Joao Félix, desatado: beso a la grada atlética, "alivio" en la celebración y pelea con Giménez

Todos los focos estaban puestos en Joao Félix. En el magnánimo partido entre Barcelona y Atlético de Madrid, el portugués era de antemano el gran protagonista por su reciente pasado rojiblanco. De hecho, aunque parezca mentira, continúa siendo propiedad de los colchoneros. La progresiva desaparición de las cláusulas del miedo le han permitido jugar contra su ex, en lo que era un día especial para él y en el que tenía una motivación particular. Tanto es así que marcó el primer gol del partido y lo celebró con rabia. Después, como han captado las cámaras de Movistar, lanzó un beso a la zona de la afición colchonera.

Corría el minuto 28 cuando Raphinha condujo el balón desde la derecha, tirando una diagonal hacia el centro. Entonces, filtró hacia la posición de Joao Félix y Nahuel Molina trató, sin éxito, de anticiparse. No conectó con el balón y el exrojiblanco se quedó mano a mano contra su excompañero Oblak. La salida del esloveno fue certera, pero el atacante, con su habitual habilidad, picó el balón con maestría para estrenar el marcador y volver a colocar a su equipo, de forma provisional, en la pelea por el campeonato.

Joao Félix comenzó con buen pie su aventura en Can Barça y se fue diluyendo, en parte como el equipo, conforme pasaban los partidos. Ahora, tratando de reconducir su situación, ha encontrado este duelo contra el Atlético como la mejor manera de reivindicarse. Tras convertir, fue corriendo hacia la grada, se subió al soporte publicitario y extendió los brazos, al más puro estilo Bellingham. La grada coreó su nombre en varias ocasiones.

Fue un gesto de rabia, de autoreconocimiento. Después alentó a la grada. Si había alguna duda de si lo celebraría o sería algo más tímido por su inevitable futuro rojiblanco, la despejó en cuestión de segundos. Y, más allá de gestos, también fue protagonista con el balón en el pie. Minutos después, fue cazado por Witsel tras romperle en habilidad. Forzó así su tarjeta amarilla.

Después, se las tuvo con Giménez, que le empujó levemente antes del lanzamiento de una falta y el portugués se echó al suelo con ímpetu, parte de la enorme rivalidad que se creó a lo largo de la primera mitad entre ambos contendientes. Y tuvo una clara ocasión que le paró Oblak y con la que pudo haber sido víctima de penalti tras pisarle Mario Hermoso tras rematar.

No obstante, lo de Joao Félix con el Atlético ya viene de tiempo atrás. Mismamente, antes de la disputa del encuentro, concedió entrevistas a medios internacionales, entre ellos la ESPN, donde no fue especialmente cariñoso con la manera de jugar de su exequipo.

"Prefiero el estilo del Barcelona al del Atlético de Madrid. Yo y todos los jugadores. También los del Atleti preferirían jugar más tiempo en ataque. Si no responden eso, están mintiendo", sorprendió. También respondió con claridad a Griezmann y Saúl, que le acusaron de no ser lo suficientemente constante en los entrenamientos: "No fue culpa solo de uno. Fue de varios". Culpable o no, mostró al planeta tenerle muchas ganas a su exequipo...

Joao Félix pasó por el micrófono de Movistar tras el triunfo blaugrana, que celebró efusivamente. Desde luego han sido unos días intensos para él, aunque lo desmienta: "Ha sido como una semana más. Todas las semanas se habla de mí, siempre soy tema. Yo estoy tranquilo porque no veo las cosas que se hablan, hago mi trabajo. Trabajo cada día para mejorar con la ayuda de mis compañeros y del club que tan bien me recibió".

La celebración, según él, no la tenía preparada: "Ha sido espontáneo, te pones en el calor del partido... Ha sido un alivio por todo lo que viví el último verano. Esto ha sido para mi familia, que es la que sabe lo que pasó". Aun así, el cariño con sus antiguos compañeros sigue presente: "Me llevo bien con casi todos ellos. Saben que no tengo nada en contra. Les quiero mucho y espero que les vaya todo bien. Al final les he visto más que a mi familia". Con Simeone, eso sí, reconoce que no se cruzó.

Fue un día redondo para él, con su público reconociéndole y con el gol más importante de blaugrana: "Cuando escuché al público corear mi nombre no me lo creía. Sé de la grandeza de este club. No le pasa a muchos".

El portugués tuvo un rifirrafe con Giménez en la primera mitad. El central se lo quitó de encima y Joao se echó al suelo exagerando algo lo ocurrido. Después, se acercó y le dijo: "Me has pegado, eh". A lo que el uruguayo replicó: "¿Quieres pelear?". Entonces, se revolvió hacia él con un visible gesto de cabreo.

Koke le tuvo que frenar cuando su compañero iba lanzado hacia la posición del portugués. El capitán rojiblanco le tranquilizó y explicó la postura de Joao: "Quiere sacarte la segunda amarilla". Finalmente, se apaciguaron los ánimos, aunque saltaron chispas a lo largo de todo el encuentro.