definitivamente de la zona de abismo.

Bordalás, sobre Jaime Mata.

Quién diría en la etapa Quique Sánchez Flores que aquel delantero relegado al fondo del banquillo lograra la unanimidad de la afición a la hora de renovar su contrato. Jaime Mata acaba su vínculo con el Getafe en verano y su renovación aún no se ha resuelto. Es normal dudar por su edad, aunque su explosión tardía en el fútbol le hace estar todavía en lo más alto. Así lo demuestran los datos y el esfuerzo defensivo y compromiso que muestra cada vez que salta al césped.

El superviviente del núcleo fuerte del Getafe

Si algo ha demostrado el Getafe de los últimos años es identidad. Partiendo de su técnico Bordalás y de su mantra "esto es fútbol, papá", ha conquistado a una afición entregada, en uno de los equipos más reconocibles de todo el campeonato tanto para lo bueno como para lo malo.

Al igual que se recuerdan generaciones por aquellos futbolistas que nunca dudan en levantar la mano, este Getafe siempre será el de Damián Suárez, Enes Unal, Jaime Mata o Bordalás.Los dos primeros han abandonado el equipo en este mercado de invierno, dejando una especie de sensación de vacío por todo lo que se han implicado en el campo y en el proyecto tiempo atrás.

Ahora queda Mata, un jugador querido en el vestuario y que sigue llevando la voz cantante a sus 35 años. "Solo con verle está todo dicho. Es un grandísimo compañero, es un futbolista que lo da absolutamente todo, que contagia a los compañeros, que contagia al equipo... Tengo muy en cuenta el esfuerzo, el trabajo, la dedicación, la profesionalidad... Desde que yo le conozco y desde que llegó a Getafe es lo que ha demostrado. A mí y a la plantilla. Ha tenido momentos difíciles y dos goles y ayudar al equipo como lo está ayudando es para darle la enhorabuena", expuso Bordalás tras el triunfo.

Este domingo, su doblete le ha dado tres puntos trascendentales al Getafe, el segundo de sus tantos a un minuto del final. Un milagro gestado por su esfuerzo y de la mano de Bordalás, un jugador olvidado que ha resurgido. De la nada. Comenzó con un: "Ha sido increíble. Me ha costado recordar la última vez cuando fue. Mucho tiempo, un año y medio donde he sufrido muchísimo. Muchas lesiones, luego no conseguir demostrar eso que se necesita para que cuenten contigo. He estado trabajando en la sombra e intentando aportar en otras facetas al equipo lo que se me ha requerido. Estaba deseando que llegara este momento".

Y siguió con: "Lo primero que he hecho ha sido llamar a mi mujer de lo feliz que estaba. Después a mis padres y a mi abuelo. A toda la gente que quiero. He escrito a mis amigos. Estaba pletórico, con muchísimas ganas de demostrar y jugar, que es para lo que te preparas". Así habló, ante el micrófono de DAZN en el primer día de su nueva vida. El despegue de una historia que sigue latiendo al compás del Coliseum. Jaime mata al Celta.