Juande Ramos: "He visto varias veces el 2-6 para analizar qué pasó, y ocurrieron cosas raras que, como no tengo pruebas, no puedo decirlas..."
El extécnico del Real Madrid, alejado de la primera línea desde 2016, recibe a Relevo mientras espera la llamada de "una selección".

Juande Ramos (Pedro Muñoz, Ciudad Real, 69 años) no es amigo de conceder entrevistas. Hace siete años de su última experiencia en los banquillos (Málaga) y estaba prácticamente en paradero desconocido. Pese a llevarse muy bien con algunos periodistas, su relación con los medios de comunicación es escasa. La razón es que su experiencia le hace no creer en la objetividad de la profesión y prefiere que su trabajo hable por él mismo. Así que este encuentro en Alicante sólo es posible gracias a la intermediación de una celestina admirada por entrevistador y entrevistado.
Con un físico afilado y una vestimenta deportiva y juvenil, hace acto de presencia en el Puerto con su mejor sonrisa -quizás por el radiante sol- con la condición de que le hablemos de tú y no de usted y con la disponibilidad de aclarar, sin prisas, algunas cosas sobre las que no se había pronunciado. Tras su carrera profesional como futbolista y sus 861 partidos en los banquillos de Ilicitano, Alcoyano, Levante, Logroñés, Barcelona B, Lleida, Rayo, Betis, Espanyol, Málaga, Sevilla, Tottenham, Real Madrid, CSKA y Dnipro, aún tiene cuerda para rato. Si alguien medita contratarle, mejor que quede a tomar un café con él antes de que el DNI le condicione.
Tiene 69 años y no entrena desde 2016. ¿Descarta volver a hacerlo?
A ver... Si tuviera 40 años, te pones las botas y vas a cualquier sitio. Pero, gracias a Dios, son muchos años ya en la profesión y la cosa ha ido bastante bien. Estoy muy contento de mi trayectoria. Y en este momento tengo la suerte de poder elegir a dónde quiero ir. Lo que realmente me atrae es un proyecto importante. Un equipo que colme mis exigencias en el aspecto deportivo. Y, sobre todo, la posibilidad de entrenar a algún equipo nacional. Hacer algún evento tipo Eurocopa, tipo Mundial. Es una de las cosas que me gustaría vivir antes de retirarme.
Hace poco Caparrós (68 años) me dijo que no se jubilaba y Pellegrini brilla con 70... ¿Qué tiene el fútbol para no querer dejarlo?
Que es nuestro hobby. Si no me hubieran pagado por entrenar o por jugar, lo hubiera hecho gratis e incluso hubiera pagado. Estar trabajando en tu hobby, en tu profesión, disfrutarla al máximo, no tiene precio. Soy de la misma hornada de los técnicos que mencionas. Nos gusta mucho el fútbol y la adrenalina que te genera este trabajo. Es lo que te mantiene vivo cada día.
¿Sigues teniendo representante o con un currículum como el tuyo ya no hace falta?
Más que representantes, tengo amigos. Como Ginés Carvajal. Si hay alguna cosa, él me informa, pero realmente me lleva mucha gente directamente. Sin nadie de por medio. Y yo tengo la capacidad de poder decir luego si sí, o si no. Si hay algo que realmente me puede interesar, pues se lo transmito a Ginés, porque es un magnífico profesional a la hora de gestionar un contrato. Tiene muchísima experiencia y lo va a hacer mucho mejor que yo.
¿Cuál ha sido la última propuesta que has tenido?
He tenido dos cosas de Brasil. Estuve valorando muy seriamente el aceptar una, sobre todo la del Botafogo. En el momento que me hacen la propuesta, estaba líder y era muy apetecible. Pero por circunstancias no se dio. Tengo una gente que va conmigo, un staff, y ellos no estaban de acuerdo. Tenía que poner gente de allí, digamos de su cuerda, gente impuesta por el club. Entonces, consideré que no era lo oportuno y no podía dejar fuera a las personas que habían trabajado conmigo y que me habían sido fieles durante mucho tiempo. Esto es clave para mí. La gente con la que yo trabajo sabe realmente lo que necesito y lo que quiero.
"Las dos últimas ofertas fueron de Brasil, una del Botafogo, y no fui por mi staff. Puedo elegir y espero a una selección e ir a una Eurocopa o un Mundial"
Un futbolista suele saber cuándo y cómo se retira y le da tiempo a preparar todo. ¿Un entrenador cuándo deja de serlo?
Los entrenadores no nos jubilamos, nos jubilan. Desde el momento que dejamos de recibir ofertas, pues ya nos están jubilando. Luis Aragonés, con 74 años, estaba entrenando al Fenerbahçe y pensábamos 'bueno, ¿este hombre cuándo se va a retirar?'. Mientras estás con energía y activo, no te retiras nunca. A mí me pasa. Veo mucho fútbol, estoy continuamente en activo con gente de la profesión y hablo con muchos profesionales. En cualquier momento que salga una propuesta, pues vuelvo a los estadios.

Es curioso. Como futbolista, cuantos más años, más achaques y peor rendimiento. Sin embargo, el entrenador mejora como el vino.
Sobre todo a nivel de experiencia y madurez. Se nota a la hora de tomar decisiones. Tienes la suficiente tranquilidad para no hacerlo con arrebatos y con esos calentamientos que suelen ocurrir después de un mal resultado. Todo se minimiza y lo ves desde otro prisma y de otra manera.
¿Cuándo y cómo te diste cuenta que era el momento de colgar las botas como jugador?
Lo decidí por una lesión. Estuve en Primera con el Elche tres años y con 28 años sufrí una rotura de tobillo bastante grave, de esas que hoy en día se recuperan en siete u ocho meses. Esa desgracia me obligó a retirarme. A partir de ahí pensé que me había quedado con la carrera a medias y es entonces cuando empezó mi vida de entrenador. Y la cosa fue bien, la verdad.
Para los más jóvenes que no te hayan visto jugar: ¿a quién se parecía Juande?
Era un centrocampista de corte ofensivo con bastante gol. De hecho, en algún equipo que estuve fui máximo goleador. Pero bueno, era un jugador de último pase con gol.
¡Bellingham!
Ojalá que hubiera estado a ese nivel. [Risas] Ni mucho menos. Estaba bastante lejos de él. Menudo futbolista.
Veo que el fútbol sigue marcando tu agenda. ¿Cómo es tu día a día?
Vivo con naturalidad y normalidad. Por la mañana suelo hacer algo de deporte y luego, por la tarde, pues si hay partidos, veo todo por televisión. Y de todas las ligas europeas. Estoy al corriente de todas. Algún fin de semana, además, también me gusta viajar y ver algún partido en directo.
Para muchos, Juande ha desaparecido del mapa. ¿Por qué no se prodiga en los medios para compartir lo que sabe y ponerse al mismo tiempo en el escaparate?
Muy simple. Te lo voy a decir muy claro, para que no haya confusión ni dudas: me considero entrenador de fútbol; ni me considero comentarista, ni me gusta dar conferencias. Me dedico a entrenar y a ver fútbol. Hacer conferencias, bajo mi punto de vista, está fuera de la labor de un entrenador. Y lo de los medios de comunicación, lo de transmitir y comentar partidos, pues no lo veo. Si voy a comentar, en un partido pueden ocurrir cosas buenas y cosas malas. Si ocurren cosas buenas, es muy fácil decirlas. Pero si ocurren cosas malas, tienes que criticar al compañero que está en el banquillo de ese equipo. Y no me gusta, porque imagino que cuando mis equipos jueguen también harán cosas mal. A veces hay comentarios que están un poco fuera de lugar. Al final el entrenador se limita a dirigir el partido, y a veces los ejecutores, que son los futbolistas, lo pueden hacer mejor o peor. Y cuando ocurren cosas malas, si estás comentando y no lo dices, dirá la gente 'este no tiene idea, o este es un besugo y no sabe lo que está viendo'. O tienes que criticar al compañero, claro. Y prefiero evitar esa situación.
Una crítica radiofónica le llegó a costar el puesto en el Real Madrid a Álvaro Benito.
Es lo que digo. A veces los partidos salen mal y hay un planteamiento equivocado, cualquier cosa puede ocurrir. Entonces, si no lo dices, pues eres un besugo. ¿Para qué vas a comentar un partido si no dices lo que está pasando? A veces decir la verdad es duro y difícil.
Has hecho muchas cosas en el fútbol y ha estado en mil equipos. ¿Cómo crees que te recuerda ahora mismo el aficionado?
Puede parecer un poco pedante, pero tengo la apreciación de que la gente, cuando me la encuentro por la calle, tiene una sensación de alegría por mi humildad. Siempre me dicen 'lo que más me gusta de ti es que eres un tío que no vas por ahí vendiéndote'. Son palabras que agradan a uno. A mí no hace falta que me digan que en el Sevilla lo hice muy bien porque ganamos lo que no ha ganado en no sé cuántos años. En el Real Madrid no hace falta que me digan que lo hice muy bien porque en esa Liga estuvimos 19 partidos, una vuelta completa, ganando. Y un solo partido nos marcó para siempre... Pero a mí no me hace falta que la gente me lo recuerde ni me lo diga. Eso ya sé yo que ha ocurrido. En definitiva, me ven como un entrenador humilde que salió de la base, de las categorías inferiores, sin ningún tipo de ayuda ni recomendación, y que ha llegado a lo más alto, a la élite.
A varios amigos a los que le he contado que venía a entrevistarte, me han sacado a relucir lo del 2-6 del Barça en 2009. Antes que cualquier otra cosa. ¿Te parece injusto, algo normal, un accidente doloroso...?
Mira, lo digo con total naturalidad: el 2-6 es verdad, pero ese 2-6 fue contra el Barcelona de Guardiola que ganó los seis títulos. ¡Que el año siguiente le ganó 5-0 al Madrid siendo uno y otro los mismos equipos! Ese Barcelona era infinitamente superior al Real Madrid. Y nosotros tuvimos la gallardía de competirle esa Liga. Porque cuando yo fiché [9 de diciembre de 2008] estábamos a 14 puntos. Cuando llegó ese 2-6 en el Bernabéu [2 de mayo de 2009] estábamos a cuatro puntos. Si hubiéramos ganado, nos poníamos a uno. La generosidad y la entrega que hizo el equipo y el esfuerzo fueron enormes. Y para mí eso es una satisfacción. Yo entiendo que el 2-6, a nivel de aficionado, al madridista, le duele mucho. Como me duele a mí. Pero la satisfacción de haber estado 19 partidos ganando, de acercarnos como lo hicimos hasta el último momento, está por encima de eso. Entiendo que el profesional lo ve de una forma y el aficionado, de otra. Y el aficionado lo único que recuerda es el 2-6. Era muy superior ese Barcelona al Real Madrid. Aunque duele decirlo.
"Aunque duele decirlo, aquel Barça de Guardiola era muy superior al Madrid. De hecho, le ganó 5-0 al año siguiente. Nosotros tuvimos la gallardía de pelearle este Liga estando a 14 puntos cuando llegué"
Ahora, al menos, se puede comentar. Entonces, no. Schuster vino a decir algo similar antes de que tú llegaras y fue destituido.
El problema es que Schuster lo dijo siendo el entrenador del Real Madrid. Y el entrenador del Real Madrid no puede decir ciertas cosas, aunque las piense. En esos momentos estaba a 14 puntos, el Madrid iba quinto y la diferencia era abismal. Entiendo perfectamente que Schuster dijera eso porque era la realidad en esos momentos. Pero hay cosas que no se pueden decir, de hecho le costó el puesto.
Por curiosidad, ¿has vuelto a ver aquella goleada en el Madrid-Barça alguna vez?
Sí, sí, lo he visto, lo he visto.
¿Una vez? ¿Varias?
Pues es posible que lo haya visto varias veces para analizar qué ocurrió. Y ocurrieron cosas raras...
¿Cómo?
Cosas raras que, como no tengo pruebas, no puedo decirlas, pero ocurrieron cosas raras.

¿Lo dices porque no había tanta diferencia entre los dos equipos como dice el marcador?
Hubo momentos puntuales. Nosotros nos ponemos ganando 1-0 y en cinco minutos hay dos errores muy exagerados que dan la vuelta al partido... Entonces te pones 1-2 y el 1-3 es un error de Lass. Una pérdida de balón que se convierte en otro gol. Y a partir de ahí, no es que se acabe el partido, pero ya la distancia se hace enorme. Para mí el partido está en esos 5-10 minutos desde el 1-0 al 1-2. Y ahí lo he visto, lo he analizado, y hay errores gravísimos, difíciles de justificar.
"En aquel partido que nos marcó para siempre hubo momentos puntuales, con dos errores muy exagerados que dan la vuelta al 1-0. Errores gravísimos y difíciles de justificar"
¿Ese Barça es el mejor equipo al que te has enfrentado?
Sin lugar a dudas.
¿Os hizo más daño ese Clásico en concreto o la eliminatoria de Champions ante el Liverpool?
Fueron dos situaciones difíciles para una entidad como el Real Madrid. Porque en esos momentos el Liverpool también era un equipo infinitamente superior. Fernando Torres, Gerrard y compañía. Un ramillete de jugadores que estaba muy por encima. Que, a veces, decir eso del Real Madrid es complicado y duro. Pero como en todas las épocas, hay generaciones mejores y peores. Y en ese momento, el Madrid estaba en una situación en la que el cambio generacional se veía venir. Había muchos jugadores muy buenos que habían tenido una carrera excelente, pero que ya eran veteranos y estaban en la recta final. Y eso pasa factura, claro.
Caes en esos dos partidos clave con Raúl e Higuaín arriba, y el refuerzo que te trajeron en el mercado de invierno fue el de Faubert. Al año siguiente llegaron Cristiano, Benzema y Kaká. ¿Te dio rabia no haber llegado al club en el momento adecuado?
No llegué al club en el momento más afortunado. Y ahora que me das la oportunidad quiero aclarar una cosa, porque se han dicho muchas mentiras a través de eso.
Adelante.
El Real Madrid tenía que fichar a un jugador para la banda derecha y les pedí al club, a Mijatovic y a Vicente Boluda, que trajeran a Antonio Valencia. Era un futbolista del Wigan que luego firmó el Manchester United. Y pedían, creo que eran 18 millones más algunos bonus por objetivos yo creo. O incluso más. Luego hizo carrera en el United. Ése era el jugador de banda que yo pedí a la dirección deportiva. No podía venir porque era una cantidad importante y había que hacer una gran inversión. Y entonces Portugal, que era el secretario técnico, recomendó que había un jugador que podía venir cedido del West Ham, que era este Faubert. Yo prácticamente no lo conocía. Y entonces, aterrizó. Lógicamente, el desenlace fue el que fue. Un futbolista del West Ham, que no juega en un equipo de mitad de tabla en Inglaterra, y que viene a reforzar al Real Madrid... El chaval no podía jugar. Y no jugó.
Participó 54 minutos.
¿Por qué? Porque no tenía el nivel del Real Madrid. Entonces era muy fácil decir 'no, el entrenador es el que lo ha pedido'. El entrenador no pidió jamás a ese futbolista. No lo conocía. O sea, Faubert era un chaval espectacular, pero hablo del tema deportivo.
"Aclaro lo de Faubert: yo no lo conocía ni tenía nivel para el Madrid; pedí a Valencia, no pudo venir, y Portugal recomendó a este futbolista, un chaval espectacular, que no jugaba en el West Ham..."
¿Un vestuario como el del Madrid es más complicado de manejar que el de otros equipos?
Es diferente desde el punto de vista que hay estrellas que no las tiene ningún otro equipo del mundo. A la hora de entrenar al Madrid lo más importante es saber dirigirles. Es como el director de orquesta, llevas el vestuario y la gente que hay en él. Eso es más importante que entrenarles y enseñarles cosas de fútbol. Porque, ¿qué le vas a enseñar si son los mejores jugadores del mundo? Con respecto a eso, tenía una relación bastante buena con la mayoría de ellos y no había ningún problema. De hecho, es que el rendimiento deportivo fue muy bueno. Excelente. No es que ganáramos por cuatro o cinco goles cada jornada, pero sacábamos los resultados adelante. Y recibiendo muy pocos goles.
Eso de lo que hablas, la gestión del vestuario, es lo que le achacaban a Del Bosque que hacía por encima de todo lo demás. Una crítica que, vista así, es el mayor elogio.
En un equipo como el Madrid eso es lo más importante. Él tenía a Zidane, Ronaldo El Fenómeno, Beckham, Figo... Todos números uno. Más los españoles, Raúl, Casillas... Vicente hizo una gestión espectacular tanto en el Madrid como en la Selección.

¿Algún jugador del Madrid de los que te tocó entrenar te sorprendió especialmente?
Robben.
¿Por qué?
Dio tal rendimiento que en algún momento lo llegué a comparar con Messi, porque Messi todavía no había roto de la manera que lo hizo posteriormente como el magnífico futbolista que es... ¡Ocho Balones de Oro! Con eso está todo dicho. Robben, zurdo, jugaba en esa misma posición, partía de la banda derecha, tenía ese gran regate, esa carrera, la diagonal buscando portería… Muy bueno.
¿Olías ya entonces que Raúl podría llegar a ser entrenador?
No me ha sorprendido en absoluto que lo sea. Todo lo que ha hecho siempre ha tenido un mérito incalculable y le ha hecho aprender mucho. Se mantuvo al máximo nivel habiendo tenido que competir con futbolistas de la talla de Zidane, Ronaldo y lo mejor de lo mejor. Porque cada año se fichaba a una estrella. Estuvo en lo más alto 14 o 15 años, casi siempre siendo titular. Con el tiempo todo eso se ha ido reconociendo, y mucho más que va a quedar ahí para la historia. Puede enseñar muchas cosas.
En tu carta de despedida al madridismo aseguraste que no quisiste firmar más años al llegar, «para no hipotecar al club». ¿Tenías que haber sido más egoísta?
No. Hubo un cambio de dirección a nivel de presidente [Vicente Boluda entraría luego por el dimitido Ramón Calderón] y el que entra tiene que tener las manos libres para elegir. Lo que sí que digo es que la temporada que estuve, por cómo se desarrollaron los acontecimientos, merecía la renovación. Estoy seguro que en una situación estable, de un club estable, con la misma presidencia en el momento que estuve, cuando llevaba 10 o 12 partidos ganados, me hubieran ofrecido la renovación. Era lo normal. Como se desarrolló todo lo que se desarrolló, cuando acabó la temporada, pues hubo un cambio de presidencia [llega Florentino Pérez] y lógicamente firmaron a su entrenador. Pero en una situación estable estoy seguro de que me hubieran ofrecido la renovación.
"Merecía la renovación en el Madrid. Estoy seguro que en una situación estable y sin cambio en la presidencia me la hubieran ofrecido"
¿De qué estás más satisfecho de todo lo que ha ocurrido en tu carrera?
Sin lugar a dudas, lo que colma es tener éxitos, y los éxitos deportivos que se convierten en títulos. Tanto los que conseguí en el Sevilla como los que conseguí en Inglaterra con el Tottenham. El Tottenham llevaba 21 años sin ganar ningún título, y ganamos uno. Y desde entonces, ya son 14 o 15 años sin ganar otro. En 35 años ha ganado un título y fue el nuestro. Eso es una satisfacción personal. El Sevilla ahora podemos considerarlo como un equipo grande, porque ya se ha habituado a luchar con los mejores, pero cuando llegué era un equipo ascensor, de sube-baja. No había ganado un título creo que en sesenta y tantos años, y conseguimos cinco o seis en unos 15 meses. Pero títulos importantes, europeos. Títulos de ganarle al Barça una Supercopa de Europa con un 3-0. Títulos de ganarle 3-5 al Real Madrid una Supercopa de España en el Bernabéu. Aquel partido aún es recordado porque fue espectacular. Títulos de ganarle al Chelsea una final... No se los ganamos a equipos mediocres, sino a los grandes.
Hablando del Tottenham. ¿Te da orgullo cuando la gente recuerda que llegaste a ser el entrenador mejor pagado del mundo o, al revés, te da incluso algo de pudor?
No me lo planteo. Lo que me da orgullo es haber dirigido a una entidad tan importante, porque el Tottenham es un grande allí en Inglaterra. Ir a la Premier, a uno de los cuatro o cinco mejores clubes, es una satisfacción personal que va más allá de que te paguen más o te paguen menos. Eso queda en un segundo plano.
¿Y cómo se puede entender que el Tottenham pase en un año de hacer tal apuesta a destituirte al poco tiempo de ganar un título?
Tiene una explicación y lo vas a entender rápido. El Tottenham en ese momento tenía muchas dificultades en la Premier, me ficharon empezada la temporada y me hicieron un contrato de cinco años. Me dijeron 'o es ahora o ya no va a ser; si no vienes tenemos que fichar otro entrenador al que le vamos a dar el proyecto'. Entonces tomé la decisión de ir. Sobre todo porque para mí era un sueño entrenar a la Premier, la mejor liga del mundo. Y no es la mejor porque esté por encima un escalón, sino varios. Entonces, en esa primera temporada, el Tottenham estaba en descenso y al final quedamos décimos y ganamos la Carling Cup. Una temporada espectacular. Pero al acabar...
Al acabar...
La revalorización de los futbolistas del Tottenham era muy alta, y venden a Berbatov al United, y al Robbie Keane al Liverpool. Entre los dos habían metido 44 goles y se deshacen de ellos porque habían firmado la temporada anterior a Darren Bent, por el que pagaron 17 millones de libras. El Tottenham es un club-empresa y no podían perder esa inversión y tenían que rentabilizarlo. Como no jugaba, quitaron a los dos delanteros titulares para que jugara Darren Bent. El equipo se va a descenso, no ganamos ningún partido al empezar y me despiden. En diciembre, conmigo ya fuera, se tuvieron que gastar 51 millones de libras para reforzar el equipo porque si no se iba a Segunda. Lo que no quisieron gastar antes, luego se les convirtió en una losa. Ése fue el motivo.

Puestos a aclarar las cosas, ya que ha pasado el tiempo y es sano... ¿hubo problemas o tensiones con la plantilla como llegó a publicarse?
Esto es así: a mí me llamaban en el club El Despiadado. Los jugadores son muy propensos a sacarnos motes.
¿'El Despiadado'?
Sí. El Despiadado era porque no les dejaba comer pasteles y tenían que llevar la alimentación que para mí era imprescindible. Lo que luego, 10 o 12 años después, se ha hecho común en todos los clubes. Allí en las concentraciones era como si fueran a una boda. Había buffet para comer. Pero no buffet de deportistas. Todo eran pasteles, dulces, magdalenas, desayunos copiosos. Yo retiré todo eso. La gente que estaba acostumbrada a comer todo lo que quería, se quejó. Y yo dejé el buffet. ¿Pero sabes de lo que había en ese nuevo buffet? Buffet para comer pasta, pollo y yogur de postre. Eso era la concentración, comida de deportistas. Entonces ellos no querían, y decían que pasaban hambre. ¿Hambre? Si es buffet, come todo lo que quieras comer. Lo que querían era comer pasteles y eso generó una situación... Y más cosas.
"En el Tottenham me llamaban 'El Despiadado' porque en las concentraciones, que parecían bodas, cambié el buffet de pasteles por el de pasta y pollo. Decían que pasaban hambre, se creó una situación insostenible"
¿Como qué?
Ellos, entonces, pasaron a decir: 'Es que no le entendemos'. Oiga, ¿en los cinco primeros meses que estuve aquí, que el equipo iba en descenso y nos quedamos décimos y que ganamos la copa sí me entendían? ¿Ahora, 12 o 14 meses después ya no me entienden? ¿Cómo es posible? Llegó un momento que aquello era insostenible.
¿Llegaste a Londres sabiendo inglés?
No perfectamente, pero sí para entrenar. El léxico del fútbol es bastante común. Y con la pizarra y tal, pues te apañas. Además, yo tenía a Gustavo Poyet, uruguayo, que domina tanto el castellano como el inglés perfectamente. Que no me entienden, decían los jugadores... Pero al principio sí... Curioso.
También es curioso cómo cambian los análisis. Por esto que dices y por los palos que te dieron por dejar 'tirado' al Sevilla a mitad de temporada cuando ahora, por ejemplo, se elogia a Emery por irse del Villarreal en una situación parecida y fichar por el Aston Villa.
La perspectiva... El trato que se le puede dar a una cosa y a la otra... Entonces hubo quien lo entendió y lo apoyó, y también hubo otra parte de la prensa que aprovechó el momento para criticar. Pero las cosas pasan porque pasan... Yo llevaba ya tres años en el Sevilla y el desgaste era importante a nivel de presidencia.

"Me fui del Sevilla al Tottenham porque llevaba tres años y el desgaste era importante a nivel de presidencia"
¿Por?
Había tenido una serie de situaciones que prefiero no comentar ni hacer hacer públicas. [Llegó a publicarse en la época que el sueldo que Del Nido le tenía marcado al entrenador no se ajustaba a los títulos que estaba consiguiendo para el Sevilla]. A mí no me gusta comparar lo que han hecho los otros entrenadores con lo que haya hecho yo. Pero lo mío se lo voy a explicar bien…
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*En la segunda parte, Juande Ramos detalla cómo se produjo su llegada al Sánchez-Pizjuán, sus éxitos y su polémica salida del Sevilla rumbo a la Premier, su casi fugaz paso por el Barça -donde coincidió con Mourinho- y un detalle desconocido respecto a Ucrania, país en el que dirigió cuatro años al Dnipro, que pone los pelos de punta.