Luis Suárez y lo que se le metió en la cabeza tras su salida del Barça: "Me motivaba el tener que demostrarles que se habían equivocado"
El delantero de Inter Miami recordó sus inicios en el Barça y su fichaje por el Atlético en una entrevista con Davoo Xeneize.

Horas antes de que Atlético de Madrid y Barça se vean las caras en el partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey, un viejo conocido de ambos equipos ha tomado la palabra. Ahora, en Miami, Luis Suárez guarda aún grandes recuerdos de su etapa por España. Los primeros llegaron en Barcelona, donde haría historia formando uno de los tridentes más temidos del viejo continente junto a Leo Messi y Neymar. En el Atleti, pese a su corta estancia, también dejó huella al ser uno de los responsables de aquella liga que el conjunto colchonero conquistó el curso 20-21. Pero también hubo duros momentos como cuando le 'echaron' del Barça el verano de 2020.
"En ese momento lo sufrí, pero después le das valor. Por algo pasan las cosas y por algo me tenía que ir del Barcelona. Sí que me molestaron algunas cosas, pero no vivo en el rencor ni en el pasado. Lo pasé mal, pero porque sentía que todavía podía seguir dándole cosas al club. Quitando a Leo, siempre terminaba máximo goleador del equipo. No bajaba de los 20-25 goles. Sentía que estaba a la altura de lo que pedía el club, pero bueno..." recordaba el uruguayo durante una entrevista con el streamer Davoo Xeneize. Tras seis temporadas en el Barça, Suárez se marchó al Atlético.
"Me fui a un equipo que me abrió las puertas de una manera espectacular. El grupo me esperaba con los brazos abiertos, el entrenador también espectacular. Eso te hace motivarte para lo que venía y era demostrarle al Barça que se habían equivocado y pagarle al Atlético por haberme abierto las puertas. Le doy mucho valor a la liga de ese año. Mi familia sufrió también mucho el cambio. Mis hijos lo dejaron todo en Barcelona. Soy un ser humano como cualquier otro y tengo sentimientos de tristeza y de amargura por mi familia. Eso era un plus para decir 'ellos se tienen que sentir orgullosos del padre que tienen, del marido que tienen, tengo fuerzas para seguir demostrando'. Fue un año espectacular".
La imagen del uruguayo hablando con su familia tumbado sobre el césped del José Zorrilla minutos después de conquistar el título de liga ya es historia. "Fue un desahogo a todo lo que pasamos ese año".
«¿Dónde no puedo molestar acá?»
Pese a que la salida fue amaga, Suárez vivió grandes momentos luciendo la elástica azulgrana. Uno de ellos, y que llevó al club a conquistar numerosos títulos, fue esa sociedad que formó junto a Leo Messi y Neymar. La famosa 'MSN'. "Al principio éramos tres jugadores, cada uno con características diferentes. El burrote, yo, iba en el medio (risas). Yo llegué y dije: ¿dónde no puedo molestar acá?'. Miraba para un lado y tenía a Leo, miraba para el otro y tenía a Ney. Miraba de espalda y tenía a Xavi, Iniesta, Busquets... dónde me meto acá para no molestar a esta gente que juega a un toque y se mueve rápido. Yo mejoré mucho lo de jugar a un toque porque lo tuve que aprender en el Barça".
En las seis temporadas que estuvo en Barça, el uruguayo marcó la friolera de 198 goles. Tercer máximo goleador de la historia del club, solo superado por César Rodríguez (230) y Leo Messi (672), Suárez recuerdos los comentarios que le llegaban desde su país en sus primeros meses en la Ciudad Condal. "El delantero es muy egoísta, pero yo he aprendido que para que el equipo funcione el delantero tiene que ser egoísta y compañero. Yo llegué al Barcelona y yo era el '9 'que venía de ser goleador del Liverpool, en Uruguay... y podría haber pensado: 'yo soy el 9, no se la voy a dar ni a Leo ni al otro'. Pero si ellos se ponen en ese mismo plan, nos estamos perjudicando todos. Hay que ser compañeros y ser inteligentes. Si tengo una oportunidad mano a mano voy a definir, pero si tengo a un compañero mejor posicionado se la voy a dar. Cuando estuve en el Barça se me machacaba mucho, sobre todo en Uruguay, de que, al principio, no hacía muchos goles porque siempre se la pasaba a Messi y a Neymar. Ellos hacían lo mismo si veían que yo estaba en mejor posición".
Solo un año después de su llegada, Suárez terminó como el máximo goleador del campeonato (40). El ex del Liverpool aún recuerda cómo se portaron sus compañeros para que esa bota de oro no se le escapara. "Esa época era de confianza total. Le pegaba sin querer y la metía. Ahí salía todo. Cuando yo estaba con 27, Cristiano llevaba 35, pero los últimos partidos metí muchos goles. Los compañeros me dejaban tirar penaltis porque me decían que la bota tenía que ser mía".