Lo de Gil Manzano no es inédito: se la lio al Málaga en el Bernabéu y el Valladolid lo sufrió con Ortiz Arias
La última jugada del partido de Mestalla lleva a recordar otros lances similares.

El Valencia-Real Madrid era un plato que venía caliente y finalizó en lío. Fue cuando Gil Manzano, colegiado del encuentro, pitó el final en el momento en el que Brahim centró desde la banda derecha un segundo antes de que Jude Bellingham rematara a gol. Un 2-3 que no subió al marcador. La descripción de los hechos es la siguiente. Córner a favor del Real Madrid. Antes de que Modric lo ejecute, el colegiado dice: "Esta es la última". El croata bota el córner, hay un despeje, el balón llega a la frontal, lo recoge Brahim ante la oposición de Diego López, se abre a la banda y, cuando centra, Gil Manzano señala el final del encuentro antes del gol de Bellingham.
¿Por qué pita el final cuando centra Brahim y no antes, en el rechace defensivo? Esa es una de las quejas del vestuario, que estalló contra el árbitro en el césped y fuera de él. En sala de prensa, con Ancelotti, y en redes sociales, con Tchouameni encendido ("Esto es vergonzoso"). "Si él pita cuando el portero del Valencia rechaza el balón... Pero ha dejado continuar, hemos tenido la posesión y ese es el error. Es algo inédito", manifestó el entrenador del Real Madrid.
Gil Manzano gestionó mal el final del encuentro, se complicó la vida. Y aunque Carletto asegure que es inédito, este colegiado ya protagonizó una acción polémica similar. Fue en el Bernabéu, en un Real Madrid-Málaga de la 2017-18 que acabó con 3-2. Aunque el árbitro dejó su huella justo antes del descanso, anulando un gol del francés Paul Baysse.
El partido iba 2-1. En la última jugada de la primera mitad, en el tercer minuto de descuento, el equipo entonces entrenado por Míchel centró al área en una falta y el francés remató a la red. Gil Manzano pitó falta de Baysse sobre Carvajal cuando remató de cabeza una pelota a la red de la portería de Casilla. Gil Manzano, entonces, pitó el final de la primera parte y desató las protestas de los jugadores del Málaga.
Más reciente y casi idéntico es lo sucedido en el Real Valladolid - Sevilla de la temporada pasada. Con el conjunto blanquivioleta en plena lucha por la permanencia en Primera División, Ortiz Arias decretó el descanso prácticamente a la vez que Escudero armaba un remate... que entró en la meta sevillista. Sin embargo, el árbitro no dio validez a la acción. En este caso, a diferencia de Gil Manzano, el madrileño sí levantó el brazo al mismo tiempo que pitaba, si bien lo hizo de manera simultánea que un tiro a portería.
La jugada motivó la sanción al preparador físico, el consejero delegado y el director deportivo del Real Valladolid, además de la reacción de la entidad vallisoletana, que reclamó la inhabilitación del colegiado. El CTA, a raíz de ello, no volvió a designarlo en las jornadas restantes en los encuentros del Valladolid.
Antes, en noviembre de 2017, ocurrió una jugada que guarda más paralelismos a la de Mestalla, al producirse al final del encuentro y con empate en el marcador. En un Gimnástica Segoviana - Ponferradina de la antigua Segunda División B, el árbitro López Parra señaló la finalización del mismo cuando Andy, canterano del Real Madrid y entonces futbolista del cuadro berciano, se quedó en mano a mano con el portero.
La postura de los jugadores de la Ponfe fue unánime: correr en dirección al árbitro con muestras de incredulidad. Carlos Terrazas era el entrenador de aquel equipo y, en la sala de prensa, no criticó al colegiado. "Arbitrar es muy difícil, todos nos equivocamos. Los árbitros también cometen errores y forma parte del juego. [...] Hay que respetar las decisiones del árbitro, sin ellos no habría fútbol".