FC BARCELONA

El lanzamiento de una tablet muestra la evolución del cuerpo técnico de Hansi Flick en el Barça

El alemán ha pasado de una postura no beligerante a defender activamente a sus jugadores.

Flick en el área técnica contra el Celta./AFP
Flick en el área técnica contra el Celta. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Hacía años que el Barcelona no se plantaba en estas alturas de la temporada vivo en todas las competiciones -y con la Supercopa en sus vitrinas-. El clima de autoexigencia, con cierta falta de perspectiva, en el que vive el barcelonismo eleva automáticamente los objetivos del equipo. A pesar de que en agosto ni los más optimistas hubieran previsto este escenario. De lleno en la batalla para todo, hay escenas que prueban que ni el equipo ni el cuerpo técnico van de farol. La palabra 'triplete' se comenta en el vestuario.

Todo el banquillo explotó cuando, en un primer momento, Melero López no señaló nada. La fotografía se la llevó De la Fuente, que detrás un Flick incrédulo tiró la tablet contra el suelo. 'Dela', tal y como contamos en Relevo, es más que un entrenador de porteros. Con el paso de los años se ha ganado la confianza de Ter Stegen -y eso llevó a que técnicos de confianza de otros misters para la portería quedaran relegados a otros roles- y también ha ido escalando jerárquicamente.

Esta temporada, y también lo hizo en anteriores, se encarga del balón parado. Es por este motivo que siempre muestra su tablet a los jugadores que están a punto de entrar al campo. Lo hace, principalmente, para recordarles dónde tienen que colocarse en las defensas del balón parado. Durante el primer curso de Ter Stegen, en plena pugna con Claudio Bravo, el alemán estuvo a punto de marcharse al Manchester City por su falta de minutos. Con Luis Enrique al mando, el actual siempre se sintió protegido por 'Dela'. Se quedó y acabó como titular indiscutible.

La 'adaptación' de Flick a LaLiga

'Dela' ha sido una de las figuras que han tenido continuidad desde la etapa de Xavi Hernández. Flick se trajo en un primer momento a Marcus Sorg y Heiko Westermann y el club le recomendó promocionar a Arnau Blanco, que ya coincidió con muchos canteranos en el fútbol base. En octubre, además, incorporó a los dos analistas que tenía en la selección alemana: Stephan Nopp y Michael Hasemann. Rodeado de gente de confianza, Flick ha ido denotando una cierta 'adaptación' a LaLiga.

Durante los primeros meses de competición, en rara ocasión Flick se mojó sobre acciones polémicas. Evitaba hablar de árbitros y hasta dijo que algunos partidos del Real Madrid no los veía porque ya estaba durmiendo. Y algo de razón tenía: en el club siempre han remarcado que es de los que más madruga. Mientras que en LaLiga más de un tercio de los partidos se juegan a partir de las 21 horas, en la Bundesliga no sucede con ninguno.

La expulsión contra el Betis, un punto de inflexión

Cuando se reunió con Guardiola antes de firmar con el Barcelona, Pep le recomendó a Flick que se centrara en aquello que pudiera controlar: el fútbol. Aunque rápidamente comprendió que el entorno mediático era muy distinto al alemán. En diciembre tuvo uno de sus primeros puntos de inflexión. Antes de llegar al Barça solo había visto una amarilla y en campo del Real Betis, por protestar un penal de De Jong sobre Vitor Roque, acabó expulsado.

"Tengo que aceptarlo. No quiero hablar de los árbitros. Nunca lo hago. Ha tardado mucho en ver si era o no penalti. Tenemos que aceptar la decisión del árbitro. Estoy muy decepcionado porque pensaba que no me pasaría nunca. Ha sido una reacción propia de la acción, pero no le he dicho nada a nadie", comentó un enfadado Hansi aquella tarde en el Benito Villamarín. Muñiz Ruiz recogió en el acta que "fue expulsado por salir del área técnica gritando y gesticulando, protestando una de mis decisiones". Le cayeron dos partidos.

El penalti a Koundé, después de Laporta

A mediados de enero, volvió a alzar la voz para protestar el posible penalti del Getafe sobre Koundé. En la sala de prensa guardó silencio, pero después de que Laporta, unas horas más tarde, tildara el arbitraje de "vergüenza". "Es un escándalo que no se pitara el penalti a Koundé. A Rüdiger le pitaron uno parecido", señaló el presidente justo después de declarar en los juzgados sobre el Caso Reus. Aquella misma parte, en la previa del Benfica-Barça de Champions, Flick recogió el hilo. "¿Qué puedo decir? En cada partido pasa lo mismo y es increíble. No necesitas VAR. Es un penalti muy claro. ¿Pero qué puedo decir yo? Es lo que hay", apuntó.

El calendario ya ha 'lesionado' a dos piezas clave

Recientemente, en pleno debate sobre las supuestas 72 horas de descanso que deben tener los equipos entre partido y partido y los incumplimientos en varias ocasiones con el Barça, Flick volvió a protestar para defender a los suyos. La carga la ha pagado con dos bajas importantísimas para los próximos duelos: Lewandowski y Balde. "Para mí es una broma -cargó el entrenador- No tienen ni idea de lo que significa para los jugadores llegar tan tarde y meterse en la cama tan tarde".

"Por qué no podemos jugar a las 18 horas o a las 18:30, que me den un motivo para no poder jugar. Para mí es una broma. Quiero hablar con los que lo organizan. Afecta al fútbol español. Si tenemos éxito será bueno para la Liga Española. Me quedo sin palabras porque esta situación es increíble. Cada federación se preocupa por los clubes y aquí no. ", insistió.

LaLiga ha ido cambiando poco a poco el posado tranquilo de Flick en el área técnica y ante los micrófonos. El técnico 'vive' con más intensidad su etapa en Barcelona que en Múnich. Solo hay que ver cómo celebra los goles en el área técnica o la fotografía que dejó al final del partido del Celta, cuando salió a abrazar a Raphinha. Se ha ganado a todo el vestuario.