GETAFE CF

Manu del Moral, a las puertas de perder su récord: "Vi la otra cara del fútbol cuando tuve que jugar con un alza en las botas"

El exjugador azulón es desde el curso 10-11 el máximo anotador de la historia del club en Primera División con 37 tantos.

Manu del Moral, durante su etapa en el Getafe. /EFE
Manu del Moral, durante su etapa en el Getafe. EFE
Isabel Pacheco

Isabel Pacheco

"No sé cómo la gente se puede acordar aún que soy el máximo goleador de la historia del equipo en Primera División". Manu del Moral (Jaén, 39 años) es historia viva del Getafe. Ligado a la entidad getafense durante cinco temporadas, desde el curso 10-11 el exdelantero posee el privilegio de ser el máximo anotador del Getafe en LaLiga (37).

Desde Motril, donde ahora vive el fútbol desde el otro lado de la barrera, "soy delegado del Motril. Ahora matamos el gusanillo de otra manera", desde la distancia el jienense observa cómo otro delantero azulón está cerca de darle caza y convertirse en el máximo anotador histórico del club. "Ojalá tuviera el récord de por vida, pero esto tiene fecha de caducidad. Me alegra que si hay alguien que tenga que batirlo que sea un jugador como Jaime Mata. Representa los valores del Getafe. Se lo merece porque es un chaval que se ha hecho un buen jugador".

Con 35 tantos, el delantero madrileño está a sólo dos de alcanzarle. "Si me supera me alegraré. No era el típico récord de un futbolista que ha metido 70 u 80 goles. Eso ya es mucho más complicado de batir", confiesa antes de recordar el que para él, sin duda, fue el más especial de todos. "Para mí significó mucho convertirme en el máximo goleador del Getafe. Si tuviera que quedarme con uno de esos 37 me quedo con el doblete que le hice al Almería en el Coliseum cuando nos estábamos jugando la permanencia. Íbamos perdiendo 0-2 y conseguimos darle la vuelta".

Ídolo en Getafe, las lesiones le jugaron una mala pasada. "En mi segunda temporada en el Sevilla fue cuando empecé a ver la otra cara del fútbol. Fui acarreando lesiones que no terminaron de curarse", recuerda quien tuviera que colgar las botas a los 35 años. "Podría haber alargado más mi carrera, pero también podría haberme quedado en el camino si las lesiones las hubiese tenido antes". Es por eso que el exdelantero, tras 17 años en el fútbol profesional y una retirada forzada, prefiere quedarse con todos esos buenos momentos que vivió con la camiseta del Getafe. "Todo lo que he sido en el mundo del fútbol se lo debo al Getafe. Fue quien me dio a conocer en Primera División. Lo llevo en mi corazón".

Sus mejores años en el Getafe y los rondos con Laudrup

Debutando en Primera División con el Atlético de Madrid, en 2006 Del Moral tomó la decisión más acertada de su carrera. "Cuando debuto con el Atleti ya sabía que para la próxima temporada tenían firmado al Kun Agüero. Iba a estar él, Fernando Torres … Mi ilusión era seguir en el Atleti, pero era consciente de que no iba a tener minutos. Apareció la oferta del Getafe y me fui para allá".

Al sur de Madrid Del Moral viviría los que serían sus mejores años como profesional. "Llegué a un club humilde y vivimos cosas de club grande. Cosas que nunca pensé que viviría. Jugamos dos finales de Copa seguidas y partidos importantes en Europa".

Manu del Moral celebrando un gol con el Getafe.  EFE
Manu del Moral celebrando un gol con el Getafe. EFE

Bajo las órdenes de entrenadores como Bernd Schuster, Michael Laudrup o Míchel, el andaluz aún recuerda la clase que el exfutbolista danés conservaba aún con un balón en sus pies. "Laudrup y Stoichkov eran mis ídolos de pequeño. Me acuerdo que Laudrup en los entrenamientos a veces se metía en los rondos con nosotros. Como estuvieras despistado te pintaba la cara".

Sería con Laudrup en la temporada 07-08 cuando el Getafe alcanzaría los cuartos de final de la Europa League. En una histórica prórroga en el Coliseum, un doblete de Luca Toni en los minutos finales apartaría a los getafenses de la primera semifinal europea de su historia. "Fue mi noche más dura como profesional y una espinita que nunca he conseguido quitarme. El fútbol muchas veces te da la posibilidad de revancha, pero nosotros en el Getafe nunca más tuvimos la posibilidad de jugar un partido como ese. Esa espinita la he tenido siempre".

Sus buenos números con el Getafe, con una convocatoria con la Selección española entre medias, le abrieron las puertas del Sevilla en 2011. Tras cinco temporadas en el Getafe tocaba decir adiós. "Sentí que era el momento de dar un salto". Sin saberlo empezaba entonces un calvario con las lesiones que Del Moral nunca habría imaginado.

«Fue el primer año que lo pasé mal como futbolista»

"Mi primera temporada en el Sevilla fue buena. Colectivamente como equipo no logramos los objetivos, pero personalmente no fue mala. Marqué 10 goles. Me fue bien. Pero el segundo año fui acarreando lesiones, concretamente una lesión en el tendón del glúteo que venía provocada por un problema en el isquiotibial".

"Todo vino porque tenía una dismetría de cadera. Al principio de mi carrera no me dio problemas, pero al final, con la acumulación de muchos años de trabajo, fue dando problemas y se vio reflejada ahí. Tenía que ponerme un alza en la pierna derecha, era como una plantilla. Ese año me lo tiré prácticamente jugando al 60% porque no teníamos la solución. Ahí fue donde empecé a ver la otra cara del fútbol. En el Getafe, personal y colectivamente, me había ido bien. Ese fue el primer año que lo pasé mal como futbolista".

Manu del Moral, durante su etapa en el Sevilla.   EFE
Manu del Moral, durante su etapa en el Sevilla. EFE

Y de ahí un suplicio que le acompañaría en su paso por Elche, Éibar y Soria con sólo 29 años. "Me pusieron un alza de dos centímetros y empecé a tener problemas de espalda. Tuve que operarme. Después me fracturé el pie y el año en el Elche se torció. Cuando llegué a Eibar, lo mismo. Me fracturé la cara. Empecé a tener lesiones de mala suerte que me fueron acompañando hasta el final de mi carrera. En el Numancia también empecé bien, pero luego aparecieron las lesiones musculares".

Náctic de Tarragona y Rayo Majadahonda serían sus últimos coletazos en el mundo del fútbol. Con 39 años el jienense disfruta ahora de sus hijos y de sus nuevas labores como delegado del Motril. Desde su casa o desde el mismísimo Coliseum cuando tiene la oportunidad, Del Moral se divierte como un aficionado más viendo los partidos de su Getafe. Frente al Villarreal Jaime Mata estará al acecho porque ya saben que esto de los récords "tiene fecha de caducidad".