ATLÉTICO DE MADRID - REAL MADRID

El futbolista al que Míchel 'fichó' del Atlético de Madrid cuando sacaba al perro: "Gil dijo que era un orgullo que sus descartes fueran al Real Madrid"

Joaquín Parra recuerda cómo fue su fichaje por el Atlético de Madrid, primero, para posteriormente pedir la carta de libertad y fichar en secreto por el Real Madrid.

Joaquín Parra entrena bajo la mirada de Toshack en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. /ABC
Joaquín Parra entrena bajo la mirada de Toshack en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. ABC
Manolo Nieto

Manolo Nieto

Son pocos los jugadores que pueden decir que han estado en las filas de dos equipos de la envergadura de Real Madrid y Atlético de Madrid, los dos vecinos y enemigos en el campo que se juegan este miércoles en el Metropolitano el pase a cuartos de final de la Champions League.

Una cuestión que sube en complejidad cuando el Real Madrid en cuestión es el de la Quinta del Buitre. Pues ese logro fue precisamente el que consiguió Joaquín Parra (Sevilla, 17 de junio de 1961). El sevillano estuvo en las filas de colchoneros y merengues, donde consiguió una Liga. Quizá, los siete años que vistió la camiseta del Real Betis hayan sido una cuestión que ha eclipsado el paso por los dos equipos madrileños. Eso y que siempre he alardeado de su beticismo. "Yo soy bético, actualmente soy el presidente de la Asociación de Jugadores Veteranos. Y cuando me preguntan, oye, ¿tú qué eres de los tres? Siempre digo yo soy bético", asegura.

Las negociaciones para su renovación con el conjunto verdiblanco no llegaron a buen puerto y apareció Jesús Gil para llevárselo a su Atleti. Después de una primera temporada, Clemente no contaba con él y Toshack, a través de Míchel, le hizo saber que estaba interesado en hacerse con sus servicios. En cada uno de los saltos que dio notó como subía el nivel conforme cambiaba de equipo. "Cuando llegué al Atlético de Madrid noté que era un club mejor, mejor organizado y mejor que el Real Betis, o más poderoso. También noté lo mismo cuando fui del Atleti al Real Madrid", asegura el medio en la charla que mantiene con Relevo y donde desvela la curiosa historia de su fichaje por el Real Madrid.

Usted ha podido estar en dos equipos tan grandes como el Atlético de Madrid y Real Madrid, en esa Quinta del Buitre, y ha pasado un poco desapercibido.

En el Atlético de Madrid conseguí estar un año y algo de titular, y en el Real Madrid era uno más, tampoco era titular asiduo, aunque algunas veces lo era. Quizá los siete años que estuve en el Betis pues evidentemente han sido más importante. Salí la primera vez, debutando, un cuarto de hora, y a partir de ese día estuve siete años de titular.

¿Qué periodo le gustó más? ¿El del Real Madrid o el del Atlético de Madrid?

Pues fue una experiencia bonita en los dos, la verdad. Yo después de siete años en el Real Betis, quiero renovar, yo le pido la mitad del dinero que cobraba un compañero, Gabriel Humberto Carderón, y el presidente me dice que no. Yo acabo el contrato, estoy libre, y me llama Jesús Gil y para allá fui. Cuando llegué al Atlético de Madrid noté que era un club mejor, digamos, mejor organizado y mejor que el Real Betis, o más poderoso. También noté lo mismo cuando fui al Real Madrid. En definitiva, yo tengo que estar agradecido a todos los presidentes de los clubes donde jugué.

¿Eso lo notó mucho? ¿El cambio del Atlético de Madrid al Real Madrid en aquella época se notaba mucho?

Yo noto que es un equipo más potente, digamos, entre Betis y el Atlético de Madrid noto que está más organizado, y lo mismo cuando firmé por el Real Madrid.

¿Cómo fue la negociación con Jesús Gil?

Jesús Gil a mí me trató perfectamente, yo tengo que estar agradecido siempre. Jesús Gil era todo lo contrario a un presidente que tuvimos en el Betis, que se llamaba Lopera. Jesús Gil me llamaba para que fuera a cobrar y la verdad es que le tengo que estar agradecido, Lo que sí hay es una pequeña historia de mi fichaje por el Real Madrid.

Fernando Hierro y Joaquín Parra, en la presentación de un partido benéfico.  Juan José Úbeda
Fernando Hierro y Joaquín Parra, en la presentación de un partido benéfico. Juan José Úbeda

Soy todo oídos. Porque usted queda libre, ¿no?

No, no. Yo había firmado tres años por el Atlético de Madrid, en el segundo año, en la pretemporada, pues me dice Jesús Gil que el entrenador (Javier Clemente) no cuenta conmigo. Yo le digo que me queda un año, que voy a luchar por la titularidad y voy a ganarme el puesto en los entrenamientos. Entonces, yo vivía en Las Rozas y al lado mío vivía Míchel. Y, bueno, yo tenía un perrito, lo sacaba, y una de las veces me cruzó con Míchel y me dice, hombre, ¿qué pasa? Me saluda y me dice que el entrenador me quiere. Y yo en ese momento no le hago mucho caso. Pero a los dos o tres días me lo encuentro otra vez y me dice: 'el entrenador te quiere'. Y yo le digo, '¿qué me estás hablando tú? ¿Que me quiere qué el entrenador?' Y me dice: 'el nuestro'. A lo que le contesto que si me estaba hablando en serio. Me dice que sí, y le digo pues que lo gestione todo. Y al otro día me llamó Gordillo. Gordillo me decía, Parrilli. Me llama y me dice Parrilli, que está todo hecho.

¿Y cuál fue el siguiente paso?

Ese día llamo a Jesús Gil y le dije: 'Presidente, me estoy dando cuenta de que no voy a ser titular, de que lo tengo complicado. Bueno, deme usted la carta de libertad'. Entonces, Gil me preguntó que dónde me iba a ir. Y yo le contesto, porque cuando me dijo que no contaba conmigo me comentó que tenía al Zaragoza, a Osasuna, tres o cuatro equipos que querían que fichara. Y cuando me preguntó eso le dije: 'Pues mira, usted me ha dicho que hay tres o cuatro equipos que puedo ir, pues alguno saldrá'. Y entonces me dio la carta de libertad. Y conforme me dio la carta de libertad me fui al Bernabéu y firmé con Ramón Mendoza y firmé dos años. Y José María García, que en ese momento lo sabía todo y le llegaba toda la noticia y eso, lo dijo en la radio. Yo le agradecía a Jesús Gil como había tratado siempre. Y recuerdo que Gil dijo que era un orgullo para el Atlético, para su club, que los jugadores que no contaban para el Atlético de Madrid fueran para el Madrid. Esa es la anécdota que aún no se me olvida, no se me olvidará nunca.

Te voy a poner en el aprieto. ¿Quién quieres que gane el martes?

Ahí no me meto yo, ahí que gane el mejor.

¿Cómo recuerdas cuando llegaste a Madrid?

Cuando yo llegué al Atlético de Madrid pues tenía pocas amistades, ¿no? Además, yo vivía en Las Rozas, me iba para entrenar y volvía. Pero ya en el Real Madrid, al estar Míchel, que era vecino mío, al estar Gordillo, sobre todo, que jugamos en el Betis, pues yo tenía ya más gente, más conocido e íbamos a entrenar en el mismo coche. Pero bueno, yo realmente estoy agradecido a Jesús Gil, por supuesto, y a todos los presidentes que he tenido. Bueno, todos los presidentes que he tenido, menos el que hizo que yo me fuera del Betis, ¿no? Porque al no querer renovar… Recuerdo que a los siete años, yo era capitán y todo, y yo sabía lo que ganaba un compañero mío, Gabriel Humberto Calderón. Le pedí menos de la mitad a Retamero. Y me dijo que no, que no podía ser, que se acababan las negociaciones. Entonces, yo me quedaba libre y tenía el riesgo de que no me saliera nada y me llamó Jesús Gil.

Usted ha tratado con dos presidentes que son historia del fútbol español, Mendoza y Jesús Gil, ¿Y con cuál es más difícil negociar?

Pues la verdad es que los dos eran iguales. Cuando me llamó Jesús Gil me fui para Madrid y me hizo un contrato mejor o más alto de lo que yo tenía pensado pedir. Y cuando firmé por el Madrid, pues el contrato también subió.

Cuando ficha por el por el Real Madrid y lo dice García, ¿el trato del aficionado del Atlético de Madrid cómo fue?

Bueno, algunas pitadas cuando cogía el balón y todo eso, pero eso se puede entender, puede ser algo comprensible dentro de la afición. Igual me pasó cuando yo volvía al Benito Villamarín a jugar con el Atlético de Madrid y con el Real Madrid, pues me pitaban.

En aquella época era la Quinta del Buitre y ese Real Madrid era un todopoderoso Real Madrid.

Totalmente. Sí, además… yo entrenaba con ellos y decía, son de otro mundo, de otro mundo porque además eran jugadores de élite y evidentemente aprendes de ellos. El Buitre hacía unas jugadas personales que… increíbles. Míchel la ponía donde quería, Martín Vázquez le daba con el exterior de las dos piernas. Eran admirables.

Entonces, usted con Javier Clemente regular, ¿no?

Pues no creas, Javier Clemente no contaba conmigo y eso, pero yo creo recordar que algunas veces coincidimos y yo no aproveché eso para nada, una amistad, vamos.

Usted que vivió aquella época y ve la de ahora, el VAR lo cambiado mucho, ¿no?

Sí, sí. Es que actualmente, a ver, creo que el arbitraje es casi lo peor que hay en el fútbol. Porque es que no se ponen de acuerdo, es que estás viendo un partido y dices eso es penalti, ¿vale? Y ves otro partido y la misma jugada no lo es. Y después el VAR entra cuando quiere, cuando el VAR es una herramienta maravillosa. Yo creo que debería haber ahí una reunión para modificar o mejorar lo que se hace con el VAR.

Tuviste muchos compañeros, Fernando Hierro, por ejemplo

Bueno, Fernando Hierro, para mí fue uno de los mejores compañeros que tuve. Era una persona maravillosa. Entre Míchel, Gordillo y algunos más, le hacían muchas bromas a Fernando Hierro. Le decían cosas que él, pues era joven, y se las creía. Y eran cosas que eran mentiras, que eran para fastidiarle un poco. Yo recuerdo a Fernando Hierro que era uno de los mejores compañeros que había. Además, un jugador top, pero vamos… internacional absoluto. Creo que fue uno de los mejores centrales que ha habido por el fútbol español.

Aquella Quinta del Buitre también era guasona, ¿eh?

Gordillo era uno de los que gastaban las peores bromas que había (risas). Había que estar un poquito pendiente de lo que te hacían por si acaso.

¿Y alguna que se pueda contar, Joaquín?

No, bueno, yo qué sé… mejor no (risas).

Y en el Atlético de Madrid, ¿de qué compañero guarda mejor recuerdo?

En el Atlético de Madrid, pues no sé, Tomás Reñones. Puede ser de los que tuve más confianza con él.

Y ya para ir finalizando, como hemos hablado de Clemente, hablamos del lado blanco.Toshack también era un pedazo de entrenador, ¿no?

John Benjamin Toshack, pues sí. La verdad es que era un buen entrenador. Destacaría su planteamiento en los partidos y sus charlas a los jugadores que todos estábamos bien informados de todo lo que necesitabas saber del partido. La verdad es que era un gran entrenador.