El Libro Azul del Real Madrid, al descubierto
Capítulo I. Relevo destapa un documento que nunca antes había visto la luz.
Se ha hablado mucho de él, pero nadie lo ha visto. Nunca se han tenido imágenes suyas. Relevo ha conseguido tener acceso al Libro Azul del Real Madrid, una obra que sirvió de declaración de intenciones para sentar las bases de ese club y ese equipo que ansiaba Florentino Pérez cuando se convirtió en presidente, en el año 2000. Rebobinemos y pongamos el asunto en contexto.
Florentino llegó a la presidencia con varias promesas (la del fichaje del barcelonista Figo fue determinante) y un mensaje claro de cambio: "Vamos a construir el futuro". El fútbol comenzaba a adquirir otro compás, entraba en un nuevo tiempo más global y comercial y el club blanco, según sostenía el nuevo presidente, se estaba quedando atrás a la hora de modernizar sus señas de identidad, el estilo, los valores. Por esa razón, se impulsó la creación de lo que se denominó el Libro Azul. Este documento confidencial era entregado a todos los fichajes de fútbol y baloncesto, además de a los jugadores que ya estaban en la entidad, y pretendía repasar la historia, vertebrar unas líneas de conducta y transmitir un proyecto de futuro. Ahora, Relevo tiene la oportunidad de sacarlo de la 'caja fuerte' y mostrarlo.
Lo custodia con mimo Antonio Pacheco, uno de los mejores creativos publicitarios de este país y autor de la obra. Con el orgullo de un padre y la diligencia de un guardián, accede a la Redacción con el Libro Azul bajo el brazo. Se publicó una edición limitada, exclusiva y personalizada para cada jugador, pero él se guardó una. "Está ya delicado, tiene muchos años", previene. Lo primero que llama la atención es que el Libro no es un libro. "Es un tríptico. Es, lo que se llama en nuestro argot, un 'welcome pack', un pack de bienvenida a los jugadores. Es una suerte de carpeta que contiene tres espacios, donde cada uno de ellos se ocupa de cada aspecto que el club nos encargó que teníamos que comunicar", aclara. Fue Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales, el elegido por Florentino para remangarse y trabajar junto al creativo en la elaboración de este documento. Jorge Valdano, director general deportivo, se encargó de la supervisión.
A Pacheco, tan del Madrid como del Buitre, se le ilumina el rostro cuando rememora cómo nació el encargo y cómo era su día a día con Butragueño: "Yo era uno de los directores creativos de la campaña electoral de Florentino. Cuando venció en las elecciones, mi agencia, CP Comunicación, ganó el concurso para lanzar el carné madridista. Y ya después el club nos empezó a encargar más asuntos, como este. Como madridista que soy fue uno de los trabajos más especiales de mi carrera, si no el que más. ¿A que no sabe qué hizo Butragueño en la tercera o cuarta reunión? Me llevó al césped del Bernabéu. También estuvo Alfonso Marián, que fue quien diseñó la pieza. Tuvimos una charla ahí abajo. Para dos madridistas como Alfonso y yo, aquello fue una motivación extrema. Nos dijo que había que hacer una pieza para transmitir los valores del madridismo…".
¿Cómo es el Libro Azul por dentro?
Pacheco deposita el Libro Azul sobre la mesa y lo abre para mostrar los tres cuerpos que lo forman. Una capa de polvo evidencia el paso del tiempo. Lo primero que advertía el jugador en el primer espacio era una carta de bienvenida de Florentino, escrita y firmada por él. El ejemplar que está ante nosotros contiene ¡la carta a Ronaldo! Debajo de la misiva, aguardaba una carpeta que recibió el nombre de 'Así se vive el Madrid' y que tenía los puntos básicos de conducta que debían seguir los profesionales en los entrenamientos, en los partidos, ante los medios o en los viajes. Un manual de conducta a la altura de los valores del Real Madrid.
"Que quede claro que no era un reglamento de comportamiento, ni ahí estaban incluidas las multas por llegar tarde a un entrenamiento. No se trataba de escribir un régimen interno, sino de transmitir la esencia del club y que esos jugadores que se incorporaban para iniciar este proyecto tan brutal se dieran cuenta de que estaban representando al Madrid las 24 horas", apunta Pacheco. "¿Eres consciente de que hay millones de personas que darían todo lo que tienen por jugar un solo día con el Real Madrid? ¿Te das cuenta de que te has convertido en una referencia de comportamiento para toda una generación de jóvenes? Ahora, tú representas a toda esta gente". Así arrancaba este manual de estilo que incluía una larga lista de recomendaciones y que Relevo desvelará en el segundo capítulo que se publicará mañana sábado.
El bloque central era una joya histórica. Incluía la camiseta de Alfredo Di Stéfano, de algodón, con el 9 a la espalda y una carta suya en la que rememoraba cómo fue construyendo su leyenda en Chamartín, insistía en la unión del vestuario como elemento diferencial sobre el campo y decía a los recién llegados qué mentalidad debía tener un futbolista del Real Madrid. "Siempre queríamos ganar y ganar, y siento que esa virtud nos permitió superar situaciones muy adversas. La célebre frase del Martín Fierro 'Yo soy toro en mi rodeo y torazo en rodeo ajeno' permanecía con nosotros en todo momento y nos hacía menos vulnerables". Este extracto de la carta, que publicaremos íntegra también en el segundo capítulo del serial, refleja el ADN de don Alfredo, que es como decir el ADN del Real Madrid.
El segundo espacio, bautizado como 'El Mejor Club del Siglo XX', se completaba con un hilo temporal con todos los acontecimientos más relevantes y una selección de 23 jugadores que el club consideró como los más importantes de la historia blanca y que Pacheco gozó cuando comenzó a trabajar en ella: "Me encantó hacer ese 'cuadro de honor'. Se elaboró en formato cromo y cada imagen estaba pegada a mano ya que la tirada de estos ejemplares era muy limitada. Cada cromo se podía levantar y debajo se podía ver su palmarés y una breve descripción del futbolista. El club quería que el jugador que viniera al Madrid se empapara de todo". ¿Quiénes fueron los seleccionados? Relevo lo publicará en el tercer capítulo…
Por último, el tercer bloque, 'El Mejor Club del Siglo XXI'. En él, el protagonista era el futuro y quien saludaba en otra carta a cada integrante de la plantilla era Jorge Valdano, director general deportivo. Les ofrecía su ayuda, les advertía de que el fútbol había dejado de ser simplemente un juego para convertirse en una industria y les recordaba sus obligaciones.
Este tercer espacio también tenía su propia carpeta. En ella se detallaba el plano de situación del club (organigrama, número de socios, instalaciones…) y se dibujaba la joya de la corona del Real Madrid del futuro, Valdebebas, por entonces un sueño… "Todo esto era una declaraciones de intenciones. La ambición universal del mejor club del siglo XX no estaba cuando llegó Florentino. Lo que se pretendía con el Libro Azul se ha cumplido de sobra…", opina el autor de la obra, quien siempre tuvo claro que la pieza tenía que ser muy visual y fácil de entender "para que de un solo vistazo captaras lo esencial".
La acogida en el vestuario
Fue una tarea laboriosa, casi artesanal, que enorgullece a Pacheco. Él cumplió con diligencia con el encargo del Real Madrid, pero la pregunta que siempre planeó fue: ¿y los jugadores se leyeron el libro? El creativo se encoge de hombros, pero revela la única certeza que le hincha el pecho: "Un día estoy en Londres mirando libros de fútbol y me encuentro con la biografía de Steve McManaman. La empecé a leer y en el capítulo que cuenta el cambio de la etapa de Lorenzo Sanz a la de Florentino, escribió: 'Lo primero que hizo cuando entró de presidente fue entregarnos el Libro Azul con todos los valores'. Y contaba que estaba encantado de haberlo recibido y que aquello fue un detalle a la altura de la institución. Puso la pieza por las nubes. Fue una alegría absurda, pero tremenda".
Han pasado 22 años desde que fuera redactado y el Libro Azul ya no se reparte a los jugadores. "Por nuevas vicisitudes y confusiones ya pasó a mejor vida", confirmó el propio Jorge Valdano en su libro 'Los 11 poderes del líder'. Observándolo ahora adquiere ante nuestros ojos la apariencia de un Antiguo Testamento del madridismo. En este periodo, la entidad ha aumentado tanto su dimensión y ha tocado tanta gloria que el documento ha quedado desfasado: la selección de 23 leyendas ahora sería otra muy distinta, habría un lugar para el equipo femenino, las redes sociales ocuparían su espacio en el manual de conducta, la joya más vanguardista no respondería al nombre de Valdebebas sino al del nuevo Bernabéu…
"Todo habría que reescribirlo", ratifica Pacheco, quien se anima a hacer ese ejercicio de fantasía mientras guarda con cuidado las tres cartas: "No sería un libro, sería una pieza audiovisual. Yo contaría todo en vídeo. Y modificaría cosas del contenido. No la esencia, obviamente, los valores siguen vigentes y no tienen que cambiar. Pero sí habría que poner énfasis en la relación de los jugadores con los medios de comunicación y las redes y cambiaría el enfoque porque creo que los jugadores que vienen ahora al Madrid ya conocen mucho mejor al club: estamos viviendo una etapa extraordinaria…".
'Pach' (así le llaman los más cercanos y confiar a Relevo uno de sus tesoros más preciados nos otorga ya cierta familiaridad) cierra el Libro Azul y sentencia: "Seguramente el jugador perfecto no exista, pero el que mejor representa los valores que se transmiten en este libro es Luka Modric". Un valor de oro. Como la joya que se lleva Pacheco bajo el brazo, orgulloso, al abandonar la Redacción.