Frenkie De Jong cierra una semana movida y no admite discusiones
El neerlandés, que se perderá el partido ante el Almería por sanción, responde después de estar en el foco por una supuesta discusión con Deco.
La semana de Frenkie de Jong ha sido movida. El FC Barcelona anunciaba que el neerlandés no estaba convocado, al igual que Gündogan, Lewandowski y Araújo, para el partido ante el Amberes, el último clasificado del grupo y en un partido (casi) intrascendente para la clasificación de los azulgrana. Poco después, en una decisión que levantó polvareda, el Barça rectificaba su convocatoria e incluía a Gündogan, Lewandowski y Araújo... pero no a De Jong. Según Rac1, hubo una tensa conversación entre Deco y el jugador por su ausencia, alegando una fiebre. El agente del jugador, Ali Dursun, negó categóricamente la existencia de tal cruce de palabras. Y el fútbol, que es lo relevante, quedó apartado a un segundo plano hasta que llegó Mestalla.
No hay jugador en el Barça que no destaque a Frenkie De Jong cuando se le pregunta por el neerlandés. "Es a quien más admiro. Cuando me dijeron que se podía ir estaba cagado", explicó Gavi el pasado mes de octubre. Tras la marcha de Sergio Busquets, es el centrocampista más longevo de la plantilla, desde agosto de 2019. "Es de los mejores que he visto en su posición. Cuando él juega marca una diferencia tremenda para el equipo", dijo Joao Cancelo tras el partido ante el Amberes. Elogios contundentes que chocan, en muchas ocasiones, con la percepción que tiene mucho aficionado sobre el neerlandés.
De Jong ante su final
En Mestalla aguardaba una final. En diciembre nunca se tendrían que jugar finales en Liga, pero las urgencias en los resultados y las malas sensaciones en el juego llevaron al Barça a plantarse en Valencia con la imperiosa necesidad de sumar los tres puntos. Xavi alineó a Balde por Christensen y cambió el rol de Gündogan y Pedri: el alemán jugaría casi como segundo punta y el canario pasaría a ocupar la base de la jugada junto a un De Jong que no se mueve porque para Xavi es el eje de su centro del campo.
Durante el partido, De Jong fue artífice del gol de Joao Félix y de la ocasión más clara de todo el segundo tiempo. Su forma de responder a una posible discusión con Deco por no querer estar en Amberes fueron enterradas con un partido que define su juego: participativo en la base y con capacidad de generar desequilibrio en el último tercio desde el pase.
El hecho de no ser el único mediocentro del equipo, algo que se ha visto en muchos partidos desde que llegó al Barça sin demasiado éxito, le permite poder soltarse y car a cualquiera de los dos perfiles de la frontal, pudiendo ser decisivo desde el pase o, como con Ronald Koeman, cargando el área. Ante el Valencia dio 84 pases, siendo el segundo jugador que más participó solo superado por Pedri (95).
Poco después del empate de Hugo Guillamón, De Jong volvió a ser decisivo con un pase que dejó mano a mano a Ferran Torres ante su ex equipo. El Barça lleva 11,7 goles esperados desde el 4 de noviembre... y ha marcado 7. Un diferencial negativo que contrasta con el del Real Madrid: de 7 goles generados ha marcado 11. Justo a la inversa.
De Jong se reivindicó siendo más decisivo que nunca, aunque el resultado terminase dejando todavía más lejos del liderato al FC Barcelona. El equipo parece no saber cerrar sus partidos, incapaz de ampliar las ventajas a más de dos goles y yendo siempre a remolque de las intenciones del rival. Quizás es por eso, fruto de la frustración, que Frenkie De Jong terminó viendo una amarilla que le hará perderse el que a priori será el partido más sencillo del Barça las próximas fechas: el duelo en Montjuïc ante el colista de la competición, un Almería que sigue sin ganar.
Si Mestalla era una final, el partido ante el Almería es casi un encuentro con un único camino para los de Xavi. Todo lo que no sea ganar, y a poder ser de forma más o menos convincente, sabrá a muy poco antes del parón navideño. Después del partido, el Barça viajará a Dallas para jugar un amistoso ante el Club América, un choque motivado por la derrota del Barça ante el Shaktar y la pérdida de los 2,8 millones de euros de ese partido.