Lopetegui: la herida que no cerró
La relación entre el Sevilla y el técnico quedó tocada en el final de la pasada campaña.
![Lopetegui se despide del Pizjuán en su último partido con el Sevilla. /GETTY](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202210/06/media/cortadas/Lopetegui-despedida-Sevilla-RnvFcQpB4FviwFREUu6HYDI-1200x648@Relevo.jpg)
Julen Lopetegui es historia en el Sevilla. El paupérrimo inicio de temporada ha llevado a los dirigentes a tomar una decisión que comenzó a fraguarse meses antes. Las diferencias entre el entrenador y el club se remontan a la pasada temporada y los malos resultados reabrieron ese frente que le ha acabado costando el puesto al técnico vasco. Una sola victoria en diez partidos han hecho imposible la continuidad de Lopetegui, que sí tuvo una emocionante despedida del Sánchez-Pizjuán desde el centro del campo y con lágrimas en los ojos.
Con contrato en vigor hasta 2024, tras una renovación planteada desde la entidad, los caminos de Lopetegui y el Sevilla ya estuvieron a un paso de romperse el pasado mes de junio. Entonces, ese cuarto puesto conseguido finalmente con apuros, tras una pobre segunda vuelta liguera, salvó al entrenador, que se ganó el voto de confianza de la entidad, sobre todo por el apoyo de Monchi, el mismo hombre que apostó contra la opinión generalizada para traerlo en el verano de 2019.
Dos reuniones se celebraron en junio para limar esas asperezas entre las partes. En la primera, de tono áspero, todo apuntaba a que el club y Lopetegui iban a separar sus futuros. Polémicas con el cuerpo médico por las numerosas lesiones que castigaron al equipo, quejas por el mal juego o incluso por las declaraciones del técnico en la sala de prensa habían agriado la relación. Con todo, las partes quedaron emplazadas a un segundo cónclave días después, y ahí todo viró.
Tanto la actitud de Lopetegui, más suave y proclive a escuchar los consejos del club, como la de Monchi, que tampoco tenía claro qué rumbo tomar en caso de destitución de un técnico que había clasificado al equipo por tercer año seguido entre los cuatro primeros, permitió acercar posturas hasta asegurarse la continuidad de Lopetegui para iniciar su cuarta temporada.
En dicha reunión también quedó trazada entre el entrenador y el director general deportivo una hoja de ruta para el verano. Tanto una parte, la institucional que debía arreglar el problema de las pérdidas de los dos últimos años, como el entrenador, que entendía que sería sano un cambio de aires en el vestuario, veían necesaria una revolución en la plantilla.
![Lopetegui, durante el partido contra el Dortmund. GETTY](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202210/06/media/cortadas/Lopeteguisedespidedelpizjuan-U45316132736uli-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Todo empezó con la salida de Diego Carlos al Aston Villa por 31 millones de euros, lo que auguraba un verano de movimientos rápidos. Nada más lejos de la realidad. Sólo Marcao, un central semi-desconocido del Galatasaray, se incorporó como cara nueva a la pretemporada, pero el brasileño, entre lesión y lesión, ni siquiera ha estado disponible aún. Luego, la salida de Koundé se convirtió en otro culebrón, con el Chelsea y el Barcelona como protagonistas, e incluso Monchi, que ya había salido a la palestra ante las críticas por el precio de los abonos, apareció en la televisión del club para explicar los pormenores de una venta que enfadó al sevillismo.
Otros 50 millones de euros acabaron en las arcas sevillistas por el central francés, que se sumaba a un desfile de salidas -Luuk de Kong, Pozo, Augustinsson y Óscar Rodríguez-, pero que seguía sin reforzar la plantilla. El segundo en aparecer por Nervión, ya en la primera semana de agosto, fue Isco, un jugador que estaba sin equipo; el segundo fichaje fue Telles, un lateral izquierdo cedido por el United; apenas dos días antes del estreno liguero en Nervión llegó Nianzou, un central de 20 años procedente del Bayern Múnich.
Tampoco los resultados ante rivales teóricamente inferiores como Osasuna -derrota en la primera jornada- o Valladolid -un recién ascendido que se llevó un empate del Sánchez-Pizjuán- sirvieron para calmar los ánimos ante una planificación tardía. Ya en la última semana del mercado, y tras caer nuevamente en Almería, Monchi movió el árbol con los fichajes de Januzaj y Dolberg, pero también con la salida de Lucas Ocampos, que pasó de una venta de 20 millones de euros a una cesión por cuatro en un pulso que acabó ganando el Ajax.
Con todas esas circunstancias se plantó el club en septiembre, cuando Barcelona y Manchester City acabaron por descubrir las deficiencias del equipo. Dos derrotas en apenas tres días en el Sánchez-Pizjuán encendieron a la afición, que ya ante los ingleses se saltó la figura de Lopetegui para apuntar directamente al palco, siempre el paso previo para poner en la picota al entrenador. Días de reuniones, del puesto de mando y también con los capitanes, acabaron con la permanencia del entrenador, de nuevo con el respaldo de Monchi.
La victoria in extremis ante el Espanyol dio aire a Lopetegui, que apostó por la cantera con José Ángel Carmona y Kike Salas. Pero los empates en Copenhague, con sensaciones agridulces sobre todo en una última media hora sin ocasiones, y Villarreal volvieron a reabrir el debate. El parón de selecciones se vivió con tensión en Nervión y con los dirigentes abriendo negociaciones con otros entrenadores. Finalmente, Lopetegui se sentó en el banquillo ante el Atlético de Madrid, pero la mala imagen del equipo y una nueva derrota en casa dejaron su crédito bajo mínimos. La última caída ante el Dortmund fue casi anecdótica, al estar sentenciado por los dirigentes desde horas antes.
Únicamente la falta de un recambio inmediato provocó que el club lo mantuviera como técnico, pero el entendimiento con su sustituto, Jorge Sampaoli, ya era absoluto, sólo a la espera de que el argentino viajase a España desde Brasil. Esa herida que se abrió a finales de la pasada campaña nunca llegó a cicatrizar y acabó provocando el adiós de Lopetegui por la puerta de atrás.
Los números de Lopetegui en el Sevilla
- 170 partidos con el Sevilla: 89 victorias, 45 empates y 36 derrotas.
- 5º entrenador con más partidos en la historia del Sevilla (170) tras Caparrós (241), Emery (205), Manolo Cardo (200) y Ramón Encinas (178).
- El Sevilla alcanzó los 70 puntos en las 3 temporadas completas con Julen Lopetegui. El Sevilla había alcanzado los 70 puntos únicamente en 2 de las 10 temporadas anteriores a Lopetegui.
- Julen Lopetegui es el 2º entrenador en la historia del Sevilla que clasifica al equipo durante 3 temporadas seguidas entre los 4 primeros (tras Helenio Herrera entre 1954 y 1957).
- Julen Lopetegui es el tercer entrenador con mayor % de victorias en la historia del Sevilla (52,35%) tras Juande Ramos y Manolo Jiménez.
- Julen Lopetegui es el entrenador con menor % de derrotas en la historia del Sevilla (20,71%)
- El Sevilla estuvo en puestos Champions durante el 75% de las jornadas con Julen Lopetegui al mando
- 74 porterías a cero en 170 encuentros. Es el 2º entrenador que más veces dejó la portería a cero (tras Joaquín Caparrós con 81 en 241 partidos).
- Desde su llegada, el Sevilla ha sido el 4º equipo de Primera División que más puntos ha sumado (222), tras Madrid, Barcelona y Atlético.