Yo jugué con Mikel Oyarzabal, el héroe de la Eurocopa: "Le han pasado tantas cosas que a cualquiera le podría haber alterado"
Varios compañeros del jugador de la Real Sociedad repasan con Relevo la trayectoria del goleador en la final de Berlín.

Mikel Oyarzabal (27 años) entró en el panteón del fútbol español en la final de la Eurocopa ante Inglaterra. Corría el minuto 86 del encuentro y el jugador de Eibar metió su 47 de pie para coronar a España como campeona de Eurocopa por cuarta vez en su historia. Un héroe inesperado que ha pasado de todo en su trayectoria profesional.
⚽️ ¡El gol que decide la Eurocopa lleva firma Txuri Urdin!
— Real Sociedad Fútbol (@RealSociedad) July 14, 2024
©️ @mikel10oyar 💙
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Capitán de la Real Sociedad, protagonista en la final de la Copa del Rey en un derbi vasco frente al Athletic, una grave lesión que le apartó casi un año de los terrenos de juego y un gol único que le equipara a figuras como Fernando Torres o Andrés Iniesta. Para conocer más en profundidad a Mikel, Relevo ha tenido la oportunidad de hablar con varios excompañeros y amigos para desengranar como es Oyarzabal.
Uno de los que mejor le conoce es el futbolista del Alavés, Ander Guevara. Centrocampista y delantero son del mismo año (1997) y llegaron juntos a la Real Sociedad. "Recuerdo que cuando empezamos la pretemporada los dos llegamos nuevos y poco a poco fuimos teniendo relación y adaptándonos al cambio. Desde el principio congeniamos muy bien. Considero a Mikel como un gran amigo y él a mí también", explica Ander.

Un Guevara que ha vivido de todo al lado de Oyarzabal. "Los dos teníamos un perfil bastante similar. Nunca nos han gustado demasiado hacer muchas cosas extradeportivas. Siempre hemos estado centrados en el fútbol porque teníamos muchas ganas de poder vivir de esto. Hemos vivido muchísimo juntos. Además, sobre todo cuando éramos pequeños y empezamos a jugar juntos en la Real Sociedad, íbamos a torneos y compartíamos habitación. Allí surgían las típicas anécdotas cuando convives 24 horas. Nuestras familias se han llevado muy bien también. Siempre que podemos intentamos vernos. Sobre todo me quedo con la relación que tenemos desde el primer día; recuerdo que veíamos muchas películas juntos en la habitación" rememora el jugador del Alavés.
Otro miembro de la generación del 97, donde estaban también Igor Zubeldia o Aihen Muñóz, es Marcos Celorrio, que compartió delantera con el oriundo de Eibar. Celorrio describe a la perfección la figura de Oyarzabal. "Es un líder y lo hace a través del ejemplo. Es el jugador que más presiona y el que más aprieta. Si tienes un jugador que, con su nivel, hace eso, estás obligado a apretar de la misma manera", comenta Celorrio a Relevo.
Tras ser uno de los mayores proyectos de Zubieta, Mikel llegó al primer equipo de la Real Sociedad. En el vestuario de Anoeta se encontró con dos pesos pesados como Carlos Martínez y Markel Bergara, que quedaron sorprendidos desde el principio. "Desde que subió siempre fue un chico muy responsable, serio y muy trabajador. No fue el mítico joven que puede llegar al primer equipo y que se le suba a la cabeza", relata el lateral derecho.
"Me acuerdo la facilidad que tenía para el gol. Es algo con lo que se nace. Tenía una facilidad para golpear el balón y en situaciones complejas entraban. No sabías como lo hacía"
Exjugador de la Real SociedadPor su parte, Mikel Oyarzabal maravilló a Bergara por su capacidad innata para el gol. "Me acuerdo la facilidad que tenía para marcar. Es algo con lo que se nace. Recuerdo que en uno de sus primeros entrenamientos, en un ejercicio de remates a puerta, tenía una facilidad para golpear el balón y en situaciones complejas entraban. No sabías cómo lo hacía. Además, es un chico muy humilde que seguía estudiando en la universidad y vivía con dos amigos en Donosti", destaca el exjugador txuri-urdin.
Esos primeros años fueron increíbles para Mikel que, poco a poco, se consagró como una de las figuras de la Real Sociedad. Además, era un jugador muy pendiente de los detalles y que guardaba un enorme respecto por los veteranos. "Lo que más me marcó con Mikel fue el partido de despedida de Xabi Prieto y mío. Fue contra el Leganés y, después de marcar, vino donde estábamos en el banquillo, que estábamos esperando para salir, y se abrazó con nosotros", recuerda Carlos Martínez. Por su parte, Bergara mantenía una relación especial con Oyarzabal por la cercanía entre las localidades de ambos -Eibar y Elgóibar están a unos tres kilómetros-. "Es un chico que tiene los pies en el suelo y me acuerdo que siempre hacía preguntas sobre cómo funcionaba el club. Siempre supo lo que tenía que hacer y se fijaba mucho en los veteranos".

Un jugador que demostró un carácter especial, sobre todo, tras coger el testigo de un dorsal especial como el '10' que pertenecía a una leyenda de la Real como Xabi Prieto. "Hay que tener mucha responsabilidad para asumir un dorsal con tanta historia", refleja Carlos Martínez. Un hecho que, para Markel Bergara era "bastante obvio" que tenía que ocurrir por su calidad futbolística.
Un éxito y fama que no han cambiado al Mikel Oyarzabal que llegó a Zubieta en edad cadete. "Una de sus mayores virtudes es que es una persona muy normal. Como jugador lleva más de 200 partidos en Primera y con la Selección ha jugado varios torneos importantes. Es reconocido, no sólo a nivel nacional, sino también internacional. Lo mejor que tiene Mikel es la humildad. Yo, que le conozco desde hace varios años, es el mismo chico que conocí cuando empezamos en cadetes. Le han pasado tantas cosas que a cualquier persona le podrían haber alterado y cambiar su forma de ser y la percepción de concebir las cosas, pero para nada ha sido su caso. Cada vez que hablamos y nos vemos sigue siendo el mismo Mikel que cuando empezamos. A partir de ahí parece que es un tío serio, pero es un tío divertido y tiene su humor. Además, es inteligente y cuando le da por hacer bromas son bromas que las tienes que pillar. Es un gran tío", destaca uno de los mejores amigos que le ha dado el fútbol como es Ander Guevara.
"Lo mejor que tiene Mikel es la humildad. Cuando le da por hacer bromas son bromas inteligentes que las tienes que pillar"
Jugador del AlavésTodo iba viento en popa hasta una dura lesión de rodilla que le apartó de los terrenos de juego durante casi un año. "Fue muy duro. Cuando a un amigo tuyo le pasa algo así te duele el doble. En ese momento nos volvió a dar otro ejemplo de cómo es. A veces pienso, toco madera, que si me pasase a mí me lo que le pasó a él me afectaría muchísimo más", lamenta Guevara. "El esfuerzo que realizó durante la lesión tiene un mérito de la hostia. No es casualidad que volviese al fútbol como volvió", exclama Marcos Celorrio.
Oyarzabal peleó para regresar y el 14 de julio de 2024 su nombre pasó a la historia del fútbol español. Un tanto que valió una Eurocopa y sus compañeros celebraron por todo lo alto. "Le escribí un mensaje que no puedo decirte. No me sorprende que marcase ese gol", señala entre risas Celorrio. "Cuando marca Mikel fue espectacular. Pasó de compartir vestuario conmigo a marcar un gol tan especial con la Selección Española", destaca Carlos Martínez. "Es una situación que uno no llega ni a soñar. Que un amigo mío haya vivido esa experiencia es para estar en una burbuja", destaca orgulloso Markel Bergara.

Por su parte, Ander Guevara vivió otra actuación para la memoria de Mikel Oyarzabal durante la final de Copa del Rey contra el Athletic Club. "Viví desde dentro el tanto al Athletic y fue impresionante, una locura. Nunca había ganado un título de esa importancia y recuerdo vivir mientras calentaba el momento del penalti y fue apoteósico. También hay que decir que cuando le vi meter ese 47 que tiene de pie para dentro fue brutal. Al principio me quedé un poco en shock porque pensaba que estaba en fuera de juego, pero me llevé una alegría espectacular". Una talla de pie que siempre fue comidilla en el vestuario. "Siempre le ha caracterizado y hemos tenido de broma el pedazo de pie que tiene. Le ha sabido sacar rendimiento", menciona entre risas Guevara al comparar el pie de Mikel con un esquí.
Cuatro compañeros orgullosos que muestran la humildad y resiliencia de una persona corriente que, a pesar del reciente éxito en la Eurocopa, no cambiará. Un ejemplo como futbolista y como persona que tocó el cielo en Berlín y pasa a ser historia del fútbol español.