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Casquero, antes del Sevilla - Getafe: "Si hay críticas, a Sergio Ramos también le van a caer. Nadie se acordará del esfuerzo que ha hecho"

El exjugador de ambos equipos charla con Relevo sobre el distinto momento de sevillistas y azulones.

Casquero celebra un gol en su época con el Getafe. /EFE
Casquero celebra un gol en su época con el Getafe. EFE
Alonso Rivero

Alonso Rivero

Javier Casquero (Talavera de la Reina, 11 de marzo de 1976) estará comentando el partido de esta tarde entre el Sevilla y el Getafe. En Nervión, jugó 115 partidos y anotó 17 goles. Fue uno de aquellos futbolistas, que de la mano de Joaquín Caparrós forjaron el Sevilla de los títulos.

Participó en el inicio de todo. Cuando en el año 2000, en Segunda División y sin un duro en la caja, un grupo de jugadores con un hambre de triunfos voraz, sentaron las bases para un crecimiento sostenible. Se fue un año antes de saborear aquella histórica UEFA en Eindhoven.

Tras un breve paso por Santander, se instaló en Getafe. 226 partidos, 27 goles, final de Copa del Rey o dos presencias en la UEFA son algunos de los hitos de aquel 'Geta'. El mejor de su historia. Ahora intenta saborear todo aquello que el fútbol le va ofreciendo, desde el banquillo, hasta la dirección deportiva, pasando por los medios de comunicación. Este orgulloso padre de una futbolista, mira con mucha expectación lo que suceda en la que fue su casa, el Ramón Sánchez-Pizjuán.

Llega el partido con el Sevilla coqueteando con los puestos de descenso y el Getafe caminando holgadamente por LaLiga. Sí nos lo dicen en agosto, nadie lo hubiera pensado, ¿no?

Sí, sobre todo por las dos últimas temporadas del Getafe, que ha estado luchando por salvar la categoría. La realidad del Sevilla es que la temporada pasada tampoco fue buena. Ni mucho menos nos podíamos imaginar que se iba a encontrar a estas alturas de temporada cerquita de los puestos de descenso. La temporada no está siendo buena, tendrá consecuencias la eliminación en Champions y también privándole de entrar en la Europa League. Se le presenta un panorama difícil este año.

Como analista, entrenador y exjugador. ¿Tiene un diagnóstico que explique lo que le pasa al Sevilla?

Quizás ya desde la temporada pasada se veían síntomas de un deterioro de la plantilla. Una plantilla que ha ganado mucho y los ciclos terminan. Poco a poco tienes que ir haciendo el cambio natural de una plantilla que necesita de nuevo tener esa ambición por ganar y conseguir títulos. También la realidad del límite salarial que existe en nuestra liga no facilita hacer ese cambio. Ahora se encuentra en una tesitura complicada, que en verano sí ha conseguido sacar a jugadores pero hay otros que al inicio pidieron salir como Marcos Acuña, la situación de Rafa Mir, jugadores con un futuro incierto, otros que no están dando el rendimiento esperado y que si lo sacaras de este contexto que están viviendo darían un gran rendimiento. Está el Sevilla en ese momento de volver a hacer un proyecto nuevo y de cambio, como sucede con muchos equipos. Por ahí pueden ir algunas de las claves, sino jugador por jugador no se entiende que el Sevilla esté en esta situación.

Se fue Mendilibar por los resultados. Ha llegado Diego Alonso que sólo ha conseguido dos victorias en Copa. ¿Le sorprende la paciencia que se está teniendo?

Sí, no es habitual que cuando un entrenador no consigue triunfos se le siga manteniendo en el cargo. Para mí, los proyectos y estas decisiones se deben hacer un análisis más profundo, más allá de los resultados, sobre todo cuando quieres basarlo en un proyecto y confiar en un entrenador. Que estén apurando al máximo con Diego Alonso me parece bien, pero todo tiene un límite y un punto de inflexión, en el que si no consigues victorias tienes que cambiar, es ley de fútbol. Pero la valoración de un entrenador tiene que ir más allá de los resultados y ahí entra el día a día, la manera en la que tú quieres que ese líder sea el que represente a tu equipo en el presente y futuro. Creo que eso es lo que está permitiendo que él continúe en el cargo. Creen que es la persona capaz de hacer un Sevilla grande pero necesita la victoria cuanto antes.

"Que estén apurando al máximo con Diego Alonso me parece bien, pero todo tiene un límite"

Javier Casquero Exjugador del Sevilla

Usted que ha estado en un vestuario, sabe que cuando entra en esa dinámica negativa, sólo un cambio de aires en forma de entrenador puede cambiar todo para revitalizar el vestuario.

Ahí está el aspecto anímico y mental de los futbolistas para cambiar las dinámicas. Que entre aire fresco con otra persona que te dé otro mensaje, que te permita sacar otro rendimiento porque en los aspectos técnico-tácticos se ve que es muy bueno. Se ve que están con el entrenador y que Orta confía en Diego y en su manera de trabajar. Sin embargo, cuando no das con la tecla, hay otros aspectos que no son propiamente del trabajo de campo. Un trabajo mental que permita cambiar el chip en los futbolistas, que les permitan ganar. Sucedió con Mendilibar la temporada pasada y muy pronto empezaron a llegar los resultados y de qué manera, consiguiendo incluso ganar la Europa League. Es la única forma que veo para que piensen en un nuevo cambio, tocar a la plantilla de otra manera.

Diez años sin quedarse a estas alturas sin estar en Europa. Le ha pasado de todo este año y conoce a la afición…

Es una afición muy exigente porque ha ganado mucho. Incluso en una temporada mala como la pasada consiguió ganar la Europa League y se meten en Champions. Todo tiene procesos, todo tiene ciclos en los que cuando te toca pasarlo lo tienes que hacer de la manera más digna posible, haciendo una temporada honrosa. La situación que tiene ahora mismo el Sevilla en la clasificación es muy complicada y la eliminación de la Champions y de Europa le ha hecho mucho daño a la afición. El equipo está en un situación complicada y aunque tiene jugadores con muchísima experiencia, ahora es donde se tiene que ver ese apoyo que muestran por el entrenador ganando partidos, es la única opción que veo para que el sevillismo se pueda ilusionar.

Hablaba de ambición. Puede ser exagerado pero, ¿debe volver el Sevilla a ese modelo primero que usted conoció?

Quizás va a tener que volver por necesidad porque tiene que abaratar plantilla, cumplen contratos muchos futbolistas. Están en un periodo donde parece que en el mercado de invierno habrá salidas e incorporaciones con jugadores que han cumplido un ciclo en el club. Es un modelo que le ha ido bien, con jugadores con ambición, con hambre que quieren demostrar cosas, que quieren ir a un equipo que es importante a nivel europeo. El Sevilla es un equipo al que casi todos los jugadores quieren ir y ese es el perfil que deben buscar. Jugadores también cedidos, que quieran crecer, y otros que la lupa de Víctor Orta pueda encontrar, con presente y futuro para poder venderlos.

Coincidió con la mejor generación de canteranos: Puerta, Jesuli, Capel, Navas, Ramos, Reyes… ¿Puede ser otra solución para ese crecimiento actualmente?

Sí, me llama la atención que una cantera que ha sacado a tantos futbolistas no sea utilizada en los últimos años. Ahora están Kike Salas y Juanlu, que lo están haciendo muy bien, pero la realidad es que salían muchos jugadores de talento y de medio campo hacia delante que es lo difícil. Quizás, en anteriores periodos y temporadas, no aparecían porque la plantilla tenía tantísimo nivel que era difícil llegar al primer equipo y hacerse un hueco. Ahí está Luis Alberto en la Lazio. Son jugadores que no han tenido ese recorrido y lo han tenido que hacer fuera. Incluso Bryan Gil. Sin embargo, ahora está costando más encontrar a esos jugadores que puedan ser una solución para el Sevilla. La cantera es un valor añadido, de coste cero, con ese sentimiento de pertenencia y que te dan un buen rendimiento.

Si le pregunto por Reyes…

Es de los jugadores de más talento que he conocido que saliera de la cantera sevillista. Un futbolista fantástico. La primera vez que subió a entrenar con nosotros, que se rompió en el quinto metatarsiano, cuando regresó se le vio un talento tremendo. La primera temporada en Primera División fue una irrupción que yo creo que nos impresionó a todos. Se ganó la titularidad por delante de Nico Oliveira que era nuestro referente. Era un talento imparable. Tenía un don para regatear e irse de los rivales.

Y Antonio Puerta…

Llegó en un momento en el que estaba en la izquierda David Castedo y Adriano. Poco a poco se fue haciendo con ese puesto de lateral y también jugaba de extremo. Una zurda increíble, con mucha calidad, talento y trabajo. Era un jugador para muchos años en la entidad. Una lástima lo que pasó. Pero fue otro de esos canteranos con talento pero que, sobre todo, amaban al Sevilla y eran sevillistas y eso es difícil de encontrar.

Lo de Jesús Navas ya no sorprende a nadie, ¿no?

Yo me alegro muchísimo por él. Cuando lo vi en el homenaje a Caparrós le seguía diciendo niño porque cuando subió con nosotros era un niño, quizás también por su forma de ser, muy introvertido. En los inicios le costaban las pretemporadas, estar lejos de su familia. Destaco ese proceso de madurez que ha demostrado, saliendo al Manchester City, estando mucho tiempo en la Premier y sobre todo, cómo volvió.

"Jesús Navas es un prodigio de la naturaleza"

Javier Casquero Exfutbolista del Sevilla

Su condición física no me sorprende. Era un jugador que no hacía la pretemporada con nosotros en isla Canela y cuando volvíamos a Sevilla hacíamos unas pruebas físicas y era el mejor. Él entrenaba aparte en Sevilla y nos esperaba para meterse con nosotros. Es un prodigio de la naturaleza. Es increíble la capacidad que tiene para medir esfuerzos y el gran rendimiento que ha dado al Sevilla. Todo lo que está consiguiendo, siendo jugador de leyenda, se lo merece por todo lo que ha demostrado.

¿Se imaginaba el regreso al Sevilla de Sergio Ramos?

Yo que le conozco más y que viví justo con él el momento en el que se fue del Sevilla, sí que me lo esperaba porque ha sufrido mucho su salida. Es un sevillista, tanto él como la familia. Que no se le reconociera como tal y el recibimiento que tenía en el Sánchez-Pizjuán, le hacían daño. Queda más que demostrado lo que amaba al Sevilla con su vuelta. Se impone ese amor por el club y el escudo al dinero o cualquier otra situación que pudiera encontrar. Es una situación muy arriesgada ya que no ha llegado en el mejor momento del equipo y sin embargo lo antepone todo a volver, a intentar ayudar y aportar.

Sergio Ramos tras caer ante el Lens.  REUTERS
Sergio Ramos tras caer ante el Lens. REUTERS

En el fútbol no te lo van a agradecer y eso él lo asume y lo sabe. Ahora si hay críticas, a él también le van a caer. Nadie se acordará del esfuerzo que ha hecho. Él tiene su conciencia tranquila. Es algo que pensaba que tenía que hacer y lo ha hecho. Todo mi reconocimiento por volver y demostrarse a sí mismo, que con él está en paz. Tiene esa deuda saldada.

Mirando al Getafe. Ese matrimonio Bordalás-Getafe parece ideal para ambos ¿no?

Para mí Bordalás es el Cholo del Getafe. Es un entrenador que va más allá de lo que pueda hacer con sus jugadores. Es la auténtica estrella, un ídolo. Su vuelta la temporada pasada hace resurgir a un equipo que tenía muchos opciones de descender y hace un final de temporada fantástico. El inicio de ésta le ha dado la vuelta al equipo, van volando. El rendimiento de los jugadores está siendo espectacular. Lo estamos viendo en Borja Mayoral. Cuando él llega, no está teniendo protagonismo, el primer partido no juega y ahora es el máximo goleador nacional. La afición está súper implicada con el equipo. Llena el estadio y viaja fuera. Estoy viendo situaciones que no he vivido ni en mis mejores momentos en la entidad y eso que jugamos Europa o estuvimos en una final de Copa. Todo esto lo ha conseguido Bordalás porque ha enchufado a la afición y a los jugadores. Cuando tienes un líder que es capaz que los jugadores te sigan y que tu mensaje cale, creas una fortaleza tremenda.

Le he leído algunas declaraciones, cuando ha habido críticas a Bordalás, defendiéndolo. ¿Puede que eso haya generado también más unión en el vestuario?

Sí, yo creo que los ha unido también en cuanto a afición y equipo. Han hecho una coraza en la que es difícil entrar. La realidad es que si se compara con el Getafe en la anterior etapa de Bordalás, quizás tenía peores recursos en cuanto a lo técnico. Jugadores de más lucha. Es un entrenador que intenta sacar el máximo rendimiento a lo que tiene. Si no tiene futbolistas para salir jugando desde atrás pues intenta jugar más directo, ganar las segundas jugadas. Es un equipo muy intenso que trabaja mucho. Es un rival incómodo.

Bordalás en la banda de un partido del Getafe.  EP
Bordalás en la banda de un partido del Getafe. EP

Cuando se enfrenta a los todopoderosos y les quita puntos, eso no gusta. Ese es el Getafe ahora mismo, un equipo que no es agradable para los rivales y eso crea opinión. Habitualmente se lleva al estilo. El Getafe de ahora no tiene nada que ver con el anterior. Juega con Greenwood, Borja Mayoral, Diego Rico, Aleñá… Empiezas a mirar jugador por jugador y lo puedes asociar a otro perfil de equipo y están jugando en el Geta. Ha conseguido que esos jugadores se impliquen en labores defensivas, con una manera pragmática de entender el juego y lo llevan a cabo de la mejor manera. Tiene muchísimo mérito lo que está consiguiendo Bordalás.

Hablábamos de que sin Bordalás, se había producido cierta inestabilidad en el banquillo. En su época todo aquel que llegaba lo catapultaban al estrellato (Schuster, Laudrup, Míchel…).

El Getafe es un escaparate, un equipo de Madrid que tiene mucha visibilidad. Muchos de los jugadores de mi época eran canteranos con muchísima proyección, con un juego bonito de ver. En nuestra época salieron, Soldado, Granero, De La Red, gente con mucho talento que usaban el Getafe como trampolín. También se beneficiaron los entrenadores. Jugábamos bien y nos clasificamos para Europa y jugamos una final. Bordalás quizás no tenga esa prensa en cuanto al juego, que le podría hacer aspirar a otros equipos. Para mí es uno de los grandes entrenadores de nuestra Liga. Personalmente me ha ganado. A mí se me puede asociar más a Míchel (Girona) pero no dejo de admirar y reconocer a entrenadores que consiguen un gran rendimiento de sus futbolistas como lo hace Jose. Tenemos grandes entrenadores nacionales, Imanol en la Real, Marcelino, Arrasate. Fíjate en la Premier.

Al hilo de los entrenadores. Dijo usted en 2016 que su sueño era entrenar en Primera División. ¿Ha aparcado ese sueño? ¿Prefiere ver los toros desde la barrera?

La realidad es que yo he nacido para el fútbol, intento coger toda la gama que existe dentro de este deporte. El puesto de entrenador es una profesión complicada. Tuve la oportunidad en Getafe y luego en el Recreativo de Huelva. Luego me llegó la ocasión de ser director deportivo en San Sebastián de los Reyes, donde jugamos un Play-off de ascenso a Segunda. Me he intentado preparar y formar lo máximo. No descarto volver a entrenar, tengo esa vocación, pero también me he sentido muy a gusto en la dirección deportiva como ahora lo estoy en los medios. Puedo estar en contacto con entrenadores, jugadores y dirigentes. Los estoy disfrutando mucho. Todo lo que conlleva el fútbol en mi vida me apasiona y lo intento ejercer de la mejor manera, dando el máximo rendimiento que pueda dar. Para mí no es un trabajo, es disfrutar de lo que esté haciendo en ese momento.

Y como padre de futbolista, ¿también lo vives al máximo?

Intento ser un padre de futbolista distinto a lo que veo en el campo. A mi hija le dejo mucha libertad, está en los juveniles del Real Madrid, jugando con el filial a veces. Es muy joven, sólo tiene 17 años, y lo importante es que le gusta muchísimo. Lo disfruta. Tiene mucha suerte por estar en una cantera como la del Real Madrid, en la que pude estar yo en su momento. Es un privilegio para ella. Tener la profesión de futbolista y sobre todo con la ventaja que tiene estar en un club como ese, con la progresión que está teniendo el futbol femenino, es un lujo. Disfruto viéndola pero me meto lo justo. Cuando me pide consejos se los doy pero no la machaco, no quiero condicionarla. Que ella siga su camino y yo ayudarla desde la serenidad quintando la pasión de padre.

¿Y palpa desde su posición ese crecimiento del fútbol femenino y la repercusión que ha tenido la conquista del Mundial?

Sí, por supuesto. Ser campeonas del mundo abre camino a muchas chicas que quieren dedicarse al fútbol como profesión. Están mejorando mucho en instalaciones, en preparación desde la base. Las chicas desde muy pequeñas ya empiezan con esos conocimientos y esa preparación en cuanto a entrenamientos técnico-táctico e incluso físico y de fuerza. Los entrenamientos de mi hija no tienen nada que envidiarle a los entrenamientos del juvenil masculino del Real Madrid. Entrenan de la misma manera: trabajo táctico, preventivo, de fuerza. Por tanto, por ahí se está viendo el nivel que está teniendo el fútbol femenino.

Volviendo al Getafe. ¿Es Ángel Torres el último rockero de esa vieja escuela de presidentes?

Ángel es de los presidentes que ya no hay. El Getafe es un club presidencialista. Él toma todas las decisiones. Es cierto que tiene a gente trabajando con él. Vive por y para el Getafe. Vive en el club prácticamente y lo quiere mucho. Además, tiene muchísima ambición. Lo que le ha permitido estar tantos años ahí es eso, querer un club que consiga metas importantes. Lo escuchas y quiere estar cerca de los puestos europeos. Este año ya quiere llegar lo más lejos posible en la Copa. Esa ambición por tener grandes jugadores, grandes entrenadores es lo que le ha permitido saber sufrir y vivir momentos más cómodos. También ha dotado de dinero al club cuando lo ha necesitado. Lo ha dado todo por el Getafe y de ahí el rendimiento que ha tenido el equipo.

Con el paso del tiempo, ¿cómo ve aquella eliminatoria ante el Bayern en la UEFA y la final de la Copa del Rey perdida ante el Sevilla?

Como algo histórico. Un hito que será difícil volver a conseguir. En su momento quizás no éramos conscientes de lo que estábamos haciendo. Un equipo como el Getafe, clasificarse para Europa en dos ocasiones, una final… Son situaciones complicadas de que se vuelvan a repetir. Tener jugadores con un sentido de pertenencia tremendo, un gran vestuario, entrenadores con esa ambición de hacer cosas importantes. Para mí son momentos inolvidables. Me quedé con la espinita de no haber ganado un título con el Geta, pero nos faltó experiencia en los momentos claves.