OPINIÓN

Veo manos hasta en el Metro

Asensio se lamenta ante el Girona. /GETTY
Asensio se lamenta ante el Girona. GETTY

El fútbol lleva condicionando mi vida desde que tengo uso de razón. Mis años no comienzan cada 1 de enero, sino con las pretemporadas. Rueda el balón y pongo en marcha una nueva vuelta al sol. Tampoco recuerdo mis veranos por los lugares a los que fui de vacaciones, sino por los fichajes que se cerraron. Así de trastornado me encuentro. Por eso, de un tiempo a esta parte estoy obsesionado con las manos de la gente. Me fijo en sus dimensiones, en la suavidad o la aspereza de la superficie, en la longitud y el grosor de los dedos, en la homogeneidad de las uñas. Pero, sobre todo, en su posición. Analizo en el Metro si están en posición natural o antinatural. Sin llegar nunca a una conclusión inequívoca porque el reglamento, el VAR y los criterios arbitrales han convertido el fútbol en algo equívoco.

La polémica mano de Asensio contra el Girona es el último bofetón de esta nueva realidad. El balón golpeó el brazo del balear (que tenía levantado, más en un gesto asustadizo que de premeditación) después de pegarle en el pecho. Melero López, a instancias del VAR, señaló penalti. Cuando el madridista fue a pedirle explicaciones, el colegiado le argumentó que el brazo estaba en posición antinatural. El jugador no compró el razonamiento y lo demostró con el siguiente tuit: "Definición de NO MANO que nos explican a principio de temporada… Increíble que hoy sí". Más allá de que la acción, con el nuevo reglamento en la mano (cómo me gusta esa expresión), sea punible, el gran problema que tiene el Comité Técnico de Árbitros es que nadie sabe nada. ¿Qué es una mano antinatural? ¿Si esa mano hubiese sido en el área del Girona, el análisis del Real Madrid estaría siendo ahora el mismo?

Esa es la cuestión: la ausencia de una regla que no admita discusión (todo balón que golpee en la mano dentro del área es penalti, por ejemplo) y de un mensaje sin ángulos muertos. Si Asensio asegura que al comienzo de temporada se les explicó que jugadas como la que protagonizó no iba a ser mano y, al mismo tiempo, el CTA defiende a Melero remitiendo a un vídeo que mostró a jugadores y técnicos en verano en donde se expuso un caso similar al del balear y se comunicó que sí iba a ser sancionable, es que algo falla. Ese es el gran problema, el aparente cortocircuito en la correa de transmisión.

Y si cada domingo se aplica un criterio nuevo, tampoco ayuda demasiado. "Cuando se señala un 'penaltito' es un error y estamos tratando de erradicarlo", dijo Medina Cantalejo, presidente del CTA al comienzo de la temporada. El del Girona pertenece a esa categoría. Tanta diferencia a la hora de interpretar es lo que enloquece a todos. Al que juega, al que entrena, al que pita y al que ve. Para otro momento, dejo aparcado el asunto de los fueras de juego señalados con la escuadra y el cartabón. Un deporte como el fútbol, que nació sencillo, se está toqueteando tanto que se les está yendo de las manos. Una pena (máxima).