Manolo González ya es más que un entrenador en el Espanyol: "Una paloma se caga en el estadio y lo decimos... Hay que ser positivos"

El Espanyol es el peor visitante de las cinco grandes ligas europeas. Solamente ha conseguido sumar dos puntos, no ha ganado todavía y cada encuentro ha sido un calvario con final infeliz pese a que los blanquiazules lograron adelantarse en el Santiago Bernabéu, empatar en el Metropolitano y subirse a las barbas del Barcelona en la segunda parte del derbi de Montjuïc. Pero no ha habido manera todavía de ganar. En el otro lado de la balanza hay un equipo que, a comienzo de curso, le dieron muchas papeletas de descenso y, por quinta semana seguida, a falta de 14 partidos, sigue respirando aliviado, con las llamas cerca pero con un gran rendimiento en el RCDE Stadium. Y su entrenador, Manolo González, lo reivindica.

"Hay que actuar, no hablar. No es el campo del Real Madrid, en Vitoria será un partido difícil, pero hay que dejarse de historias. Si vamos a Villarreal hay que ganar. Los hechos hablan, por muchas palabras que digamos, hay que cambiarlo en el campo", comentó el técnico interrogado sobre el tipo de partido que espera ante el Alavés y sobre el mal momento del Espanyol fuera. "Las preguntas son recurrentes", aseguró, justo antes de hacer su alegato en defensa de las buenas noticias en el Espanyol, dejando a un lado las más negativas, algo que ha percibido desde su llegada al club perico en el filial el curso pasado.

"Desde que subí todo es negativo, y se dice que esto está mal. Ya sabemos que por desgracia no podemos arreglar todo, pero desde el grupo, desde cuerpo y técnico y jugadores queremos transmitir buenos mensajes. Estamos fuertes. Y con la salvación será un punto para que el club de pasos adelante", argumentó.

El entrenador, aclamado por los aficionados, superando momentos de debilidad y con el respaldo del director deportivo, Fran Garagarza, tiene claro que "todo se arregla con hechos. Igual que este titular -sobre que es el peor visitante- sale cada puta semana, me gustaría escuchar que en casa somos de los mejores... A ver si conseguimos que en el Espanyol pasen cosas buenas. Una paloma se caga en el techo del campo del Espanyol y se dice, y quizás también pasa en el de al lado. Vamos a seguir la buena dinámica".

Con el caldo de cultivo que hay entre los aficionados por la ausencia de su presidente, Chen Yansheng, y la ausencia de una junta directiva fuerte y con portavoces -solamente Mao Ye, CEO, o el propio Garagarza tienen esa autoridad-, Manolo González se ha erigido en el adalid de este Espanyol, y conecta con los aficionados por sus mensajes transparentes y por su personalidad y sentimiento hacia el club.

La semana anterior no tuvo reparos en lanzar un mensaje a los servicios médicos y, de manera implícita, a las parcelas del club a que cada departamento diera la cara y fuera responsable, incluso fue claro al hablar del caso de Mapi León con Daniela Caracas -"el algodón no engaña"- o, anteriormente, en lanzar mensajes a sus jugadores, como después de la eliminación de Copa del Rey ante el Solares.

El técnico, además, quiso reivindicar dos buenas noticias. Primero, el gran momento de Omar El Hilali ("Es un motivo de orgullo, viene de abajo. Un defensa debe defender bien, pone de su parte y él sabía que no se podía estancar y ha mejorado") y el nivel de los suplentes en los entrenamientos: "La salud de un equipo es cuando los que juegan menos entrenan como animales".