FÚTBOL

Juan Cala: "No hay racismo en el fútbol; lo de Vinicius es por su forma de jugar, no por su color"

Mientras el defensa intenta recuperarse de una lesión de rodilla y seguir jugando, reflexiona sobre su episodio con Diakhaby.

Juan Cala durante una sesión de trabajo con el Cádiz./La Voz de Cádiz
Juan Cala durante una sesión de trabajo con el Cádiz. La Voz de Cádiz
Lorena González

Lorena González

Juan Cala (Lebrija, Sevilla, 26/11/1989) acumula 14 temporadas en Primera División desde que debutara con el Sevilla. En ese tiempo ha pasado, entre otros, por AEK, Cardiff, Getafe y Cádiz, club al que sigue perteneciendo. Pero una grave lesión de rodilla le ha obligado a dar un paso al costado en los últimos días. El central ha liberado su ficha y su dorsal para que el equipo se pudiera reforzar, mientras él permanece cerca del vestuario y esperando que el menisco le dé una última tregua o le aparte del fútbol a final de temporada.

Cala atiende a Relevo en una entrevista en la que recuerda a José Antonio Reyes y a Antonio Puerta, habla de sus intenciones y le cambia la cara cuando nos cuenta qué pasó aquel abril de 2021, cuando durante el Cádiz- Valencia, el defensa francés Diakhaby le acusó de llamarle "negro de mierda" y abandonaba el césped. La RFEF acabó exculpándolo al concluir que no se había podido acreditar que Cala hubiese insultado al valencianista. Sin embargo, el juicio de la opinión pública, mediática e incluso política le hizo vivir el peor episodio de su vida. Sobre si hay racismo o no en el fútbol, charlamos con el jugador sevillano. Juan Cala habla alto y claro.  

¿Qué te ha llevado a tomar la decisión de dar este paso al lado?

Se ha confirmado lo que venía pensando meses atrás. Llegué con mucha ilusión a la pretemporada, pero volví a jugar en Girona y ante el Madrid en el Bernabéu tuve un lance en el que noté un crack en la rodilla. Supe en ese momento que algo había pasado. Me había roto de nuevo el menisco y el cartílago también estaba muy tocado. Con el Mundial hubo un periodo de reflexión y recuperación. Con el cirujano hablamos de evitar el quirófano, pero es una rodilla con tres operaciones. Aún así lo intenté, volví con el equipo en enero y la rodilla empezó a inflamarse, no podía andar durante días… Hablé con el presidente del Cádiz y decidí no ser una molestia para nadie, sino dar un paso lado. Aquí me he sentido como en casa, pero soy de los que piensan que los ciclos se acaban y que todo pasa por algo. Nos hemos dado un tiempo para que, sin la presión de LaLiga y de estar disponible para el equipo, decidir si entro o no al quirófano, y valorar a final de temporada qué pasa.

Juan Cala habla su lesión.

¿En tu cabeza no te has retirado, entonces?

Yo no he anunciado mi retirada, solo que dejaba mi dorsal y mi ficha disponible por si el club necesita efectivos. No quiero ser un estorbo.

¿Al club le ha sorprendido tu decisión?

Aunque sólo llevo tres temporadas y media en el Cádiz, el presidente me conoce desde que era pequeño. Sabe de mi claridad y que no tengo miedo a tomar decisiones. El club lo ha valorado positivamente y han podido fichar a dos, entre ellos un central. Sigo siendo el mismo intenso en el vestuario, me meto con uno y con otro.

En las semanas previas, ¿qué tal lo has pasado?

Recibí un mensaje de mi hermana que me decía que no soy de demostrar mis sentimientos y que intento siempre estar alegre con mi gente, pero que pensaba que en el fondo lo podía estar pasándolo mal. Le contesté que es una decisión tomada desde la tranquilidad, y sabiendo que lo he dado todo. Si esto se ha acabado aquí, no pasa nada, la vida sigue y se abren otras puertas. No he llorado todavía, supongo que porque sigo siendo muy activo empresarialmente. En estos días me levanto incluso antes porque tengo muchas cosas que hacer. He trabajado mucho para el post fútbol.

Si tuvieras que hacer un 'Reel' con momentos especiales de lo que ha sido tu carrera, ¿qué incluirías?

Me quedo con los fracasos y con los éxitos. Pero mi debut en el Sevilla, después de haber llegado a la cantera con 11 años, estaría seguro. Fue toda mi familia, incluido mi 'tate', que era hermano de mi abuelo. Le regalé aquella camiseta. Falleció y estas Navidades me la regalaron enmarcada, como si hubiera sido un regalo suyo para mí. La etapa en el Getafe la recuerdo con mucho cariño, lo mismo que la del Cádiz, sin menospreciar el tiempo en Las Palmas o en el extranjero (Grecia, Gales y China).

Siendo niño, ¿pensabas a dónde querías llegar o no te alcanzaba la imaginación para tanto?

Desde chico soñaba con la imagen de un estadio como el del Sevilla coreando mi nombre. Recuerdo irme a la cama muchas veces con esa imagen. De la noche a la mañana pasé a ser muy conocido. Más aún al marcar tres goles consecutivos nada más empezar en el primer equipo del Sevilla. El año antes fui a la Feria de Abril y no me conocía nadie. Al siguiente, no podía caminar de caseta en caseta.

¿Ese subidón te llenó la cabeza de demasiadas tonterías? ¿Tuviste buenos consejeros?

Entiendo que sí y es hasta lógico. Tienes 17 años y te dan un contrato con miles de euros con tus amigos a punto de empezar la facultad. Mi primer contrato fue de casi 40.000 euros anuales. No estás preparado para manejar eso. Además, todo fue muy rápido. He intentado ser siempre el mismo, pero todo cambia. Tuve la suerte de contar con unos padres muy centrados, me recordaban que yo era uno más. Javi Navarro me dio un consejo que lo tomé muy en serio: 'Rodéate de la gente de siempre'. Cuando llegas al primer equipo lo normal es que te juntes con tus compañeros, y sales con ellos y ven normal gastarse mucho dinero que te hace entrar en un mundo paralelo. Así que quedaba con mis amigos de siempre y veía que no se podían permitir lo mismo que yo. Eso me daba una lección de realidad. Coke Andújar me enseñó a ser feliz. Duele el qué dirán, en el pueblo me conocen todos y mis padres sufren si hablan mal de mí. Coke me enseñó a relativizar todo. Menos mal que la explosión de las redes sociales me llegó ya más maduro.

¿A los futbolistas les afecta lo que se diga de ellos en las redes sociales? 

En general sí, porque las hemos convertido en un estercolero. La crítica vende más que el halago. En la calle a lo mejor no echamos cuenta a esas personas que se meten contigo.

"Las redes sociales afectan a los futbolistas porque las hemos convertido en un estercolero"

Juan Cala Central del Cádiz

¿Cómo ha sido su relación con Sergio Ramos? 

Siempre me ha tratado con mucho cariño por ser canterano del Sevilla. Para mí era un ídolo. Ha sido el mejor central de los últimos 20 años. Es un jugador sobrado, maneja las dos piernas, tiene buen remate, aparece cuando más se le necesita… Ha estado bien en los momentos clave y eso es cosa de los buenos jugadores. Cuando ha habido que jugarse las papas, él siempre ha estado.

¿A qué compañeros les has podido palpar eso que les hace distintos?

Llegué a un Sevilla con jugadores como Kanouté, Navas, Luis Fabiano… Después en el Getafe coincidí con Pedro León, Sarabia… Me quedo con lo determinante que es Negredo en los equipos. Y en esta última etapa en el Cádiz, Lucas Pérez me ha parecido un futbolista muy bueno en los entrenamientos y en los partidos, que influye mucho en el juego. Lo mismo que Rakitic. Y no me quiero olvidar de Reyes, por supuesto.

Háblame de su íntimo amigo José Antonio Reyes, si le apetece…

Lo conocí cuando volví del AEK de Atenas. Él regresaba del Atlético. José era todo bondad. Llevaba toda a su familia por delante, arrastraba a mucha gente. Nunca he visto a nadie que despertara tantas pasiones por donde quiera que fuese. Una vez que fuimos al Rocío, a pesar de que había muchos famosos, él levantaba furor entre todo tipo de gente, desde un niño hasta una señora de 80 años. Él quería demostrarte siempre que él era el cabecilla y pagar todo.

¿Qué plan te gustaría compartir con él si pudieras?

Con él daba igual donde fueses que te lo ibas a pasar bien. Estaba siempre contando chistes y con una sonrisa. No le vi cabreado jamás. En el Sevilla cogimos la costumbre de hacernos bromas que cada vez iban a más. Me escondía el coche en cualquier lado, y un día, un viernes que teníamos que irnos de viaje con el equipo, le escondí la llave del suyo al acabar el entreno del mediodía. Se tuvo que ir en taxi a casa y ni aun así se enfadó. Encima se descojonaba, y yo me preguntaba '¿este hombre cuándo va a dejar de reírse?'. Era un ser de luz que nos alegraba la vida a todos.

«Reyes era un ser de luz, nunca le vi enfadado»

A Antonio Puerta también le conocías. ¿Qué supuso su partida?

Marcó un antes y un después en el Sevilla y en el mundo del fútbol. Era una persona muy carismática que incluso unió a Betis y Sevilla en aquel momento. A partir de su muerte, cambiaron los exámenes médicos. Fueron más exhaustivos.

¿Cómo estás viendo a Monchi últimamente? ¿Crees que va a seguir en el Sevilla?

Ha vivido varias etapas. En la primera, Del Nido asumía el papel más protagonista. Luego se convirtió en el mejor director deportivo del mundo. Cambió al Sevilla, ganaron la UEFA y se montó un muy buen proyecto. Él ha reconocido haberse equivocado en la planificación y quizás está más nervioso de la cuenta, pero tiene crédito de sobra. ¿Se irá? Es muy sevillista, y cuando eres tan del equipo en el que estás también sufres el doble. Supongo que estará viendo que se estabilice el club. Ahora el Sevilla es una olla a presión, aunque entiendo que las aguas volverán a su cauce.

Elije un compañero para…

Irse a la Feria de Abril. 

Coke Andújar.

Pelear un descenso. 

Con José Mari en el Cádiz.

Para ascender.

Jorge Molina.

Ser su ayudante como entrenador. 

Javi Varas.

Cuidar de sus hijos. 

Negredo.

Montar una empresa. 

Coke, con el que la tengo.

Para no enfadarse con él, por si acaso. 

Conmigo mismo. Tampoco me enfadaría con el Cata Díaz.

¿El episodio más desagradable de tu carrera fue el vivido con Diakhaby, cuando te acusó de dirigirle un insulto racista? 

Sí, para ciertas cosas en esta sociedad somos muy sensibles. Él dijo haber escuchado una cosa que se ha demostrado por todas partes que no era verdad. En primera instancia, un compañero se aprovecha de que no iban ganando, Gabriel Paulista, que no escuchaba ni a Diakhaby, solo decía: 'Vámonos'. Cuando se iban a vestuarios, yo pensaba que no me podía estar pasando a mí, y ya imaginaba la repercusión que podía tener. Se aprovecharon de la situación muchas personas para meter leña con el tema del racismo, estar en el ojo del huracán, incluso políticos que no sabían ni por dónde iba el tiro. Infórmate primero, al menos. Le estaba pasando a un futbolista de treinta y pico años con muchos partidos y compañeros. ¿Si insultan a tu madre no pasa nada y si se dice esto se tiene que parar el mundo?

...

Fue una farsa tan bien montada que todos participaron, entre ellos el presidente del Valencia, para tapar el desastre de gestión que estaba teniendo, Jugadores valencianistas que estaban teniendo malos resultados, políticos, medios de comunicación que no se preguntaron por el daño que podían causar. Lo estudiaron 35 cámaras, yo tenía compañeros y rivales cerca y tampoco escucharon nada. ¿Y nos olvidamos de todo? ¿Ya da igual la portada que me hicieron? Claro que no debe existir el racismo, pero ¿yo no soy un ciudadano español con derecho a la presunción de inocencia y a que se me escuche? Eso sí que es racismo, aprovecharse de un hecho puntual para vender y pasarse de la raya. Sólo el alcalde de Cádiz me llamó para pedirme disculpas. Nadie de los medios, ni los programas prime time que no sabían lo que había pasado, pero lo sacaban porque así vendían.

¿Nunca hablaste con Diakhaby?

No, Diakhaby participó en el circo, nunca hablé con él. En el momento, vino el delegado del Valencia y le propuse meterme con él en el vestuario a solas, con el árbitro, para hablar. Se hubiese arreglado. Pero era tal el espectáculo, te habías metido en el vestuario y te quitaban los puntos, que ya no daban un paso atrás.

Sigo recibiendo insultos de racista por parte de cuatro tontos. ¿Por qué me identifican con eso si es falso? No debo echarle cuentas, pero no es grato ser producto de esa cacería. Yo esperaba, al menos, las disculpas de presentadores de algunos medios. Supongo que tienen mi teléfono para hacerme la entrevista, pero no para pedirme perdón. Tú me entiendes porque has sufrido algo parecido. Luego nos callamos cuando nos enteramos de que han muerto miles de personas en Catar, pero sí importa que se diga que un futbolista supuestamente ha insultado a otro.

«En España tenemos la piel muy fina».

 ¿Cómo te sentías en esos días?

Aquella noche me fui a casa de mis padres para darles tranquilidad. Mi pareja no dormía, pero yo sí. A mí me afectaba por lo que podían sufrir mis familiares, me sentía perseguido y empecé a dudar por lo que podía pasar. Era impotencia. Y cuando se demostró la verdad, pensaba : '¿Esto se va a quedar así? ¿Nadie va a castigar a nadie por inventarse algo que te puede costar tu carrera?'.

Yo estaba tranquilo pero estaban jugando con el futuro de mi carrera. Parecía que en España no había cosa más importante. Se metió hasta la ministra de Igualdad. Yo alucinaba. El presidente del Cádiz supo dar todos los pasos con mucha sensatez y en el club nadie dudó de mí. Con el tiempo se ha demostrado que hubo un showman que creó eso. Nos hemos vuelto a enfrentar y ha vuelto a provocar. Lo hemos visto todos y nadie ha dicho nada. No le hice caso, ni le miraba, si hubiese reaccionado y le digo algo, aunque sea tonto, se me hubieran hecho encima otra vez. Me acabaron cambiando porque en el descanso yo tenía una amarilla y le dije al míster que me cambiara, iban a provocarme y era todo muy desagradable, incluido para el árbitro.

Si hubiera ido ganando el Valencia, ¿crees que se hubiera dado tal situación?

Es mucho suponer, además cuando íbamos ganando allí en Copa del Rey, Diakhaby también vino a provocar. Se ha metido en un personaje del que ya no puede salir. Hubo otro partido que vino a por mí yendo al vestuario. '¿Otra vez?', decía yo. Luego el árbitro me dio la enhorabuena por haber tenido ese temple, y me confesó que ya le conocía, porque tenía esa actitud en muchos partidos.

¿Con el tiempo te enteraste de si Diakhaby se retractó? 

De lo que me he enterado es de que le hicieron salir en el vídeo aquel, le obligaron porque él no quería. Y tuvo que aparecer con el presidente, me contaron que estaba todo orquestado y que él era un monigote del Valencia, que ni estaba dolido ni le importaba nada.

¿Hay racismo en el fútbol?

No. Primero deberíamos preguntarnos qué es racismo. Yo entiendo por racismo el que una persona de color venga a España y no tenga las mismas oportunidades que una persona de otro color. Que no pueda ir a algún sitio, que no opte a educación, sanidad pública, a todos los derechos que tenemos los demás. Eso es racismo. O que se infravalore por su color. Eso no existe en el fútbol. Cualquier compañero de color con el que compartimos vestuario y habitación tiene los mismos derechos que todos. Si yo te digo negro, eso no es racismo, aunque me vayan a llover palos. Tengo compañeros que se llaman negro y él le llama blanco. He estado con compañeros negros toda la vida y ninguno podrá decirte que se ha sentido infravalorado conmigo. Si no tenemos polémica, parece que no vivimos. Jamás he conocido a un futbolista que tenga menos derechos que yo por ser negro. Habrá sitios donde haya pasado, pero yo no lo he conocido.

Quedan cuatro energúmenos que también se meten conmigo, van a desahogarse al estadio de fútbol, deberíamos erradicarlos y echarlos. A mí me dicen 'sevillano yonki', 'gitano'... No saben otra cosa que insultar. Hay que erradicar todos los insultos, no hay unos que valgan más que otros. Dentro del fútbol sabemos que no existe ese racismo.

Juan Cala: «Llamarle negro a un compañero de color no es racismo»

¿Crees que en alguna ocasión se pueden aprovechar y usar ese presunto racismo para beneficiarse en un partido?

Quiero pensar que esa persona no es ventajista. Además, si recibe insultos, del calibre que sea, no sabemos lo que ha sido su vida y lo que le puede afectar más. A mí por ejemplo me llaman racista, y no me duele porque ya he aprendido a pasar de lo que me diga la gente que no me importa. Podría decir que me voy del campo. Los insultos los recibimos todos. A Piqué otra cosa, a Ramos otra… En el fútbol español hemos evolucionado bastante con las aficiones. Queda una parte que comete hechos lamentables. Recuerdo una vez en el Camp Nou que fui a coger un balón y un señor empezó a gritarme e insultarme en la cara, con su hijo pequeño al lado. Le dije '¿no le da vergüenza?'. A mí me gustaría que se erradicaran los insultos para todos.

¿Por qué crees que Vinicius está siendo foco de polémica e insultos últimamente?

Es por su forma de jugar, no por su color. Hace malabares, encara doscientas mil veces al defensa, conserva esa forma típica brasileña de jugar y encima lo hace en el Madrid, el equipo que más medios arrastra y que monopoliza todos los informativos de este país. Por eso tiene más repercusión. Hay muchos ejemplos de futbolistas que no son de raza negra y que por su forma de jugar les pasa algo parecido.

«Lo de Vinicius es por su forma de jugar, no por su color»

¿Cómo valoras el papel de los medios de comunicación en la lucha contra el racismo?

Si hablo de mi experiencia, se actúa mal. La mayoría me catalogó sin tener en cuenta mis derechos y eso me hizo un flaco favor, a mí y a la lucha contra el racismo. Últimamente los medios venden más con la polémica que con la información certera.