Sigue la Locura en Getafe: Rubén Reyes dirige el entrenamiento... con el segundo de Bordalás presente

Fue un jueves de locos en Getafe. Y el viernes ha continuado por los mismos derroteros. La locura comenzó con el despido de Quique Sánchez Flores, siguió con el club comunicando a los jugadores que Bordalás sería el sustituto y acabó con el 'no' del técnico y la plantilla exigiendo que se reconduzca todo para que el alicantino se siente en el banquillo del Coliseum. Eso el jueves.

El viernes se inició con un comunicado oficial por parte del club azulón en el que anunciaba que Rubén Reyes, director deportivo de la entidad, asumía las riendas del equipo durante el entrenamiento de hoy. Una sesión en la que también ha estado presente Javier Vidal, numero 2 de Bordalás en sus diferentes etapas como entrenador. Una situación surrealista.

Todo comenzó a precipitarse a mediodía del jueves 27 de abril. Horas después de que el equipo cayese derrotado contra el Almería (1-2), el club azulón hizo oficial la destitución de Quique. Mientras el técnico madrileño se despedía de la plantilla, el presidente, Ángel Torres, aceleraba para cerrar el relevo. El elegido era José Bordalás. El técnico ya estuvo en Getafe durante cinco temporadas (2016-2021) y dejó un gran recuerdo. Todo parecía muy encaminado para el regreso. De hecho, el dirigente se reunió por la mañana con los capitanes para comunicarles que tenía apalabrado el retorno del alicantino y que, incluso, llegaría este viernes a Madrid para ponerse al frente del grupo.

La siguiente escena se vivió en el vestuario. La plantilla se reunió y en esa conversación se insistió en que sería Bordalás quien cogería los mandos. Todo indicaba que no habría ninguna complicación en la operación retorno del entrenador. Sin embargo, en la tarde del jueves la situación dio un vuelco inesperado. Según informó la Cadena Cope, el alicantino rechazó la propuesta de Ángel Torres y Rubén Reyes fue quien dirigió el último entrenamiento.

La noticia del 'no' de Bordalás cogió a los jugadores a contrapié. Incrédulos, los pesos pesados del equipo azulón comenzaron a llamar al club para conocer todos los detalles sobre lo que había sucedido y exigiendo que se reconduzca la situación para facilitar la vuelta del técnico. Los jugadores son conscientes de que el Getafe vive una situación límite, antepenúltimo con 31 puntos. No quieren experimentos en el banquillo para conseguir la permanencia. Por ello, pidieron a Ángel Torres que reconsiderase su posición para llegar a un acuerdo con el exentrenador del Valencia. La negociación no se rompió del todo y se recondujo horas después.

La desesperación que viven algunos futbolistas en el vestuario getafense se pudo ver reflejada en las declaraciones de David Soria al finalizar el encuentro contra el Almería que acabó siendo la puntilla para Quique: "Hay que dar más. Tenemos que tener mucha más sangre. Todos. No se puede excluir nadie. Nos jugamos la comida de nuestras familias y algunos pasan un poco".

Las presiones de la plantilla para que Bordalás fuese el nuevo entrenador han surtido efecto y este viernes el técnico alicantino ya viaja hacia el sur de Madrid para convertirse en el relevo de Quique Sánchez Flores. Le ven como el más indicado para virar el malísimo rumbo del equipo y conseguir la permanencia.