RCD ESPANYOL 0 - SEVILLA FC 2

Lukebakio, García Pimienta y un verano que le ha 'cambiado' la vida

El técnico barcelonés detectó que el belga necesitaba 'más cariño'. Con cinco goles es el líder del Sevilla... tras cumplir con un papel muy secundario la pasada temporada.

Lukebakio celebrando su gol frente al Espanyol./EFE
Lukebakio celebrando su gol frente al Espanyol. EFE
José Manuel Rodríguez

José Manuel Rodríguez

El Sevilla tiene un nuevo héroe. Tras la lesión de Ejuke, quien aglutinó todos los focos en las últimas semanas, Lukebakio ha dado el definitivo paso al frente. Su doblete ante el Espanyol sirvió para que los nervionenses consiguieran la primera victoria como visitante de la temporada. Un nivel muy alto del belga, que destaca como el futbolista diferencial, algo de lo que tiene mucha culpa García Pimienta.

Habría que remontarse a la pretemporada. En concreto al 25 de julio, primer día en el que el técnico y el belga se encontraron en un campo de entrenamiento. García Pimienta detectó rápidamente las cualidades especiales de Lukebakio: regate, golpeo, calidad. Sin embargo, todas esas características ya la sabían por Nervión, aunque el imaginario común de los sevillistas lo colocaba como un futbolista demasiado frío.

Su primera temporada tuvo detalles de gran jugador. Dos de sus goles, frente al Almería y al Granada, se colaron entre los más espectaculares de toda LaLiga, pero la regularidad no fue su fuerte. Además, una desafortunada lesión de rodilla le lastró cuando mejor estaba y nada volvió a ser igual. En definitiva, el Ramón Sánchez-Pizjuán tenía tan claro que Lukebakio poseía unas interesantísimas cualidades... como que no se trataba de un futbolista que pudiera liderar con continuidad a su equipo.

Pero ahí llegó García Pimienta. El técnico, al igual que supo detectar sus cualidades, estuvo inteligente y rápido a la hora de realizar un diagnóstico de su situación. Lukebakio, por distintas circunstancias, necesitaba confiar más en sí mismo, en su fútbol. En definitiva, creerse lo bueno que es sobre un terreno de juego. Eso lo consiguió el técnico catalán a base de cariño. Durante toda la pretemporada ha realizado un exhaustivo trabajo con él. Se le ha visto encima del belga en cada entrenamiento. Sin pausa. Confiando en que los frutos llegarían.

El primer gol de Lukebakio acabó llegando en la segunda jornada liguera, aunque su dinámica no cambió drásticamente hasta la derrota en Mendizorroza. Pese a la mala imagen del Sevilla, el belga se consolidó como un jugador diferencial en el ataque. Su gol recortó distancias y, aunque no dio puntos, le proporcionó la confianza que le faltaba. En octubre ya acumula tres: uno en el derbi y dos ante el Espanyol. Además, frente al Barcelona le anularon uno.

García Pimienta, ahora, mira orgulloso a Lukebakio. Y también lo hacen sus propios compañeros. Gudelj reconoció entre risas que "no sé lo que está comiendo, pero que no pare" al término del encuentro, mientras Carmona y Álvaro Fernández aseguraron que en los entrenamientos les toca "sufrir" al belga. Un trabajo que ha tenido su recompensa. Un verano de esfuerzo y dedicación con un futbolista en el que, desde el primer día, vio algo distinto el técnico barcelonés. Otro gran acierto. El máximo culpable de los puntos del Sevilla. Lukebakio (o Pimienta).