Javi Hernández protagoniza otro empate del Cádiz sobre la bocina que deja gélido al Rayo Vallecano

La cadena humana que arropó Vallecas volvió a reflejar el carácter guerrero del barrio. Una jornada donde las protestas por el estadio se juntaban con la necesidad de ganar una de las finales por la permanencia. Y más, ante un Cádiz que sabía qué es ser constante pese a seis meses de adversidad. Y la cita, para los dos equipos, requería un paso adelante obligado.

El Cádiz lideró el arranque de partido bajo una propuesta valiente, plantado en campo rival desde el propio saque de inicio. Pellegrino optó por el vértigo, volcando su ataque por la banda de Rubén Sobrino. Y por ahí llegaría la primera gran ocasión del partido, tras una buena conexión del '7' gaditano con Maxi Gómez. El charrúa, que volvía a contar con la confianza del mister, se quedó solo frente a Dimitrievski. Sin embargo, la toma de decisiones acabó penalizando y Aridane acabaría robando el balón.

El corsé del Cádiz empezaba a soltarse, y los gaditanos se acercaban al gol en cada jugada. Sin embargo, el '7' de Vallecas dejaría la ocasión más clara de la primera mitad. Isi se atrevió desde fuera del área con un zapatazo cargado de violencia que salvó Ledesma en otra volada para la hemeroteca del cancerbero. Después, Raúl de Tomás dejaría el segundo aviso claro, con un zurdazo dentro del área que salvó la defensa in extremis.

La mejoría del Rayo no encontraba solidez en la posesión. Algo que tenía totalmente controlado un Cádiz que iba cumpliendo el deseo de su técnico en la previa. Ser un equipo firme, conectado en la recuperación y con pólvora con varias contras que sí llegaban al área rival. En definitiva, tener méritos para adelantarse en el marcador. Un objetivo que quería asumir Maxi Gómez, canalizando todo el juego ofensivo y teniendo fe dentro y fuera del área. Sin embargo, Dimitrievski tuvo que aparecer en dos ocasiones claras para salvar los muebles. La sensación al borde del descanso, en un Vallecas más frío de lo habitual, es que Íñigo no estaba logrando tener ese rol protagonista que tanto quiere en su equipo. Quiso solucionarlo Trejo, con una última ocasión desde fuera del área. Pero el Rayo regresaría al vestuario con tablas en el marcador.

La situación en la tabla impedía a ambos equipos repetir las sensaciones en la segunda mitad, planteando un escenario de pura batalla. La lluvia copiosa que empezaba a caer por Vallecas iba a ayudar a completar la escenografía. Subidón más que claro de la intensidad entre rayistas y gaditanos, bajo el paraguas más dominador de los locales. Tuvo que dar la cara Ledesma con otra gran parada, tras el disparo de RDT. También Dimitrievski, después de un testarazo de Sobrino en el área.

Para desgracia de los dos equipos, y en especial para los presentes en la grada, el cielo cambiaría la lluvia por una granizada con fuertes vientos que obligó a interrumpir el encuentro. Al menos, cesó rápido, permitiendo su reanudación a los 15 minutos. Eso sí, las consecuencias marcarían el encuentro bajo un césped difuminado de blanco con gradas vacías en gran medida.

Desde el televisor parecían unas condiciones poco apetecibles para jugar cómodamente. Y el parón, como era de esperar, rompió el buen ritmo de partido que plantearon Rayo y Cádiz. También la precisión en el juego. Tocaba jugarse la permanencia en el barro. Los franjirrojos encontraron el poco acierto necesario para tener el rol de liderazgo, apostando por la vía aérea. Y en ese escenario, llegaría el primer gol de la tarde. En un saque de esquina llovido de Isi Palazón que palmea de forma errónea Ledesma y deja a placer el remate en el segundo palo de Lejeune. Vallecas rompía el ambiente gélido a falta de diez minutos. Pero la fiesta duraría poco tiempo.

Los de Pellegrino, calcando la estrategia, despertaron tras el gol y enfocaron todo el juego en centros al área. Y, aunque pareciera fruto de la desesperación, era más ese sentimiento de lucha que salvó el empate sobre la bocina hace unos días. Machís también estaba sobre el verde, pero el salvador de hoy sería Javi Hernández. Chust inventó un gran pase que no desperdició, estallando el esférico con rabia en la red de Dimitrievski. Un gol que vuelve a dar algo de esperanza en la dura lucha por la salvación del Cádiz. Y, a su vez, un gol que regresaría la estampa gélida de Vallecas.

- Ficha técnica:

RAYO: Dimitrievski; Iván Balliu, Aridane, Lejeune, Pacha Espino; Crespo (De Frutos, min 55'), Óscar Valentín (Pathe Ciss, min 891'); Isi Palazón, Álvaro García, Trejo (Unai López, min 55'); De Tomás (Falcao, min 81').

CÁDIZ: Conan Ledesma; Iza, Jorge Meré, Víctor Chust, Javi Hernández; Rubén Alcaraz, Kouamé, Rubén Sobrino, Robert Navarro (Darwin, min 94'); Juanmi (Chris Ramos, min 81'), Maxi Gómez (Guardiola, min 81')

TARJETAS: Crespo (min 42')

GOLES: Lejeune (min 89'), Javi Hernández (min 102')