Jesús Rodríguez lidera el festín del Betis ante una Real en inferioridad

Tras casi cuatro meses sin ganar en el Benito Villamarín, el Betis se dio un festín ante la Real Sociedad. Los verdiblancos, que afrontaron el duelo como si de un final por Europa se tratase, aprovecharon la superioridad numérica por la expulsión de Zubeldia -luego los donostiarras se quedarían con nueve por expulsión de Becker- para convencer, golear e incluso llevarse el golaveraje particular. Con una exhibición de Jesús Rodríguez, un peligro constante, y los goles de Antony y Marc Roca, los de Manuel Pellegrini dieron un paso adelante para meterse en la pelea por Europa.

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La buena puesta en escena de la Real, que apostaba por su fútbol de control para desactivar los intentos de presión del Betis, quedó disminuida tras la roja al defensa, que derribó a Jesús Rodríguez cuando éste se iba para la portería de Remiro. Resistió el conjunto realista hasta el intermedio, incluso con el portero deteniendo un penalti a Lo Celso, pero los donostiarras ya no pudieron con el vendaval bético tras el intermedio. El gol de Antony, el tercero del brasileño en cuatro partidos como bético, derribó el plan de Imanol, que luego sufriría el acierto de Marc Roca, que entró tras el descanso por el lesionado Lo Celso, para anotar un doblete con sendos zurdazos.

El rumbo del partido cambió en el 20'. Jesús Rodríguez, que ya había comenzado el duelo siendo un quebradero de cabeza para Aramburu, se lanzó al contragolpe tras una pérdida de Aguerd en la medular. El canterano se marchó directo hacia el área hasta que se encontró con Zubeldia, que le lanzó una patada para evitar su carrera. Gil Manzano no lo dudó y le mostró la roja al zaguero realista. Una superioridad numérica que ya cambiaría el registro del partido, pese a que la Real resistiera hasta el descanso.

El Betis ya empezó a meterle más ritmo al partido, después de que once contra once la Real sí hubiera sido superior con la pelota. Y así llegó la mejor ocasión bética, en un penalti señalado sobre Antony, tras agarrón de Ahien. Lo Celso agarró la pelota y Remiro adivinó las intenciones del argentino para despejar la pelota. El error no frenó a los verdiblancos. En otro contragolpe eléctrico, Isco abrió para Antony, que lanzó a la carrera de nuevo de Jesús, hiperactivo. El extremo se ganó el espacio y disparó buscando el contrapié de Remiro, pero la pelota se estrelló en el poste derecho del meta.

Tampoco la Real se arrugó pese a jugar con 10. Arriesgando en la salida, pero también buscándole las cosquillas a los heliopolitanos, los de Imanol rozaron el gol. Primero, en un gran disparo de Sucic, que se estrelló contra el larguero de Adrián; luego, en una jugada de tiralíneas que acabó con Zubimendi dentro del área, pero el centrocampista quiso buscar un pase extra y la jugada finalizó en saque de esquina con el que acabaría el primer acto.

Con Marc Roca sobre el césped, que entró por un lesionado Lo Celso, el Betis ganó en agresividad. El 1-0 de Antony, tras enganchar con la zurda un despeje de la zaga realista, ya abrió definitivamente el partido para los verdiblancos. Otro intento del brasileño con la derecha, que se marchó desviado; uno más de Jesús Rodríguez, imparable durante toda la noche, tampoco encontró portería. Sería en otra acción del canterano cuando Marc Roca, aprovechando que el balón se quedó botando en el área realista, fusiló a Remiro para colocar el 2-0 y despejar las dudas que la ventaja mínima todavía dejaban al partido.

E incluso el centrocampista anotaría el definitivo 3-0 con otro zurdazo desde la frontal del área, para que el golaveraje también se quedase en Heliópolis. Después llegaría la expulsión de Becker, ya con 3-0, después de una dura entrada sobre Ángel Ortiz, que Gil Manzano tuvo que revisar en el VAR. Contra nueve, el Betis quiso buscar el cuarto con Bakambu y Vítor Roque sobre el césped, pero ya fue incapaz de superar una vez más a Remiro y sí estuvo cerca el gol realista con un remate al poste casi sobre la bocina. Al Villamarín tampoco le importó. La fiesta verdiblanca fue por todo lo alto. Demasiado tiempo sin el sabor de la victoria como local, desde aquel gran triunfo ante el Atlético. Y una oportunidad en superioridad que esta vez no perdió para llevarse tres puntos en su lucha por Europa.