Lo mejor de Lamine Yamal es lo que no se ve a simple vista

Los mejores jugadores del mundo no son aquellos que van más rápido que los demás, sino los que yendo a su propio ritmo son capaces de hacer creer al resto que en realidad van más rápido que ellos. Este es el caso de Lamine Yamal, un delantero que aún no ha roto en lo que será en su plenitud, que está muy lejos de haber estallado como una Supernova, pero al que su talento, gracilidad y cadencia se imponen casi siempre. No necesita ir siempre muy rápido para dejar a sus rivales atrás; le basta con saber frenar y volver a acelerar. En ese segundo, que lo es todo, el canterano condensa su secreto.

Con 16 años, el canterano suma ya 32 partidos en la élite habiendo participado en 8 goles. Lo lógico a esa edad es la intermitencia, la contención de todas las virtudes en una especialidad que le hace destacar, permitiendo adaptar un físico liviano y pueril al ritmo infernal de la élite. Pero en Lamine Yamal no sucede esto. La anomalía es que estando todavía en una fase embrionaria de su carrera, el canterano blaugrana está prácticamente en el TOP 10 de la mayoría de apartados que importan en un delantero. Su edad nos dice que arranca, su fútbol que ya ha llegado y sus datos que es mejor que la gran mayoría.

Lamine es ya uno de los mejores regateadores del panorama mundial. Por volumen y eficiencia. En LaLiga está ligeramente por detrás de Nico Williams (3,12) y Vinícius Jr (2,88), con 2,82 regates completados, siendo el undécimo delantero con mejores cifras en las cinco grandes Ligas. Lo sorprendente es la eficiencia. Siendo todavía tan joven, con un físico que no resiste el choque y una velocidad punta alejada de la de los mejores extremos, Lamine regatea de forma quirúrgica. Su 60% de acierto en estas situaciones supera al de Nico (56%) y al de Vinicius (40%).

El dato más sorprendente, que muestra su nivel de dominio corporal y que eleva su talento por encima del resto, es que de los 50 jugadores con más regates en Europa, Lamine Yamal es el que tiene un menor número de entradas recibidas en las que pierde la pelota. Solo sucede 1,03 veces por partido. El rival está lejos de poder quitársela porque juega con el tiempo, desacelerándolo hasta casi frenarlo, para después volver a correr, todo jugando con una elasticidad a prueba de bomba y unas piernas larguísimas que le brindan la posibilidad de enseñar y alejar la pelota a la misma vez, zigzagueando como si el contrario fuese parte de su entrenamiento personal.

Acciones como esta muestran su dominio espacial y el por qué del altísimo porcentaje de acierto en acciones en lo que lo normal es fallar más que acertar. Al poder salir por ambos perfiles con naturalidad, la amenaza se redobla, y el defensa, al ser encarado, retrocede perdiendo el punto de apoyo.

Como en el 0-2 ante el Alavés, ante Osasuna Lamine Yamal fue clave para abrir la lata en el pase previo, desbordando a dos futbolistas previo a jugar con el asistente. Lamine Yamal está brillando sin que sus cifras sean las que le impulsen, lo que señala que es su juego y su forma de moverse lo que marcan la diferencia. Y no hay mejor noticia que esta para alguien que está debutando al máximo nivel.

Lo que más brilla en Lamine no es su desborde, sino su capacidad para conectar al resto con una facilidad pasmosa. No solo es uno de los mejores regateadores, sino también uno de los mejores pasadores que hay. Esa creatividad que le nace de forma natural la acompaña con un entendimiento del juego que no tiene correlación con su edad. Lamine Yamal es el segundo atacante de LaLiga, por detrás de Suso, que más pases que rompen líneas da de toda LaLiga: 3,86. Y de los que dan más de tres, es el que tiene también un mejor porcentaje de acierto en este tipo de envíos, que son de mucha dificultad, con un 60%.

Este tipo de pases son los que miden la capacidad de un jugador para abrir nuevos horizontes, rompiendo no solo la línea defensiva rival, sino también habilitando a un compañero en una zona más cercana al gol. Ahí, en el último tercio, Lamine Yamal es el delantero que más pases que rompen líneas da, con 2,8, y el tercer futbolista de toda LaLiga solo por detrás de Modric y De Paul. El modelo de OBV de StatsBomb mide la calidad de cada acción y le atribuye un valor, y no hay atacante que genere más con los pases que rompen líneas que Lamine Yamal, con 0,22 por cada envío. Líder en todo.

Si miramos las cinco grandes Ligas, veremos que Lamine Yamal es el noveno atacante que más pases mete en el área rival, y pese a que en Liga solo ha sumado dos asistencias, la estadística avanzada muestra que sus 0,22 xA (asistencias esperadas), es de las mejores de Europa. Ha generado 19 ocasiones, muchas de ellas muy claras. La mayoría de sus remates (14 de los 19) son dentro del área, sobre todo en el segundo palo, zona que encuentra con mucha fluidez gracias a su magnífico centro tras recorte. Es cuestión de tiempo que sus cifras estén a la altura de lo que enseña.

Acostado en el perfil derecho, el Barça ha encontrado a una máquina de producir ventajas para el resto. Bien desde el desborde, pudiendo salir por ambos perfiles, o desde el pase, Lamine Yamal encuentra la fórmula para acercar a su equipo al gol. Todo en una dinámica colectiva muy mala que ha forzado al canterano a asumir un rol que por edad no le tocaría y que tanto Deco como Xavi reconocen que está teniendo demasiado peso. Pero el talento se impone. Brillar cuando todo funciona es más sencillo, y Lamine Yamal lo está haciendo cuando casi nada a su alrededor le está ayudando a alcanzar el nivel al que ha llegado.

Solo uno de sus centros ha terminado en gol (Gavi ante el Villarreal), pero sus envíos están generando muchísimas situaciones de ventaja tanto para el delantero que espera como para el jugador que busca llegar desde segunda línea. De hecho, Lamine Yamal tiende a encontrar siempre el segundo palo, que es una zona difícil de defender, sobre todo si entran jugadores de segunda línea. Ese espacio es el más valioso, y Lamine lo encuentra con mucha facilidad. Es el segundo extremo que más valor añade con sus conducciones (0,29) y sus pases (0,21) de toda LaLiga, siendo el único junto a Ousmane Dembélé que está en el TOP 10 en ambos apartados en las cinco grandes Ligas. Élite en aquello que más se le pide a un extremo.

Algo que está pasando muy desapercibido es su faceta defensiva, que ha ido en alza a lo largo de la temporada. Aún estando tierno a la hora de repetir esfuerzos o ajustar su posición en fase defensiva, su actividad sobre el poseedor de la pelota es excelente y así lo avalan los datos. Es el atacante de las cinco grandes ligas que suma más intercepciones y entradas ajustadas a la posesión (5,7) y el séptimo que más pelotas recupera cinco segundos después de una pérdida de su equipo, con 5. Su intuición y habilidad para anticipar y meter la pierna le permiten que, sin ser tan fuerte como el resto, recupere muchísimo más que la mayoría.

En un Barça presionante y que defienda junto, el poder de Lamine para robar y permitir atacar de nuevo va a ser una herramienta muy útil para el siguiente entrenador. Solo Barrenetxea, Guruzeta y Lucas Boyé ganan más presiones que Lamine Yamal en Liga (3,4), y eso que el Barça es un equipo que le exige que esté fresco para resolver situaciones de uno para uno y que sea el foco de desborde del equipo. Aún con toda esta exigencia, Lamine Yamal está liderando a su equipo en términos defensivos a la hora de anticipar, robar en campo rival e incomodar al contrario.

A sus 16 años, el canterano ha crecido unos 10 centímetros tal y como apuntó Deco en una entrevista en La Vanguardia. Este crecimiento le ha permitido crecer físicamente a la hora de poder realizar más esfuerzos y carreras, tanto defendiendo como siendo profundo. Gana más duelos que en agosto porque está llegando antes, y su talento empieza a nivelarse con un físico que siendo incipiente está yendo a más. Solo es cuestión de tiempo que Lamine Yamal empiece a marcar diferencias de forma continuada, pesando en el marcador de la misma forma en la que está pesando al rival y en el juego.

Cuando llegas a la élite puedes brillas porque lo que tocas se convierte en oro, algo que resulta impactante pero que esconde una irrealidad: es difícil, por no decir imposible, mantener esa productividad. Lamine Yamal irrumpe como un veterano, porque es su sabiduría y lectura la que dibujan la antesala de algo mucho mayor. Estamos viendo solo el contorno. Juguemos a imaginar el epicentro.