El Real Madrid femenino devuelve a Khedira a la capital: un barista en potencia y "cerebrito que no se cansa de aprender"
El alemán, pareja de la madridista Leupolz, posee una marca de café, además de ser un habitual en retransmisiones televisivas.

"Echaré de menos Madrid y al Real Madrid". Lo dijo Sami Khedira (37 años) en su despedida del conjunto blanco en 2015, antes de poner rumbo a la Serie A para reforzar la medular de la Juventus de Turín. Colgó las botas en 2021, después de vivir un "auténtico calvario con las lesiones", como él mismo ha reconocido en varias entrevistas, y, ahora, vuelve a la capital española por amor. Lo hace, eso sí, inmerso en varios proyectos y negocios a los que se ha dedicado desde que se retiró y que ocupan gran parte de su agenda.
Khedira regenta, desde noviembre de 2023, una marca de café llamada Balira. Basada en la sostenibilidad, se ha convertido en uno de sus proyectos más importantes, al que además "dedica mucho tiempo" y mima, y las publicaciones compartidas en su cuenta de Instagram así lo demuestran. A modo de curiosidad, el exfutbolista alemán lanza, de manera ocasional, cafés especiales, cada uno con un nombre diferente, haciendo alusión a las ciudades de los equipos en los que ha jugado: Stuttgart, Madrid, Turín y Berlín.
Pese a su retirada, hace ya dos años, sigue ligado al fútbol: participa en las retransmisiones de la Champions de DAZN, donde desempeña el rol de comentarista especializado en apreciaciones tácticas. "Es un cerebrito que no se cansa de aprender", dijo Glasner sobre Khedira en un programa. También comparte diferentes anécdotas sobre su etapa como futbolista, incidiendo en la importancia de tener una mentalidad ganadora para, así, pelear por levantar la máxima competición continental.
Cuando se retiró dejó clara su voluntad de seguir ligado al fútbol, sobre todo para "ayudar a gente joven a la hora de recorrer el mismo camino que yo tomó en su día", en una entrevista al Diario AS. Ahora, aunque forma parte de la parrilla de DAZN Alemania en las retransmisiones de Champions, también dedica tiempo a su vida privada, algo difícil de compaginar con las rutinas de la élite, y a evaluar diferentes opciones que le permitan trabajar en un club o en una selección. Dispone del título de entrenador, pero le gustaría "trazar estrategias a largo plazo", algo que no pudo llevar a cabo con la selección alemana "por discrepancias".
"Es una persona muy discreta, no le gusta llamar la atención", coinciden varios periodistas alemanes. Ya lo demostró sobre el césped, con un rol secundario, por momentos invisible, que fue clave en la etapa de Mourinho en el Real Madrid y, también, en la consecución de la ansiada Décima. "Viajo más ahora que antes", dijo en AS sobre su nueva vida, ya retirado y alejado del foco mediático que supone la élite.
Su etapa en el Madrid y el susto de una arritmia atrial
Khedira aterrizó en el Bernabéu en julio de 2010 procedente del Stuttgart, donde se destapó como un centrocampista total, capaz de sumar en el apartado defensivo y, también, con llegada al área contrario, haciendo gala de su zancada y despliegue físico en una de las ligas más exigentes de Europa. En el club blanco permaneció un total de cinco temporadas, siendo un fijo para Mourinho, con quien demostró su mejor versión. Con Ancelotti ganó la Champions en Lisboa, en la temporada 13-14, y coronó un periplo sobresaliente que le permitió recalar en la Juventus de Turín, ya más maduro y hecho, en la 15-16.

En 2019, se le diagnosticó de urgencia una arritmia atrial que le obligó a pasar por quirófano y parar. Ocurrió antes de un partido contra el Atlético de Madrid, cuando Khedira todavía gozaba de un rol protagonista en el cuadro italiano. Se llegó a hablar de un adiós anticipado, pero el centrocampista se recompuso y logró seguir jugando al fútbol hasta 2021, cuando anunció su retirada, mermado por lesiones y molestias musculares durante sus últimos años.
Los motivos de su vuelta
La vuelta de Khedira, que aseguró en su carta de despedida que echaría de menos Madrid y al Real Madrid, responde al fichaje de Melanie Leupolz, su pareja, por el Real Madrid Femenino. Ambos, discretos con su vida privada, mantienen una relación sentimental desde hace unos años, de ahí el regreso del exfutbolista alemán a la capital.
La centrocampista, fichaje estrella del club blanco este verano, aterriza en Valdebebas con la vitola de futbolista diferencial, ya retirada de su selección y centrada en los clubes en los clubes por los que ha pasado. Así, Leupolz se convierte en el motivo del regreso de Khedira a la que fue su casa durante cinco años, de 2010 a 2015.